Practicar la vocación: en el Argentino estudiantes se capacitan en enfermería
Con la premisa del cuidado del paciente, apoyándolo emocionalmente y brindando acompañamiento a su familia, el servicio de Enfermería del Sanatorio Argentino lleva adelante una importante tarea que también incluye la capacitación constante de su personal y de estudiantes de enfermería.
De
esta manera el "Argentino" se convirtió en un sanatorio escuela,
recibiendo a estudiantes de la Tecnicatura en Enfermería Profesional
del Instituto Fasta "Inmaculada Concepción" y del Instituto
Superior "Madre Teresa de Calcuta", de nuestra ciudad.
Apoyados por el personal del plantel del sanatorio -conformado por 16 enfermeros que se dividen entre terapia intensiva y el sector del internado en general- los estudiantes realizan sus prácticas y toman contacto con los pacientes, aprendiendo no solo de técnicas sino también de vivencias en distintas situaciones.
La licenciada en Enfermería Daniela Aragno, jefa del servicio del sanatorio afirmó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que los estudiantes de enfermería realizan prácticas en todos los pacientes clínicos y quirúrgicos, también tareas de higiene y confort. "Este año es un gran desafío para nosotros convertirnos en un sanatorio escuela", remarcó.
Añadió que recibir a ambas escuelas "es un orgullo y un desafío de trabajo, de organización de tareas, de personal que tiene que adaptarse a recibir a los estudiantes, es muy linda la experiencia. Como institución nos brinda prestigio y nos pone como ejemplo para quienes se están iniciando".
Agradecemos la predisposición de parte de los gerentes de la clínica que nos dieron todo su apoyo y están muy contentos con la llegada de los estudiantes, agregó.
Por otro lado destacó que paralelamente el servicio de enfermería del sanatorio lleva adelante desde hace tres años un ciclo de capacitaciones continuas. "A principios de año proponemos una lista de temas que creemos que debemos actualizar o afianzar conocimientos. Todos los meses tenemos una reunión obligatoria en la que nos juntamos exclusivamente para capacitarnos en un tema puntual, lo hacemos entre todos", comentó Aragno.
Destacó que en base a eso surgen nuevos protocolos de trabajo y nuevas actualizaciones que luego se implementan en el servicio. "La llegada de los estudiantes de enfermería nos favorece mucho porque a veces traen novedades", añadió.
María Florencia Burgos y Paula Bohn, en plena práctica
Aprender a cuidar
Antes de comenzar su práctica del día, las estudiantes de enfermería del Instituto Fasta, María Florencia Burgos y Paula Bohn manifestaron su satisfacción de poder practicar la vocación que sienten que es la de cuidar.
María Florencia afirmó que para ella la enfemería es una vocación. "Me críe con mi abuela que era enfermera y es una profesión que uno siente".
"Es una experiencia muy linda la de hacer las prácticas en el sanatorio, es distinta porque hay distintos patologías, pacientes pre y pos quirúrgicos, vemos la medicación, los tratamientos, el acompañamiento a los pacientes y su familia", dijo.
Por su parte Paula comentó que decidió estudiar enfemería porque quiere ayudar a las personas, que estén sanas y felices.
Manifestó que la experiencia es "hermosa y distinta, nos acompañan siempre las profesoras, el personal de enfermería y los médicos, todos nos tratan con mucho respeto. En el futuro espero poder estar trabajando y seguir capacitándome porque la medicina va avanzando".
La dignidad
En tanto, la licenciada en Enfermería y coordinadora docente de la Tecnicatura Superior en Enfermería del Instituto Fasta Inmaculada Concepción, Silvia Cocco destacó que el paciente "es persona en cualquier ámbito y eso es en lo que formamos. Lo técnico se aprende, se debate pero la empatía, el vínculo con la persona, el acompañarlo es distinto".
"En nuestro instituto específicamente hacemos hincapié en la persona y su dignidad, entonces se los transmitimos a los estudiantes que realmente lo asimilan por la respuesta de los pacientes hacia los alumnos que siempre trabajan acompañando por los docentes. El aprendizaje es recíproco y el paciente recuerda a los estudiantes cuando se van", comentó la licenciada.
Comentó que en el Sanatorio Argentino estámos llevando a cabo las prácticas profesionalizantes de nivel dos que en están a cargo de la licenciada Yanina Campos.
"Las prácticas tienen tres niveles y es el progreso que hace cada alumno pasando de un curso al otro adquiriendo distintas experiencias prácticas. Es el contenido teórico llevado a la práctica. A su vez cada práctica tiene su contenido propio, este año nos corresponde a adultos y ancianos con patologías médicas y quirúrgicas. En otros años se trata la enfermería en la comunidad que se hace en instituciones públicas y la práctica materno infantil", detalló.
Finalmente resaltó que la relación con el personal estable del servicio "es muy buena y esto es muy importante porque las estudiantes van aprendiendo a relacionarse y a convivir con sus futuros colegas".
Cuidados de calidad
La base de la enfermería es el cuidado del paciente y el acompañamiento, sustentado en una base científica y con fundamentos teróricos pero siempre tratando de brindar el apoyo emocional a los pacientes que están vulnerables por la enfermedad.
"Tratamos de, al margen de contar con todos los conocimientos científicos y teóricos, no dejar de lado el acompañamiento, la contención y el cuidado", destacó la licenciada Daniela Aragno al referirse al servicio de enfermería que brinda el Sanatorio Argentino.
La licenciada afirmó que se valora al paciente como un ser biopsicosocial, teniendo en cuenta todas sus partes y no solamente la dolencia física que lo trae a la institución, sino también la cuestión emocional y la parte social.
"Creo que un paciente se puede acordar de muchas cosas de su internación y generalmente no se olvida de cómo lo trató una enfermera, tratamos de que siempre tenga un buen recuerdo nuestro y debemos pensar que en esa cama podemos estar nosotros mismos o un ser querido, de esa manera ser empáticos", dijo.
En tanto afirmó que no se debe olvidar el acompañamiento a la familia que forma parte también del cuidado de ese paciente. "Es un punto muy importante a la hora de la recuperación de un paciente. Educamos a la familia y sobre todo contenemos en situaciones que no son tan agradables, cuando los diagnósticos no son los que esperamos o en el final de la vida que es inevitable y tenemos que estar para acompañarlos", finalizó.