Pinceladas desde el corazón
Purpulem le puso su arte a la sede de Desarrollo Social y contó que lo hizo con mucho cariño ya que ese lugar representó mucho en su decisión de ser artista.
Una "ola purpuleana" está invadiendo la ciudad y cambiándole la cara desde el arte. El particular estilo de Lucas Abrate (Purpulem) ya es reconocido por los vecinos en las calles de San Francisco y esta vez le tocó cambiarle la cara a una institución pública que como edificio es caro a sus afectos, por eso expresó que en cada pincelada le puso una pizca de amor a esta obra que ya se puede disfrutar.
Se trata de la sede de la Secretaría de Desarrollo Social de la Municipalidad, en Avenida Garibaldi. Allí, el reconocido artista de nuestra ciudad asumió el desafío de conjugar en un mural varias ideas que giraron en torno a la palabra diversidad.
El pintor sanfrancisqueño contó que en ese edificio, cuando todavía funcionaba allí la escuela primaria José María Paz, decidió que quería recorrer el camino del arte en su vida. Por ello no fue un trabajo más sino el plasmar en colores sentimientos muy profundos.
Purpulem contó acerca de esta obra que "me convocaron entiendo yo en un contexto de querer cambiarle la cara a la institución, sospecho que no solamente a un nivel estético sino también comunicacional. Ese es el latir que yo sentí estos días trabajando ahí. Yo ya había trabajado con Fernando Giacomino en una de las guarderías municipales, por lo que los dos ya conocíamos la forma de laburar del otro".
En cuanto a la obra en sí expresó: "A nivel conceptual, o del mensaje del mural, yo siempre busco palabras que actúen como disparadores. Lo fuimos charlando y una de las cosas en la que estuvimos de acuerdo todo fue que al mural lo atraviese la idea de la diversidad. El equipo me fue pasando palabras alrededor de esa idea y yo empecé a trabajar la obra".
Las palabras que fueron apareciendo en esa tormenta de ideas motivacionales fueron: "Diversidad, personas, adultos, territorialidad, barrio, niñez, adolescencia, colores, solidaridad, respeto, derechos, humanos, vivienda, salud, género, inclusión, comunidad, acceso".
"Esas palabras fueron algunas de las que invocaron desde el equipo de Desarrollo. Yo las tomo, las pongo en mi bolsa de ideas y con mi lenguaje visual y mi estética puntual voy desarrollando el mural, obviamente con toda la libertad del mundo y la confianza", agregó.
Con el alma
El artista comentó con emoción que "la vida me puso de nuevo en ese lugar geográfico que para mí tiene una importancia relevante, una fuerza emocional y de energía muy particular porque dentro de esas paredes yo empecé a decidirme a forjar un artista íntegro, a querer serlo algún día y todavía estoy en ese camino. Ahí, en ese lugar, con la Murga de la Estación y el Flaco Orellano dábamos talleres a niños de la José María Paz, a quienes conteníamos, educábamos, abrazábamos, transformábamos. Por eso digo que dentro de esas paredes fui decidiendo qué camino seguir en la vida. Fue un vibrar bien alto con cada pincelada en ese lugar, con amor obviamente".
Finalmente expresó: "Para un artista local es muy importante que una institución como esta te elija y confíe en el arte como herramienta de comunicación. En este caso me tocó a mí y por eso desde el primer momento fue una responsabilidad muy grande. Creo que si bien con pasos muy cortitos a nivel cultural se puede estar construyendo algo nuevo".