Piernas bellas y sanas: 7 tips sencillos para lucirlas espléndidas con el traje de baño
El verano es la época del año por excelencia si de lucir las piernas se trata. Las várices y las arañitas aparecen como el fantasma que todas las mujeres quieren combatir y que, más allá de la estética, pone en juego la salud. Consejos sencillos para prevenir.
Las vacaciones son la época para disfrutar del aire libre y la oportunidad de lucir polleras, vestidos y ese traje de baño soñado. Pero para muchas mujeres las várices y arañitas son un problema estético que las lleva a esconderse y seguir aferradas al pantalón largo todo el año.
Y pese a lo que quizá se cree, no se trata sólo de una cuestión estética sino de salud.
Para quienes ya sufren esta patología o para aquellos que buscan prevenirla, existe una serie de números clave a tener en cuenta para mantener las piernas sanas y bellas.
Los cuidados, en números
El médico especialista en flebología Miguel Ángel Gramajo Booth (M.N. 42.569) dio una serie de números que resultan elementales a la hora de la prevención:
1
hora: la medida de tiempo a la que se debe prestar especial atención. Muchas
veces el trabajo exige permanecer quietos en la misma postura. Pasado este
lapso, se debe recordar dar breves paseos para movilizar las piernas.
2 litros de agua (como mínimo): beber esta cantidad es fundamental para hidratarse y conservar la completa armonía del cuerpo.
4 comidas muy saludables: ¡Mantener una alimentación equilibrada es indispensable para controlar el peso y evitar el estreñimiento! La consigna es llevar una dieta baja en calorías y alta en fibras: las frutas y verduras deben abundar en todos los platos.
5 minutos de reposo: cada vez que se tenga la oportunidad, puede resultar muy beneficioso acostarse y poner las piernas en alto. Esta postura es excelente para favorecer el retorno venoso.
10 minutos de automasajes: ¡La técnica es muy sencilla! Los masajes deben realizarse de forma ascendente, desde los pies hasta llegar (muy lentamente) a los muslos. Los tres tips fundamentales: no aplicarlos directamente sobre las várices sino en las zonas aledañas, cuidar que los movimientos sean suaves (utilizar las palmas y dedos en su totalidad en vez de presionar con las yemas) y usar cremas o aceites para evitar la fricción. Disfrutar de este momento que además de ser muy placentero permite que la sangre acumulada en las venas comience a movilizarse y fluir hacia el corazón.
30 minutos de ejercicios: nada de grandes esfuerzos, una simple caminata ya resulta suficiente para fortalecer la musculatura de las piernas y favorecer la circulación de retorno. Bailar, correr, andar en bicicleta, nadar, hacer gimnasia, son otras excelentes opciones.
45 grados: el ángulo perfecto para inclinar las piernas cada vez que nos acostamos para hacer reposo.
¿Y si aparecieron las várices?
"Los avances de la tecnología en materia de salud y belleza permitieron que en la actualidad padecer várices ya no resulte un problema. Es más, hoy incluso no es necesario extirparlas, sino que puede lograrse que esas venas se tonifiquen y recuperen su funcionalidad", señaló Gramajo Booth, para quien "la fleboterapia restaurativa es un método que garantiza estos resultados".
En la actualidad padecer várices ya no resulta un problema y las soluciones médicas son indoloras y ambulatorias
"Con dos a seis sesiones ya es suficiente para acabar con ellas -aseguró el experto-. El tratamiento es corto y mínimamente invasivo: el paciente ya no tiene que someterse a esas cirugías dolorosas que por otra parte no garantizan que el problema no vuelva a aparecer. La cantidad adecuada de aplicaciones varía según la situación de cada paciente (y para establecer los pasos a seguir, se realiza un diagnóstico con moderna tecnología, además de un exhaustivo examen clínico)".
Durante el tratamiento, se introduce en la luz del vaso una sustancia natural que repara la pared y permite que la sangre vuelva a fluir normalmente. Luego de cada aplicación, la recuperación de las venas se percibe a simple vista y los síntomas de malestar comienzan a desaparecer.
"El paciente logra reincorporarse de inmediato a sus actividades habituales (apenas necesitará usar medias de elastocompresión graduada, pero sólo durante dos o tres días después de la aplicación)", finalizó.
(Fuente: Infobae)