Periodista asesinado en México De 21 puñaladas frente a su nieto
El homicidio de Carlos Domínguez en Nuevo Laredo es el número 40 en la lista de periodistas asesinados durante la administración de Peña Nieto.
El periodista mexicano, asesinado el sábado pasado en Nuevo Laredo, al noreste del país, recibió 21 puñaladas frente a su nieto de cuatro años, pero no disparos de armas de fuego como se informó en un principio, confirmó ayer el fiscal Irvin Barrios.
El fiscal del estado de Tamaulipas, a cargo de la causa del crimen de Carlos Domínguez, de 69 años, sostuvo que no hubo denuncias de amenazas previas y que fue atacado en un semáforo, presuntamente "por dos personas", cuando manejaba su auto con familiares, destacó la agencia de noticias Dpa.
Entre las primeras versiones que circularon durante el fin de semana, primero se habló de que murió a causa de disparos. Pero hoy, tras el informe de la autopsia, se confirmó la causa de la muerte.
En una entrevista con el Grupo Fórmula de México, el hijo del periodistas, Carlos, contó que "fue un ataque directo", que bajaron a la nuera del auto y le dijeron que "no mirara" y que su padre "puso el seguro pero los asesinos rompieron el vidrio de tres golpes y no le dieron tiempo de bajar del auto".
También contó que su padre "imploró" por su vida, mientras que su nieto de cuatro años, sentado en el asiento trasero, "vio cómo lo mataban".
"Le dieron más de 20 puñaladas, lo mataron con mucha saña", dijo y agregó que la familia está muy dolida porque el presidente Enrique Peña Nieto fue "indiferente" al asesinato.
En medio de protestas para exigir justicia, ayer por la tarde, el cuerpo de Domínguez fue sepultado en la localidad de Nuxco, del municipio de Tecpan en Guerrero, acompañado por familiares y amigos cercanos.
La familia también agradeció que la Procuraduría de Tamaulipas ofrezca hasta dos millones de pesos (algo más de 100 mil dólares) para quien dé información sobre el homicidio, pero la exigencia principal es que investiguen y el hecho no quede impune.
El periodista había trabajado para El Diario de Nuevo Laredo y escribía actualmente una columna política en el portal Horizonte de Matamoros. Su último artículo, publicado el viernes pasado, se tituló "La violencia estremece el suelo mexicano en temporada preelectoral".
En Tamaulipas operan grupos del crimen organizado, pero el modus operandi del asesinato de Domínguez es atípico, ya que estas organizaciones generalmente utilizan armas de fuego para matar a sus víctimas.
El reportero fue asesinado cuando circulaba en auto por una zona céntrica de la ciudad, fronteriza con Estados Unidos.
Nuevo Laredo es uno de los municipios más peligrosos de México y desde hace décadas es enclave para el tráfico de drogas entre México y Estados Unidos, así como también uno de los campos de batalla entre los carteles Los Zetas y Sinaloa.
La Procuraduría General de Justicia inició "de inmediato" las investigaciones para comprobar "alguna vinculación" con la tarea periodística de la víctima.
Domínguez es el segundo periodista asesinado en 2018 en México, aunque en el primer caso se trató de un robo con violencia, según las autoridades.
La madrugada del 6 de enero Gerardo Martínez, de 33 años, editor del diario El Universal, fue ultimado con un arma de fuego en la Ciudad de México cuando había ido a comprar juguetes a una feria por el Día de Reyes.
México fue el país más mortífero para la prensa en el mundo en 2017 con 13 asesinatos, por delante de Afganistán, Irak y Siria, según un informe de la Federación Internacional de Periodistas, aunque se desconoce si todas las muertes estuvieron relacionadas con la profesión.
Con la muerte de Domínguez, ya hay 40 periodistas asesinados en lo que va de la administración del presidente Peña Nieto (2012-18). (Télam)