Panaderías: hay menos ventas y producción pero intentan mantener precios
La baja en la demanda que afrontan los comercios, que llega al 25%, sobre todo después de las elecciones, se sigue sintiendo en los negocios de panificados de la ciudad. Por ahora, no habrá harina dolarizada.
Luego de las Paso de agosto pasado, uno de los costos que aumentó fue el de la harina, esto afectó a las panaderías, sector que afronta una caída de la demanda que alcanza un 25 %, de acuerdo a estimaciones realizadas por los panaderos sanfrancisqueños.
Desde los comercios sostuvieron a LA VOZ DE SAN JUSTO que tuvieron que disminuir la producción, afectados también por la elevada presión impositiva y otros costos como afrontar los salarios.
Con este panorama los panaderos coinciden en que están atravesando un panorama "bastante delicado" que de extenderse, en algunos casos, podría derivar en cierres.
Alberto Marchesini (h), referente del Centro de Panaderos de San Francisco, reflejó la preocupante situación del rubro al reconocer que en el último año "la actividad cayó en alrededor de un 25 %".
En la ciudad la harina no está dolarizada
Mientras en otras provincias del país existe preocupación por que la venta de bolsas de harina "es condicionada a remitos abiertos o sin precio" en virtud de la fluctuación del valor del dólar, en nuestra ciudad aseguran que eso aún no sucede, lo que deja cierto margen de tranquilidad a los panaderos en medio de tanta preocupación.
"En San Francisco se paga la factura en pesos, no hay cobro de la bolsa de harina en dólares como ocurre en otros lugares del país", explicó.
En nuestra ciudad, una bolsa de harina de 50 kilogramos cuesta entre 1.200 y 1.300 pesos y el pago se hace a 15 días de recibido el producto.
Si bien en las panaderías se utiliza la harina 000, con la cual se elabora el pan, facturas y criollos, la harina del tipo 0000 se utiliza para la elaboración de pastas.
En tanto, "uno siempre tiene cierto temor de que cambie" la manera en que se nos vende harina así como también el resto de los insumos como margarina, grasa, huevos, etc.
"Por el momento, los precios de la harina siguen igual desde la última vez que aumentó un 12 % cuando el dólar llegó a 63 pesos", explicó.
De esta manera, si bien no se cobra la harina de acuerdo a la cotización del dólar, este commoditie aumenta su valor ante el alza de la moneda norteamericana. "La harina aumenta porque aumenta el trigo, que es un producto dolarizado", dijo Marchessini.
El sector asegura que la baja del consumo y la suba de los insumos y servicios los tiene contra las cuerdas.
Sin margen para aumentar los precios
Sin embargo, pese a los aumentos en el precio de los insumos, los panaderos reconocen que "ya no podemos" aumentar mucho más el precio de los productos".
"El último aumento fue hace un mes, aproximadamente. No podemos especular mucho, la situación no es buena para ningún sector y en nuestro caso estamos en un momento muy difícil".
Bajó el consumo
"Las tortas y las masas finas ya no se venden como antes", reconoció Marcehsini, quien además explicó que pese al incremento en el precio del pan y sus derivados "la gente sigue comprando con la misma plata, es decir que compra mucho menos que antes porque ya no les alcanza".
Durante 2019 la Federación Argentina de Industrias de Pan tuvo que hacer frente a la declaración de la "emergencia nacional", que produjo el cierre de 1.000 locales en el 2018.
En la Argentina el consumo de pan cayó de 90 kilos por persona en 2015, a menos de 75 kilos per cápita en la actualidad.
Se agrava la situación en la industria del pan
"Son números muy importantes"
Teniendo en cuenta el dinero que representa para el establecimiento la compra de insumo y el pago de servicios como energía eléctrica y gas, el entrevistado no dudó en asegurar que "es muy difícil" poder reunir el dinero necesario para hacer frente al desarrollo normal de la actividad. "Son números muy importantes", afirmó Marchesini.
"Será difícil" pagar el bono salarial
El sector panadero objetó la propuesta del gobierno de imponer un bono de 5.000 pesos como refuerzo salarial en el sector privado.
Marchessini contó que "en una reunión con el Centro de Industriales Panaderos y Afines de Córdoba (Cipac) se analizó el tema. Las empresas están disconformes con esta medida porque es difícil afrontarla".
"La situación está cada vez más difícil. Tenemos una presión muy fuerte que afrontar y si a esto le agregamos el pago de 5.000 pesos más por trabajador, es demasiado".