Padres que festejaron trabajando: juntos, en la cantina
Ellos saben de esfuerzo y vocación. Entre la cotidianidad y la nostalgia que los embarga tienen que trabajar en estas festividades para otorgarle al resto la oportunidad de disfrutar. No obstante, los días libres luego de sus guardias les hacen recordar a los suyos la importancia de la familia. El caso de los papás Gilli.
El oficio de mozo no distingue de días de semana o feriados y más aún de festejos como en el Día del Padre. Precisamente, en momentos en que la mayoría está celebrando, ellos están ahí, al pie del cañón, realizando su trabajo para que otros la pasen lo mejor posible y muy bien servidos, porque mucho de ello depende de que algunos momentos puedan ser inolvidables.
A veces, la tarea diaria se entremezcla con sentimientos muy profundos como en este caso el amor por los hijos. De todas maneras, esta situación fue posible de superar a partir de que toda la familia Gilli comparte un emprendimiento familiar atendiendo la cantina del Club Norte de nuestra ciudad.
Alcides y César, padre e hijo, este domingo fueron los homenajeados pero de la misma manera lo hicieron trabajando, atendiendo a otros papás con la mejor sonrisa.
Alcides Gilli tiene una experiencia de 37 años atendiendo bares por distintos lugares de San Francisco mientras que permanece en la cantina de Club Norte desde hace 17 años.
"El Día del Padre se trabaja siempre en familia. Todos juntos, nos encontramos acá porque es un día como cualquier otro. Acá no hay feriados porque hay que atender a los clientes. Para nosotros, las fiestas o los feriados nos traen más trabajo y hay que cumplirlo bien, atendiendo a la gente que busca pasar un momento agradable", explicó.
"El almuerzo es el momento para estar toda la familia reunida y festejar entre nosotros. Es cuando más nos unimos, para celebrar como ahora el Día del Padre o en octubre, el Día de la Madre o bien otras fiestas especiales como cumpleaños, Navidad o Año Nuevo. Siempre en el bar, porque no se puede cerrar y menos en un momento como este y por eso preferimos estar todos juntos".
Por su parte, César Gilli, de 36 años y padre de Valetina de 4 y Tomás, de apenas un mes y medio, expresó que "trabajar un Día del Padre es como hacerlo cualquier otro domingo. Estamos toda la familia aquí, junto a mi papá y mi mamá con quienes compartimos este trabajo. Yo me crié sabiendo que se trabajaba todos los días y ahora como padre lo veo de la misma manera. Para nosotros es algo normal. Mis hijos, como yo, nacieron en el bar. Es parte de su vida".
Y Comentó que en una celebración como la del Día del Padre "vienen mis hermanos a comer acá, nos reunimos en familia y la pasamos juntos. Uno de los cambios que ocurren con respecto a otros días es que los clientes se van un poco más temprano porque se van a comer cada uno a su casa más para reunirse con sus familias. Vienen a la hora de siempre, pero se van más temprano".