Nutricionistas, los “maestros” de la alimentación en pandemia
Un grupo de profesionales de nuestra ciudad analizó la situación nutricional que vive la población en la emergencia sanitaria. "Se visibilizó más el problema de inseguridad alimentaria por pérdida de ingresos y hubo cambios de hábitos en los hogares con desequilibrios que aumentan la malnutrición", advirtieron.
Por Isabel Fernández | LVSJ
La pandemia de coronavirus, las medidas de aislamiento y distanciamiento social impactaron fuertemente en la nutrición de la población profundizando aún más los problemas de inseguridad alimentaria. Muchos sectores vieron limitado el acceso, la disponibilidad y el consumo de alimentos saludables.
Hoy 11 de agosto se celebra el Día del Nutricionista y éstos profesionales cumplen un rol esencial en este contexto especial ya que son educadores en cuanto a una alimentación sana y equilibrada, brindando herramientas para que las personas puedan optimizar los recursos económicos y logren una adecuada nutrición.
En promedio, San Francisco cuenta con unas 70 licenciadas. Aunque no hay una delegación del Colegio de Nutricionistas de Córdoba, sí existe un grupo de "Comisionadas" creado ante la necesidad de una conexión más directa entre el colegio y los profesionales de la ciudad y la región.
LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con un grupo de licenciadas en Nutrición de nuestra ciudad quienes advirtieron que con la crisis sanitaria "se visibilizó más el problema de inseguridad alimentaria por pérdida de ingresos y hubo cambios de hábitos en los hogares con desequilibrios que aumentan la malnutrición".
Se trata de Alejandra Risso (MP-1466), Laura Granado (MP-2357), Jessica Demarchi (MP-2212), Natacha Leoni (MP-1971), Alicia Bailo (MP-2672), Paola Candelero (MP-1496) y Graciela Ravazzani (MP-2670).
- Teniendo en cuenta las consecuencias en la situación económica ¿Cuáles son los cambios en la alimentación y en los hábitos de los hogares?
Frente a esta situación sin precedentes, se empezaron a gestar cambios de hábitos alimentarios en los hogares, como la disminución de lácteos, de frutas y verduras, esenciales por su aporte de vitaminas y minerales. Y se observó un aumento generalizados del consumo y manipulación de harinas, más económicas y rendidoras, para la elaboración de panes, tortas, bizcochos y hasta medialunas caseras.
Esto en un alto porcentaje fue por necesidad y en un menor porcentaje por hambre emocional o encierro. Estos desequilibrios dan como resultado aumentos de malnutrición, por exceso o déficit.
Rápidamente se pudo visualizar el cambio en la elección de los alimentos de la canasta tanto en cantidad como calidad, debido a la disminución o pérdida de ingresos en las familias.
Todo en su conjunto, hizo que el problema de inseguridad alimentaria, que se viene dando desde décadas en familias o grupos vulnerables, hoy se percibiera más aun, pero lo sorprendente es que también se viera en diversos sectores sociales de nuestra población, obvio resultado de la crisis que fue generando la pandemia.
La seguridad alimentaria de una comunidad depende de tres pilares principales: disponibilidad de alimentos, acceso a los alimentos y utilización de los alimentos. Entonces, vemos que se ha reducido un poco la calidad de los alimentos que se consumen. Si bien hubo más tiempo para elaborar comidas en casa ha aumentado el consumo de alimentos altos en hidratos. Todo ello acompañado del aumento del sedentarismo ya que debido a la pandemia todos nos encontramos muchas horas frente a las pantallas sin tiempo o ganas de realizar actividad física.
- ¿Cuál es el rol social del licenciado en Nutrición en esta situación de pandemia? ¿Cómo debe ser el acompañamiento a la sociedad?
En este contexto nuestro rol como nutricionistas es fundamentalmente como educadores, apoyando y asesorando. Acompañar a las personas y sus familias, asesorando la mejor manera de nutrirse frente a la realidad económica, familiar y social que tengan. Asesorar sobre cómo realizar compras inteligentes y en buenas prácticas para la elaboración y conservación de alimentos, como así también en la planificación de menúes, que ayuden o colaboren a una alimentación saludable y equilibrada, con los alimentos que pueda disponer cada familia, por los módulos alimentarios, tarjeta alimentar entre otros o con el porcentaje de ingresos que pueda destinar para la compra de alimentos. Todo esto siempre tratando de contener y satisfacer sus necesidades alimenticias sin desestimar ciertas tradiciones o costumbres de cada familia.
Es clave acompañar a las familias brindando información confiable sobre una alimentación equilibrada a las personas en consultorio, merenderos, en la preparación de bolsones, incentivando las huertas familiares, etc. para que puedan tener otras alternativas de consumo, muchas veces no conocidas, nutritivas, económicas y que sean viables y puedan realizar con los elementos que tienen.
- ¿Qué se necesitaría mejorar en cuanto a la profesión y la inserción laboral?
Todavía falta conocimiento sobre el alcance de nuestro título para que aumente la importancia en la inserción laboral del licenciado en Nutrición. Estamos capacitados para cumplir funciones preventivas, asistenciales, de educación, administración, investigación, asesoría, consultoría, considerando aspectos políticos, socio-culturales y ecológicos-ambientales.
A nivel ciudad, sería bueno mejorar el número de profesionales en espacios públicos como privados y entre otras cosas también se debería mejorar la cobertura por parte de las obras sociales y en aquellas que ya nos tienen en la cartilla de los prestadores, deberían considerar que el arancel y el número de consultas sea acorde al tratamiento y a la labor profesional. Es necesario que se puedan asegurar procesos de acompañamiento prolongado, porque cambiar hábitos alimentarios y educar en nutrición requiere tiempo.
Un espacio de nuestra profesión, que está siendo más reconocido por la población en general es en el consultorio privado (deportistas, personas con sobrepeso, obesidad o por cambio de estilo alimentario vegetariano-vegano entre otros). Hoy el mismo paciente porque siente la necesidad de nuestro apoyo y consulta.
Los nutricionistas deberíamos ser reconocidos, valorados y respetados y con remuneración acorde a la profesión, en ámbitos como merenderos, hogares de ancianos, en ámbitos escolares, de políticas públicas y en el ámbito de la salud y consultorios.
Los cambios llevaron al personal sanitario a evolucionar y reconocer que hay que basarse en la colaboración conjunta de equipos multidisciplinares para garantizar un sistema de alta calidad en términos de efectividad, experiencia y seguridad asistencial.
¿Que comemos?, ¿Como comemos?, ¿Por qué comemos?, ¿Dónde comemos?, ¿Con quién comemos?. Todas esas preguntas y más, tienen las respuestas en las múltiples áreas de trabajo que abarca un Licenciado en Nutrición.
Una alimentación saludable es especialmente importante para mantener el sistema inmunológico en óptimas condiciones.
¿Por qué se celebra?
Cada 11 de agosto se celebra en toda América Latina el Día del Nutricionista. La fecha elegida se debe a la conmemoración del nacimiento del doctor Pedro Escudero (1877-1963), médico argentino pionero de la nutrición quien fundó en 1935 la Escuela de Nutrición en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Escudero marcó un antes y un después en la historia de la nutrición, las entidades y organizaciones relacionadas reconocen su herencia y promulgan su espíritu entusiasta que explica su reconocimiento como "el padre de la nutrición" primero en Argentina y luego el legado se expandió a toda Latinoamérica.