Mosquitos, trastornos y acciones
Los reclamos de los productores rurales del norte provincial son más que justificados. Lo mismo sucede con las quejas de los habitantes de localidades de toda la región que están soportando la presencia masiva de mosquitos. Los daños a la producción pecuaria pueden ser importantes y la salud pública también puede verse afectada seriamente en virtud de que el mosquito es vector, como se conoce, de enfermedades graves
La Sociedad Rural de Jesús María alertó días atrás por una plaga de
mosquitos que les está provocando pérdidas a varios productores ganaderos del
norte cordobés Según se informó, el problema nace como consecuencia de los
excesos hídricos que provienen del agua que baja de las inundaciones en
Santiago del Estero, a través del Río Dulce. Esto aumentó la población de
mosquitos que se alimentan de la sangre del ganado provocando incluso muertes
de animales, en la zona de La Rinconada (departamento Río Seco). Testimonios fílmicos
caseros y fotografías tomadas en aquella siempre postergada región de la
provincia son elocuentes: los mosquitos han invadido la zona y los trastornos
se acumulan allí tanto para las personas como para la hacienda en pie.
Las lluvias de fines de abril y principios de mayo fueron copiosas en algunas áreas. La humedad ambiente se quedó a "vivir" en una amplia región del país durante varias jornadas. Estas condiciones fueron las más propicias para la invasión de mosquitos que no solo se ha dado en el norte cordobés. La presencia molesta e inquietante de los insectos ha generado alteraciones constantes en la vida de ciudades y pueblos del noreste cordobés, así como también inconvenientes de magnitud en los campos, especialmente en los que se hace ganadería o albergan a rodeos lecheros. Por ello, es imprescindible que las autoridades competentes decidan cursos de acción frente a la plaga, teniendo en cuenta además que estamos viviendo un otoño benigno en cuanto al clima y que los fríos intensos han tardado en arribar.
"Hay una invasión muy grande de mosquitos, y esto está provocando mortandad en animales y molestias en la población circundante a los bañados del Río Dulce, su desembocadura y la conexión con la Laguna de Mar Chiquita", describió Luis Magliano, titular de la entidad ruralista de Jesús María, en declaraciones radiales. Según contó el dirigente agropecuario, "el caso más grave es la mortandad" de los animales, pero además "las molestias también hacen que los animales", entre ellos el ganado vacuno, "no coman, bajen de peso y pierdan leche". "Hay todo un sistema productivo que se ve muy afectado", advirtió.
La información oficial respecto del tema señala que la Provincia, a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería, durante el último fin de semana realizó fumigaciones, pero los productores aseguran que no han sido suficientes para frenar el problema. Afirman que debería llevarse adelante una pulverización mucho más intensiva, habida cuenta de los perjuicios que ya se están contabilizando.
En este marco, la Sociedad Rural de Jesús María sostuvo que en el norte cordobés "el 90% de los productores tienen menos de 100 animales" que "viven en el lugar" y no tienen capacidad económica ni campos a los que desplazar los animales a otras zonas de la provincia. "Lo máximo que pueden hacer -describió- es llevarlos al camino enripiado para que duerman y que no los molesten los mosquitos en determinadas horas del día".
Los reclamos de los productores rurales del norte provincial son más que justificados. Lo mismo sucede con las quejas de los habitantes de localidades de toda la región que están soportando la presencia masiva de mosquitos. No se puede obviar esta situación que requiere de la utilización de todos los medios para aliviarla. Porque los daños a la producción pecuaria serán importantes y porque la salud pública también puede verse afectada seriamente en virtud de que el mosquito es vector, como se conoce, de enfermedades graves.