Merienda a domicilio: la red solidaria que se activó con la pandemia
Un grupo de voluntarios asiste a unos 80 chicos de Morteros, que ya no pueden acercarse al merendero. Les llevan la leche a su casa tres veces por semana. "Innovación social Esperanzas" proyecta además la generación de empleo a las familias más vulnerables por el virus.
Por Vanina Panero | LVSJ
En tiempos de crisis, la solidaridad aparece en su máxima expresión. La necesidad de dar respuestas urgentes a la población obligó a un grupo de voluntarios a adelantar la constitución de una red de ayuda a los más vulnerables. Así, en medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio nació en Morteros la "Red de Innovación Social Esperanzas" conformada por 14 voluntarios de esta ciudad y localidades vecinas.
No se limitan a una sola actividad, sino que la premisa es dar respuesta a la necesidad que surja en la población con especial atención en los niños. Comenzaron con campaña de recolección de alimentos y ropa y actualmente trabajan en barrio Arsenal, asistiendo a unos 80 chicos con la merienda, la cual le acercan a sus casas los lunes, miércoles y viernes.
"Si bien todos ya veníamos realizando tareas solidarias en diferentes instituciones de la ciudad, nos unimos para conformar esta red que nace con la urgencia de la pandemia", expresó a LA VOZ DE SAN JUSTO, Analía Quiroga, integrante del grupo solidario.
Al respecto contó que "ya veníamos hablando de armarla, pero esta situación tan difícil nos llevó a activarnos antes de tiempo".
"La tarea se sustenta en la atención de la población infantil de Arsenal ya que los chicos no pueden asistir al merendero. Les preparamos y llevamos la merienda a su domicilio tres veces por semana", precisó la morterense.
El grupo solidario que busca mejorar la calidad de vida de los más chicos
Una ciudad con empatía
Según contó Quiroga, todo se maneja con donaciones de instituciones y particulares, entre ellos 8 kilos deproductos de panificación por semana, que dona la cooperativa de Servicios Públicos de Morteros.
Son alrededor de 480 litros de leche los que se fraccionan por mes y se entregan "casa por casa" a unos 80 chicos, en su mayoría de barrio Arsenal.
"Comenzamos a trabajar a las 14.30 con todas las medidas de higiene y para garantizar que las meriendas lleguen calentitas a la casa de los chicos", señaló.
En botellas y lista para beber, entregan la leche y yogurt en barrio Arsenal
Mermeladas solidarias
Quiroga destacó la colaboración de toda la comunidad de Morteros y recordó que recientemente recibieron la donación de una cosecha de coreanitos por parte de un productor rural.
Con la misma elaboraron 30 kilos de mermelada que destinarán a las meriendas de los chicos y un excedente para la venta cuyos fondos serán utilizados para la compra de nuevos insumos.
"Como era mucha cantidad, el sobrante lo vendemos para seguir comprando mercadería para el merendero", precisó Quiroga.
Las mismas tienen un valor de $100 cada pote. Los interesados pueden contactarse a través de las redes del grupo solidario o al teléfono 03562 415788 (Analía Quiroga).
Ayuda regional
Finalmente Quiroga contó que si bien la red nació en Morteros, integra además a personas de localidades vecinas como Freyre, Colonia Vignaud y Porteña. "Como no podemos juntarnos, las reuniones se hacen por zoom; la idea es movilizarnos y dar respuestas a las necesidades también a nivel regional".
Bioconstrucción para generar empleo familiar
La morterense contó que el nombre de la red responde a un objetivo común pospandemia: "queremos comenzar a innovar la sociedad desde el punto de vista del consumismo y los valores que se perdieron, así como también aquellos que resurgieron con esta crisis sanitaria y económica".
"Apuntamos a mostrar ´otra cara´ a la situación y brindarle a la gente una mejor calidad de vida, sobre todo a los niños", continuó.
Según anticipó, "la idea es trabajar en ese cambio, sobre todo en lo vinculado a la parte de sustentabilidad, tratando de generar empleo a las familias "con los recursos disponibles".
En este sentido, Quiroga mencionó herramientas como la bioconstrucción o huertas comunitarias como alternativas de empleo, proyectos que iniciaron y quedaron paralizados por el virus.