Madres y guerreras en la pandemia
La amenaza del coronavirus puso también a las madres en la línea de fuego. Todas, de alguna manera, son guerreras que no pierden nunca la esperanza, no se rinden y rezan en este tiempo difícil para que la gente se cuide y no avance el virus. En el Día de la Madre, contamos la historia de tres mamás sanfrancisqueñas que tienen mucho por qué pelear.
Por Isabel Fernández|LVSJ
Mamá es la que cuida, siempre. Con mamá cualquier tormenta es pequeña, el raspón no duele tanto y los monstruos ya no aparecen en la oscuridad.
La amenaza del coronavirus puso también a las madres en la línea de fuego. Todas, de alguna manera, son guerreras que no pierden nunca la esperanza, no se rinden y rezan en este tiempo difícil para que la gente se cuide y no avance el virus.
Hoy en el Día de la Madre, LA VOZ DE SAN JUSTO cuenta la historia de vida de tres mamás sanfrancisqueñas que tienen mucho por qué pelear. Dos tienen hijas con discapacidad, que son de riesgo ante el "enemigo silencioso", y la tercera es profesional de la salud, con toda la exposición que eso implica para ella y su familia.
Carolina Favot, tiene a Candela (16) con parálisis cerebral, Valeria Cagnolo lucha por Regina de (2) que nació con Sindrome de Down y tiene fibrosis pulmonar y Eugenia Martelli, kinesióloga y mamá, que no solo vela por la salud de sus hijos sino también por la de otros como Cande y Regi a quienes asiste en su desarrollo.
La lucha de ellas es diferente, porque sus hijas enfrentan problemas de salud, sus capacidades pulmonares no siempre están en buenas condiciones y puede ser muy grave que se enfermen. Trabajan, son enfermeras, maestras y tienen miedo de llevar el virus a su casa, por eso toman todas las precauciones. Para ellas en este día, uno de los mejores regalos sería que la comunidad tome conciencia sobre la necesidad de solidaridad y empatía, el entender que si nos cuidamos nosotros, estamos cuidando a los demás, especialmente a los chicos con discapacidad.
Todas piden empatía a la sociedad en esta emergencia para evitar el avance del virus. "Sabemos que la gente está cansada de estar encerrada, muchos ya no tienen en cuenta muchas precauciones. Lo que pasa es que para la gente que es sana, es diferente, pero para nuestras hijas que tienen otras patologías contagiarse puede ser terrible", afirmaron Valeria y Carolina.
Agregaron que si una persona "no quiere cuidarse por sí misma que lo haga por la persona que realmente lo necesita, que piensen en quienes tienen riesgo, que se pongan en nuestro lugar porque necesitamos que nuestros hijas pasen esto de la mejor manera posible".
"Una familia, un equipo", Regina junto a su mamá Valeria, su papá y hermanas
Un equipo que sostiene la vida de Regina
Regina nació con Síndrome de Down pero cuando era bebé tuvo una complicación por una bronquiolitis y luego fue operada de una cardiopatía congénita. Estuvo intubada más de cien días durante su internación y eso le provocó fibrosis pulmonar por lo que necesitó de una traqueotomía para poder respirar bien.
Hoy, con 2 años y diez meses, Regina sigue creciendo rodeada del amor de su familia. Su mamá Valeria Cagnolo, su papá Ariel Ortega y sus hermanas Ariana y Constanza. Todos forman un equipo para sostener la vida y el desarrollo de Regi y en este contexto de pandemia los cuidados son estrictos porque es una paciente de riesgo.
"Todo esto que estamos viviendo da miedo, porque Regina es una paciente de riesgo como otros niños con problemas. Hoy soy mamá, soy fonoaudióloga, soy kinesiorespiratoria, todo lo que sea necesario. Mi casa es como un sanatorio, usamos barbijo, alcohol en gel, batas. Mi mejor regalo para el día de la madre es la salud que mi hija necesita y seguir teniendo la fuerza necesaria", contó Valeria.
Aseguró que con la pandemia "las terapias se modificaron porque el acompañamiento se realiza a través de videollamadas con pautas que nos brindan porque priorizamos cuidar a Regi, entonces es importante que no entre tanta gente a casa para evitar contagios. Ella tiene una traqueotomía que es una puerta de entrada para cualquier virus. Aparte de una familia nosotros somos un equipo en esto".
"Hoy priorizamos su salud, cuidarla y no exponerla al virus, pero también seguimos adelante con el trabajo del equipo de salud para su desarrollo -dijo-. Es una nena que cognitivamente es como cualquier niño de dos años y medio".
Valeria aseguró que actualmente no está trabajando y admitió que el salir "sería exponerla, porque siempre pienso en que podría contagiarla".
"No soy ejemplo de nadie y de nada, hago lo mejor que puedo y creo para mi hija, cada hogar tiene sus propias batallas. Es importante pensar en las familias que lo están pasando peor o donde hay otro riesgo y tomar conciencia", remarcó Valeria.
La lucha es el día a día, Carolina y Candela junto Eugenia su kinesióloga
"Tenemos que seguir cuidándonos"
Carolina Favot es mamá de Candela de 16 años que nació con hidrocefalia y tiene parálisis cerebral, también de Julia de 2 años. Candela tiene sus pulmones delicados y necesita kinesiología además de la atención de un equipo interdisciplinario en su desarrollo.
En esta pandemia es una persona de riesgo y Carolina con el apoyo de sus padres Silvia y Daniel y su pareja Leandro, hace todo para que el virus no llegue a su casa.
Por los problemas de salud de Candela, se recibió de acompañante terapéutica y actualmente trabaja con otros chicos que necesitan como su hija.
Los cuidados en su casa son extremos por la pandemia. "Uso barbijo, en mi casa en todos lados y hasta en mi moto hay alcohol en gel. Cuando vuelvo de trabajar me saco toda la ropa, me baño y todos nos cuidamos. Candela está la mayoría del tiempo en su pieza mira televisión y cada vez que entro para atenderla me aseguro de mantener la higiene para evitar cualquier contagio", afirmó.
"Me da miedo contagiarme y que el virus llegue a Candela, es de riesgo y puede terminar en una terapia o que la situación pase a mayores -afirmó-. Tenemos que cuidarnos para cuidar a los demás, por ahí estamos cansados porque ya hace mucho tiempo que estamos así, pero es importante cuidarnos, este virus es terrible y si lo sufre un niño como Cande puede tener consecuencias graves".
Carolina dejó un saludo para su mamá Silvia y al personal médico que atiende a Candela en este tiempo. "Mi mamá Silvia se cuida mucho también y nos vemos solamente desde afuera cuando voy a llevarle cosas, con el distanciamiento correspondiente . Estamos en constante comunicación a través de videollamadas, igual que con mi hermana que vive en Villa María y mi papá que está en Córdoba".
"Tenemos que seguir cuidándonos, tener paciencia y saber qué todo pasa. Deseo un feliz día a todas las mamás y especialmente a las de niños con discapacidad", finalizó. Pasa a página 26
El compromiso y esfuerzo de una mamá y personal de salud
En una publicación que hizo en su Facebook hace unos días, la kinesióloga Eugenia Martelli llamó a la sociedad a ser más empática y visibilizó la realidad de las familias de chicos con discapacidad y el esfuerzo del personal de la salud.
"Mi papá una vez me dijo que la empatía se demuestra con actos no con palabras, y que es fácil pedirla pero es un compromiso ejercerla. Creo que está situación de emergencia sanitaria nos ha puesto a prueba. Cómo recomendación pido que la sociedad se cuide, que piense en todos los niños y abuelos que sin dar opinión se adaptan. Y que nos puede tocar a todos, sin enloquecer, cuidarse", dijo Eugenia.
Aseguró que en esta crisis, como en otras que ya vivimos como la de la gripe A, siente los miedos lógicos y siempre trata de cuidar a su familia. Aunque cuando llega a casa no puede abrazar enseguida a sus hijos Isabella y Lorenzo, aseguró que es bueno poder ayudar a quienes necesitan de su terapias.
"Trabajar en una área tan delicada como vía respiratoria siempre nos expone, hoy con el coronavirus pero hace años con la gripe A. Siempre tratando de cuidar nuestra familia cambiarse antes de llegar y no abrazar a tu hijos enseguida y es doloroso por momentos pero muy gratificante también porque podemos ayudar en esta crisis", afirmó.
Más cuidados y apoyo
Agregó que ahora los cuidados "son más intensos, para muchos profesionales de la salud ya es habitual el lavado de manos, y demás precauciones para atender. En estos tiempos agregamos los equipos de protección personal, como bata,barbijo, máscara o lentes, guantes, cofia. Es la clave de la atención. Además de organizar los turnos según algún paciente este con algún cuadro infeccioso particular. Una forma de cuidarme y cuidarlos".
Eugenia admitió que en su tarea diaria muchas veces es kinesióloga, amiga, un poco psicóloga, alguien que contiene también a estas familias que pasan por momentos difíciles. "Todos estos niños han pasado y pasan por situaciones complejas de salud, recaídas, por lo que importante dar nuestro apoyo".
Finalmente dejó un saludo para todas las madres "sobre todo a aquellas mamás que velan por la salud de sus niños con discapacidad y las mamás profesionales de la salud y otras que trabajan por el beneficio de la comunidad, como maestras, policías, etc.".