“Los cuadernos con los puntajes para ella eran su computadora”
Gabriela Rapari es la hija de Elda Silvestre, la abuela que llevaba con todo detalle lo que sucedía en el "Bailando por un sueño". El recuerdo de su mamá y la nostalgia por su ausencia la llevó a contarle la historia a Marcelo Tinelli. Ahora en el cielo ella es la "famosa"
Por Ivana Acosta
Elda Silvestre era una abuela sanfrancisqueña que disfrutaba de ver el programa de Marcelo Tinelli. Su nombre se hizo conocido por el mensaje que le mandó al conductor televisivo su hija Gabriela Rapari, a través de las redes sociales donde le contó sobre la bitácora que encontraron con los resultados que ella prolijamente anotaba.
Aun con el dolor a flor de piel por la pérdida de su mamá hace tres meses la mujer dejó el mensaje en el muro de Tinelli "sin ninguna expectativa".
Desde entonces sus nombres fueron repetidos muchas veces en distintos medios de todo el país. Elda se había hecho famosa tanto como su nieto, el defensor de Sportivo Belgrano Matías Barbero.
Sin embargo, más allá de la anécdota lo que la abuela dejó entre sus cosas - y que la familia descubrió - da cuenta de una pasión que la mujer tenía y que ahora quedó como legado para su hija y nietos algo que los ayuda en estos tiempos difíciles.
Sin querer, Elda y Marcelo Tinelli se conocieron y se unieron para darles alivio tras la pérdida de la abuela "más famosa del país".
Legado escondido
Gabriela aun está sorprendida dijo que "nunca pensó que ese simple mensaje tendría tanta repercusión". Lo hizo sin ninguna expectativa de "fama" pero sí con la idea de homenajear indirectamente a su mamá y dar a conocer su historia.
Elda tenía todo prolijamente guardado en su casa donde vivía sola y a diario recibía a su hija Gabriela para conversar y disfrutar de las tardes. "No se perdía ningún programa, en los últimos años solamente se acostaba un ratito antes pero a las 22.30 tenía puesto el despertador para mirar", contó su hija a LA VOZ DE SAN JUSTO.
Con esa "siesta" previa, Elda "aguantaba" hasta el final de cada programa aunque en algunas ocasiones "protestaba por el horario tardío en que terminaba" y después anotaba religiosamente cada puntaje para las parejas que les daban los jurados en el certamen del "Bailando por un sueño".
De esta forma, la abuela fue llenando hojas enteras de los cuadernos archivando cada momento del programa como si pudiera olvidarlos de su propia memoria. Cada uno era archivado y no vieron la luz hasta ahora después de su muerte como una especie de legado.
"Nosotros veíamos borradores con el puntaje de la noche anterior pero no sabíamos que lo pasaba tan prolijo a un cuaderno, y que usaba distintas lapiceras de colores, ni que tenía recortes del diario. Ella decía que era su computadora", recordó sonriente la mujer.
"No se perdía ningún programa, en los últimos años solamente se acostaba un ratito antes pero a las 22.30 tenía puesto el despertador para mirar".
Inesperado
Hace 3 meses, a los 88 años, Elda dijo basta y partió. Su familia acomodando las cosas halló los diarios de su mamá que ahora atesora como un regalo que ella le dejó.
Precisamente fue esa nostalgia la que hizo que contara sin expectativa alguna la historia al conductor del programa que Elda admiraba.
"Cuando vimos los cuadernos dijimos con mi hermana, mi hija y sobrinas esto lo tiene que saber Tinelli. Por eso le escribí por privado un mensajito sin ninguna expectativa ¡Mirá si Tinelli iba a leer mi mensaje !", explicó Gabriela.
Aunque ella no lo creía, alguien lo leyó. "No sé si él o algún asistente pero me contestaron al día siguiente agradeciéndome el mensaje. Yo re feliz por mi vieja. Después a la tarde Tinelli subió un tweet y ahí se armó todo esto", narró.
A Matías Barbero ahora su abuela Elda desde el cielo "le disputa la fama".