Ley de Alquileres: “No favoreció a ninguna de las partes”
Pese a que el inicio del debate para una modificación de la normativa volvió a mostrar posiciones encontradas entre quienes alquilan y el sector inmobiliario, sostienen que se está "muy lejos de ser una guerra entre inquilinos y propietarios" y responsabilizan a la coyuntura económica caracterizada por la incertidumbre.
Mientras la Cámara de Diputados de la Nación comenzó el debate en comisión de los diferentes proyectos presentados para modificar la controvertida Ley de Alquileres, los inquilinos de San Francisco se mostraron a favor de efectuar inmediatas modificaciones a la normativa vigente desde junio de 2020.
Desde el oficialismo se propone que la actual ley sea reemplazada por otra a través de la cual se incluye renta social, topes e impuesto a la vivienda vacía.
La agrupación Inquilinos San Francisco no se mostró sorprendida por las consecuencias que trajo aparejada la actual ley de alquileres que ahora se intenta modificar.
Si bien todo comenzó por la inquietud de una sola persona, actualmente unas 800 integran este grupo que trabajan para visibilizar la problemática que envuelve a quienes no cuentan con una vivienda propia y deben pugnar por hallar inmuebles en condiciones para residir.
En ese sentido, el titular de la agrupación, Gastón Funes, aseguró a LA VOZ DE SAN JUSTO que "esto es algo que lamentablemente veíamos venir" desde que se sancionó la ley en el Congreso de la Nación señalando además que "la ley de alquileres no favoreció a ninguna de las partes".
"Siempre estamos atravesando el mismo problema porque con la crisis económica recurrente que vivimos los argentinos, los salarios corren por detrás de la inflación y en este caso los alquileres estuvieron aumentando más de lo que aumentaban los sueldos y eso hace que sea más difícil poder sostenerlos", explicó.
Entre las principales objeciones a la actual ley, Funes cuestionó la extensión en el plazo de los contratos que pasaron de 2 a 3 años indicando que "esto genera incertidumbre" no solo entre los propietarios, sino que además esto se traslada a los inquilinos y hasta las inmobiliarias.
"A los propietarios y las inmobiliarias no les quedó otra alternativa que pedir locuras por el alquiler de una propiedad para asegurarse no perder dinero luego -siguió Funes-. La actual situación está muy lejos de ser una guerra entre inquilinos y propietarios" ya que "como inquilinos entendemos que todo es caro, sobre todo cuando se tiene que acometer una refacción de un inmueble en alquiler".
"Los más afectados terminan siendo los trabajadores que tienen, porque como pasa siempre, el hilo se corta por lo más delgado", expresó.
Durante el tiempo de vigencia de la actual ley, Funes reconoció que "se han generado todo tipo de inconvenientes; se dieron casos de personas que han sido desalojadas".
"En este momento es muy difícil vivir en la Argentina, un país donde se pierde a diario el poder adquisitivo y en este contexto hay personas que fueron desalojados de la vivienda que habitaban", reiteró.
Sobre los intentos de reforma de la actual legislación se mostró cauto y escéptico ya que "se pueden tratar muchas iniciativas que busquen renovar el panorama, pero la raíz del problema tiene que ver con la situación económica tan delicada que se vive en el país".
Funes exclamó: "Hace falta una política clara en materia de viviendas" ya que "la oferta es cada vez menor y la demanda crece notoriamente" junto a "la locura de requisitos" que se solicitan al momento de intentar alquilar.
El padecimiento de renovar contrato
La historia de Elide Mercedes Velásquez, una jubilada de 72 años, marca a las claras la angustiante situación por la que atraviesan muchos inquilinos al enfrentarse a la renovación del contrato de alquiler.
En este caso, Elide como tantas otras mujeres jubiladas, percibe una remuneración mensual de 32.630 pesos y hace un año que vive en un departamento alquilado en barrio Roca. A partir del actual mes de abril renovó su contrato y le "cayó como una bomba" ya que "hasta el mes pasado pagaba un alquiler a 12.500 pesos y ahora tengo que pagar 20.000 pesos".
En primera persona. Elide Velásquez es jubilada, alquila y pasó de pagar $12.500 a $20.000.
"El nuevo monto de alquiler me cayó como una bomba ¿Cómo hago para vivir un mes entero con 12.000 pesos? Con eso puedo comer una semana, el problema es qué hago en el resto del mes. Es una situación muy triste la que nos toca vivir a los jubilados que encima tenemos que pagar un alquiler. En mi caso, hasta he tenido que pedir dinero prestado", contó.
Atento a la situación, Elide reconoció que "es muy difícil" pensar en abandonar el inmueble que actualmente ocupa para buscar otro con un alquiler más económico, "porque al tener un contrato de tres años hay que enfrentar muchos gastos antes de salir del mismo".
Igualmente, se preguntó que en caso de decidir buscar un nuevo lugar para habitar "¿cuánto tengo que pagar en concepto de depósito previo y todo lo demás? Parece me voy a tener que ir a vivir a una plaza, porque otra solución no queda", se lamentó.
Ante el debate de una nueva Ley de Alquileres, esta vecina de nuestra ciudad se mostró esperanzada en que al menos "cambien las cosas para bien. Estamos rogando para que algo cambie y que, por lo menos, a los que nos toca pasar por esto podamos mejorar un poco ya que siendo jubilada con la mínima y pagando un alquiler, la vida no es para nada sencilla".