Lautaro Rosso Magnano: “Soy feliz como hubiera querido mi mamá”
Uno de los hijos mellizos de Gustavo Rosso y la recordada modelo internacional Solange Magnano incursiona en el teatro para explotar el talento artístico que asegura heredó de su mamá. El apoyo incondicional de su familia, el descubrimiento de su sexualidad, el amor como impulsor y su mamá como inspiración.
Mirada penetrante, altura destacable, gestualidad arrasadora y una sonrisa incomparable. Esas virtudes físicas destacaban a la modelo Solange Magnano que falleció en 2009 luego de una intervención estética.
En el mundo de las pasarelas, ella sobresalía por su personalidad avasalladora, inquietante y misteriosa y a su vez despampanante y sin prejuicios.
Su talento artístico sin dudas la elevaba al máximo y por esa razón se convirtió en una de las súper modelos más importantes de la Argentina, siendo musa inspiradora de grandes diseñadores de alta costura como Roberto Piazza.
Su majestuosidad y talento la heredaron sus hijos mellizos Bruno y Lautaro, pero es "Lauti" el que lo lleva a flor de piel porque a sus 19 años decidió enfrentar sus traumas y comenzar clases de teatro junto a Adrián Vocos, donde comenzó a brillar sobre el escenario.
En esa naturalidad expresiva, Lautaro está cursando el segundo año de la carrera de Médico Veterinario de Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional del Litoral de la ciudad de Esperanza en la provincia de Santa Fe, su otra faceta.
Para el joven no hay límites y la vida merece ser vivida a pleno, siempre de manera positiva. Así, descubrió su sexualidad y a los 16 años le confesó a su familia su orientación. Con Solange como inspiración, Lautaro aseguró que es feliz como hubiera querido su mamá.
- ¿De profesión artista?
Amo la actuación pero lo tengo como un hobby. El problema de la vida actoral es que a nivel profesional es riesgosa porque es muy difícil mantenerse económicamente. Son muy pocos los que llegan lejos y al éxito pero por otro lado, también amo la medicina veterinaria y entendí que con ésta profesión puedo seguir haciendo teatro, que es lo que me llena el alma.
- ¿Tenés dos facetas?
Sí, dos personalidades que conviven en mí. Puedo ser muy serio y estructurado cuando es necesario pero también tengo mi locura actoral.
- ¿Con cuál te identificas?
Con el Lautaro actor sin lugar a dudas. "El" Lautaro que es más serio casi ni aparece en la medicina veterinaria. Siempre estoy con energía, soy extrovertido y buena onda. Así soy con todo y con mi trabajo también porque tuve la posibilidad de hacer mis primeros pasos en una veterinaria para ver con qué me iba a encontrar en mi futuro después del estudio universitario y siempre lo hice con humor. Para mí el humor es la base de todo.
- Esa es una excelente actitud...
Todo lo tomo con humor y buena onda. Siempre intento reírme de la vida, de tomar todo como una sátira. A los problemas los supero con humor.
- ¿El teatro también es un canal para superar cualquier problema?
Ciento por ciento. Arranqué clases de teatro particulares en noviembre de 2020 en el Estudio Teatro de Adrián Vocos y es una forma de canalizar los problemas. También el psicólogo. El teatro sirve para exteriorizar muchas cosas y los problemas pero Adrián siempre me explica que es importante saber que hacer teatro no debe ser una catarsis, que si te subís a un escenario no tenés que sufrir el papel que interpretes porque ese personaje lo vas a hacer una y mil veces. Uno debe ponerse en la piel del personaje pero no sos "ese" individuo sino que estás actuando de él. Si es verdad que después de actuar, te desinflás de los problemas.
A sus 19 años, Lautaro disfruta de estudiar su carrera de Médico Veterinario mientras el teatro es un disfrute.
- Pero la actuación no es algo nuevo en tu vida...
De chiquito siempre me gustó la actuación. Mi primera participación en una obra fue a los 11 años, dos años después de la muerte de mi mamá. Me llamaron para para la obra "Narcisa Garay, mujer para llorar", una comedia dramática. Me enamoró por completo. Además, siempre hacíamos shows con mis primos. Me ponía en la piel de presentador de televisión, de circense, de todo.
- ¿Y tu mellizo Bruno? ¿Es como vos?
Él tiene una personalidad completamente diferente a la mía. Somos el día y la noche pero nos complementamos.
- ¿Qué significa el arte en tu vida?
El arte es hermoso, único, maravilloso. El teatro salva vidas. Por la pandemia tuve que participar de clases virtuales de teatro y mi profesor me dijo que estoy creciendo exponencialmente. Al estar aislado en mi casa (Lautaro dio positivo de covid 19), el teatro se convirtió en una manera de quitarme toda la bronca de encima y me olvido de todas las dolencias que me provoca este virus. La misma psicóloga me dijo que haga arte a mis miedos y así fue. El primer monólogo que interpreté en teatro fue personalizar una fobia que tenía de chico y lo afronté. A ese miedo lo convertí en arte.
Mi mamá, mi inspiración
El recuerdo familiar. Lautaro y su hermano Bruno conservan en su departamento esta fotografía de uno de los últimos viajes con su mamá Solange quien falleció en 2009.
- ¿Qué recuerdos tenés de Solange?
Recuerdo que una vez vinieron Roberto Piazza y su pareja a cenar a la casa de mis abuelos en Josefina. También había otros famosos en esa ocasión. Por otro lado, conservo imágenes, álbumes y cuadro de ella con un portarretrato de un viaje al Parque de la Costa. Esa foto es muy importante para mí porque estamos los cuatro juntos y yo hice gestos, ya actuaba.
- Dicen que muchas veces el talento se hereda y vos amas el arte. ¿Qué hay de tu mamá en vos?
Admiré y admiro muchísimo a mi mamá. El modelaje, aunque no sea 100 % actuación es arte y era una locura ver una mujer como ella así de imponente, cómo posaba para las fotos o caminaba sobre una pasarela. Con solo ver una foto y no teniéndola físicamente presente, no dudo un minuto en pensar; "Guau, qué mujer". Mi mamá era una artista en lo suyo y su madre, mi abuela, se disfrazaba y nos divertía a todos. El arte se hereda, lo tenés y lo sentís en tu esencia; nadie puede obligarte a amar algo como el teatro.
- Físicamente sos muy parecido a ella...
¡Es un debate abierto! Para muchos soy parecido a mi papá pero para otros, como vos, a mí mamá. Siempre digo que ésta cara, éstos ojos y estos labios carnosos son de ella y no se discute. De hecho, tengo muchas más cosas de los Magnano y algunos me dicen que cuando pongo "cara de modelo", mi rostro es una copia del de ella.
- ¿Buscás inspiración en tu mamá?
Mi mamá es mi inspiración todos los días de mi vida. Hice mi primera sesión de fotos profesional como modelo y me sentí como ella. Mientras la hacíamos pensaba en qué haría ella, cómo se podría ante la cámara, cómo se pararía. Fue como ponerme en la piel de mi mamá y eso me encantó. En gran parte de mis días, trato de ser como era ella, de "llevarme el mundo por delante" en el buen sentido del término.
- ¿Ah, sí?
En la vida me tocó afrontar muchas cosas como mi orientación sexual. San Francisco es una ciudad que creció muchísimo pero la mente es cerrada en muchas cuestiones. Cuando te pasa lo mismo que a mí, tenés que comerte el mundo y no dejar que el mundo te coma a vos, que me acepten como soy y que no me importe lo que piensen los demás o una institución.
- ¿Sufriste discriminación por tu orientación sexual?
Por suerte nunca sufrí discriminación como le pasó a amigos que los insultan gritándoles "Puto" o los golpean. Cuando apenas "salí del closet" con 16 años recuerdo haber visto cómo una mujer le tapó los ojos a su hija para que no viera un beso entre dos amigos.
"Sufro el amor, porque soy un enamorado del amor", confió Lautaro a LA VOZ DE SAN JUSTO.
- ¿Estás en pareja?
¡No! El concepto de romanticismo o pareja de estos tiempos no concuerda con el mío. La gente va a lo genital y es difícil encontrar a alguien que sea monogámico y tradicional. Lo más importante en una pareja es el respeto y el amor, y hoy te usan para tener sexo y nada más. Sufro el amor, porque soy un enamorado del amor.
- Es un pensamiento muy maduro de tu parte...
Siempre conté con el apoyo incondicional de mi familia y el teatro me ayudó a trabajar mi autoestima porque cuando estás haciendo un monólogo, estás solo y no tenés a nadie que te acompañe. Tenés que confiar en vos mismo.
- ¿Creés que tu mamá tenía mucho amor propio?
Seguro. El amor por uno mismo se trabaja día a día y funciona. En mi familia, el amor es el impulsor de todo.
- ¿Qué pensás que diría Sol sobre tu faceta artística?
Con mi papá siempre hablamos que si ella estuviese físicamente con nosotros difícilmente estaría estudiando Medicina Veterinaria. Seguramente estaría viviendo en Europa, desfilando, modelando o actuando porque ella me hubiera guiado hacia ese mundo.
- ¿No te irías a vivir del arte?
Me veo en esos lugares donde estuvo ella pero al mismo tiempo decidí medicina veterinaria porque quiero salvar la vida de los animales.
- ¿Y qué consejos te daría?
Hace unos días encontré un álbum de fotos casero que ella misma hizo con imágenes nuestras desde bebes hasta los 8 años, un año antes de fallecer y entre las frases que escribió, una decía que seamos felices y buenas personas. Soy feliz como hubiera querido mi mamá.