La soja suma porotos en la zona núcleo: prevén caída de las rotaciones
La falta de lluvias generó que la superficie de trigo implantada sea menor y las estimaciones para maíz no son las mejores. Antes este escenario, el productor se volcaría por la soja. Así lo estima un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
La campaña 2020/21 de granos podría comenzar con el quiebre de una tendencia que se mantiene hace ya 5 años en el campo argentino: el continuo avance del trigo y el maíz en la rotación de cultivos en detrimento de la soja. Si bien la caída en la participación de los cereales sería reducida en la zona agrícola núcleo, significará un aumento en la presencia de la oleaginosa y una retracción de las gramíneas por cuestiones climáticas y de precios.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en el actual ciclo, por cada hectárea con maíz y trigo implantado se sembrará 1,75 hectáreas con soja. Siendo que en la campaña 2019/2020 había marcado el récord de rotaciones, cuando por cada hectárea con ambos cereales sólo hubo 1,6 con soja en la zona núcleo.
Luego de 5 años de subas en gramíneas, caen las rotaciones y vuelve la soja en zona núcleo
El trigo cordobés, el más complicado por la falta de agua
Entre los factores que atribuyen a la caída del área de gramíneas en la región, la Bolsa rosarina identifica al clima, y en especial a la falta de agua en la porción de Córdoba.
"En la actualidad la zona más afectada por la falta de lluvias es Córdoba, donde faltan más de 80 milímetros. Esta región fue el territorio con mayor recorte de área triguera", señala el informe.
En lo que respecta a Córdoba, el 75 % del trigo está macollando con frío y sin agua. "El 10% de los lotes está emergiendo, un 15% emitiendo hojas y un 75% macollando", destacaron.
En tanto advierten que siesta situación no mejora, la falta de agua en el perfil también pone en dudas la intención de siembra del maíz.
En el centro sur de Santa Fe, por su parte, la intención de siembra de maíz oscila entre mantener el área a disminuirla 10 por ciento, con algún extremo que llega hasta 30 por ciento. Distinta es la situación de las áreas bonaerenses que lograron sembrar el trigo y mantener la proporción de gramíneas en la rotación. Pero, lo que ganó en trigo planean recortarlo en hectáreas de maíz, por lo que se estaría ante una disminución en la intención de siembra.
"El maíz es un cultivo muy caro de hacer. La carga financiera que hay que aplicar por hectárea es mucho más importante que en soja", señalaron
Recortes
Tal como se destacó, la falta de lluvias puso en jaque al trigo. La estimación de área triguera de la región núcleo pasó de 1,8 a 1,64 millones de hectáreas.
Desde la BCR señalaron que ahora están en juego 100.000 hectáreas y que dependen de las lluvias del próximo fin de semana. "Los pronósticos indican que las lluvias más importantes se recostarían sobre el norte bonaerense y podrían llegar al resto de la región en forma aislada. En el este cordobés y el sur santafesino todavía falta un 30% por sembrar", aseguran desde GEA.
Por otra parte, se multiplican los lotes trigueros con pérdidas de hojas basales, amarillamiento y falta de vigor." Se considera que 150.000 hectáreas se encuentran en condiciones regulares, mientras que el resto de los lotes se reparten entre muy buenas a buenas condiciones", sostuvieron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
Por su parte, en el centro sur de Santa Fe se observa aparición de pulgones. En caso de continuar la sequía, los trigos podrían perder macollos y algunos rodeos, donde se reduciría el stand de plantas.
Una señal de alerta
Para el Jefe de la Guía Estratégica para el Agro de la BCR, Cristian Russo, la baja en la participación de las gramíneas "es una señal de alerta".
"La práctica de rotar significa ir cambiando de cultivo. Lo que se notaba en la región núcleo y en buena parte del país es que hace seis años ibas por la ruta y veías el mismo verde que se prolongaba, el verde de la soja. Eso empezó a cambiar, y se veía mucho más maíz y trigo".
Maíz: incertidumbre local y externa
Según el informe de la BCR, la caída en la participación de las gramíneas a favor de la soja se debe a dos cuestiones centrales: a los inconvenientes climáticos y a la "incertidumbre local y externa, en lo que a precios se refiere", especialmente en el mercado de maíz.
"A nivel local, la incertidumbre aparece en las decisiones de siembra. Cuando apareció la medida tomada por el Banco Central en junio pasado que limitaba el acceso a dólares para importaciones, por más que la situación quedó igual, hubo una suba de precios en fertilizantes, porque no se sabía lo que iba a pasar".
"Otra cuestión que estamos notando cuando hablamos con gente que está alejada de los puntos de entrega, sobre todo en el norte, nos dicen que es un año muy complejo para hacerlo y el otro gran peso es el tema del clima, como ya lo dijimos", comentó Russo.
Por otro lado, señaló que "el maíz es un cultivo muy caro de hacer. La carga financiera que hay que aplicar por hectárea es mucho más importante que en soja, por el valor de la semilla y la fertilización. Ya ahí te cambia un poco cómo lo proyectan los productores en el retorno por peso invertido. Sin embargo, el margen está por encima del que registra la soja, pero ante la cuestión de que hay que poner mucho más dinero, el riesgo es diferente. Es por eso que los productores están dudando".
Los cultivos de invierno como el garbanzo
y el trigo atraviesan los primeros estadios con algunas complicaciones climáticas
en Córdoba que, según el pronóstico de la Bolsa de Cereales de la provincia,
"podrían empeorar en las próximas semanas". El Informe Agrícola de la entidad detalló
ayer que la superficie sembrada del trigo alcanza 1,2 millones de hectáreas en toda la
provincia y el cultivo presenta por ahora síntomas de estrés hídrico leve. La superficie sembrada actual, se indicó,
representa un 23% menos que la campaña anterior, y a finales de junio se
concluyó con el 100% del área destinada al cultivo. Con respecto al garbanzo, la superficie
de siembra se estimó en 17.800 hectáreas y la evaluación es que el cultivo se
encuentra en buenas condiciones, pero que "enfrenta un déficit hídrico
leve que podría agravar la situación".El garbanzo cordobés, también complicado
La superficie implantada de la legumbre es 60% inferior en comparación con la campaña anterior.
Tras concluir en junio la ventana de siembra, la superficie implantada de la legumbre es 60% inferior en comparación con la campaña anterior.
Con pronósticos de precipitaciones dispersas y descensos de las temperaturas, los estudios observaron reservas de humedad que varían entre 0 a 100 milímetros.
Esto representa condiciones poco favorables para el desarrollo de los cultivos invernales, situación que se agravaría si las condiciones no cambian, alertó el informe.