La Promo 2020 quiere su fiesta de egresados
Debido a la cuarentena, poco se sabe sobre qué va a pasar con los eventos que involucran a los alumnos de sexto año de los centros educativos de nuestra ciudad. Un grupo de padres autoconvocados llevará su preocupación al municipio.
Un año atípico para todos. La pandemia del coronavirus sacudió a toda la sociedad y en especial a los estudiantes de sexto año, que mientras deberían disfrutar de las famosas "previas", pintadas de calles y organizar lo que será su Estudiantina y fiesta de egresados; están en sus casas con la incertidumbre esperando qué pasará con el año más importante del secundario.
Un grupo de padres representantes de diez instituciones educativas de nuestra ciudad, se autoconvocaron para buscar una solución a futuro para las fiestas, las que en su mayoría ya abonaron en gran parte. Según nos adelantaron, este miércoles serán recibidos por el municipio para plantear posibles alternativas.
Gisela Novello y Fabián Lisa del Instituto San Francisco de Asís, María Eugenia Funes del Colegio Fasta Jesús de la Misericordia, José Román de la Escuela Normal Superior Dr. Nicolás Avellaneda, Marcos Moresco de Ipem 315 "José Hernández", Mili Bertorello del Instituto Pablo VI e Ileana Racca de Hermanos Maristas con el apoyo de los padres del Colegio Superior San Martín, Ipem Nº 145 "Francisco Ravetti" e Instituto Fasta Inmaculada Concepción; se reunieron en exclusiva con LA VOZ DE SAN JUSTO mientras planifican una forma de superar la tristeza de sus hijos por no vivir la experiencia del último año.
"Que los chicos no tengan la oportunidad de tener su fiesta de egresados o su estudiantina, es como tener el año perdido", dijo Ileana Racca.
Con los salones y el servicio de gastronomía reservado, el disc jockey y la fotografía ya pagas, algunos papás ya llevan gastados cerca de $8.000 por chico. "Una fiesta tiene un costo de $600.000 aproximadamente, contando impuestos y otros gastos", destacó Gisela Novello.
Respecto a los salones, Pablo VI hará su fiesta en el salón de Bomberos Voluntarios y la incertidumbre está latente. "Llamo todos los días para que me digan que va a pasar y es total incertidumbre porque nadie puede saber que va a pasar. Dicen que tal vez las fechas se reprogramarían para 2021 pero no se sabe", explicó Mili Bertorello.
"Si se reprograman, se alteraría la cadena de eventos", agregó José Román.
Lo mismo ocurre para los que lo harán en el Club de Abuelos. "Ahí también tienen sus bailes y no tienen fechas movibles", contó María Eugenia Funes.
Sobre la reunión con referentes del municipio, los padres se mostraron esperanzados de saber más sobre cómo se manejarán en el futuro: "Lo primero que queremos es saber qué protocolo tiene el municipio para este tipo de situaciones para que luego se programen las actividades de los chicos", explicó Lisa.
"Vamos a hablar por 800 chicos que están en la misma situación", agregó Bertorello.
Estudiantina a puertas cerradas y solo de sexto año, fiesta con menos invitados y solo de la ciudad. Los padres barajaron ideas pero no tienen certezas. "Si hiciéramos una fiesta solo con la familia, los costos también serían otros", acotó José Román.
"Necesitamos trabajar con la municipalidad, ver qué se puede hacer, colaborar entre todos y charlar porque esto es día a día", manifestó Ileana Racca.
El viaje puede esperar
El viaje de egresados a la ciudad de San Carlos de Bariloche es otro ritual de sexto año. Los padres confiaron que hay cierto desinterés entre los chicos, ya que la prioridad es poder vivir la fiesta con sus pares. El viaje también resultó una inversión cercana a los 50 mil pesos, otro dinero que tal vez sí aprovechen los chicos pero quien sabe cómo será en los hoteles y boliches de la ciudad rionegrina donde la masividad estudiantil es la característica, y eso está prohibido en esta pandemia.
"La empresa con la que viajan los chicos de Pablo VI aseguraron que van a viajar pero va a ser difícil que se trasladen en cantidad en colectivo, que vayan al boliche o se alojen en un hotel", explicó Bertorello.
Sin certezas pero con esperanza, los padres se involucraron con la promoción de sus hijos y los protegen más que nunca en tiempos de pandemia; no solo del coronavirus sino de la tristeza de no poder vivir su sexto año.
RECUADRO
La situación
de los chicos
Ante la consulta sobre cómo están sus hijos, los padres se mostraron preocupados. "Lo que buscamos es movilizarnos para que los chicos se estén bien porque este año se sintieron abandonados. Están desilusionados", dijo Eliana Racca.
Esta mamá de una adolescente de Hermanos Maristas confió que "los chicos reciben mensajes de la Promo 2019 que les dice que ellos no existen, que la 2019 está arriba y eso les hace mal".
A eso se suma los problemas psicológicos que están surgiendo por la falta de contacto con compañeros y poder celebrar su último año. "El gabinete de psicopedagogía está trabajando con nuestros hijos. Hay casos de ataques de pánico, anorexia nerviosa y la gran negación a ser promoción", contó Novello
"Le dije a mi hijo que su promoción iba a ser recordada en la historia como la que usó barbijo y ellos no quieren usarlo", agregó Mili Bertorello.
"Necesitamos darles una respuesta porque ellos preguntan todo el tiempo que va a pasar con su año y no sabemos que decirles", destacó María Eugenia Funes.
En el caso de su hijo, que asiste al Jesús de la Misericordia, el estrés del encierro afectó su salud. "Tuvimos que llevarlo al médico porque tuvo un episodio de caspa y caída del cabello, todo por el estrés que está atravesando en el encierro".
Los papás confiaron a este diario que los chicos si tuvieran que repetir el año lo harían, con tal de disfrutar de todo lo que se vive en el último año del secundario. "Mi hijo me dijo que si tuviera que volver a hacer el sexto año, lo haría de nuevo", afirmó Fabián Lisa.