“La mujer de circo siempre fue una guerrera”
En el mundo circense, ellas toman el mando. Desde Alejandra que está al frente del Atlas hasta Noelia y Belén que se adueñan en la pista aportando sensibilidad y belleza y todo su arte. La maternidad y una forma de trabajo diferente a lo que estamos acostumbrados.
Hace más de dos meses que sus maquillajes esperan por ellas. Están ahí, a un costado de sus habitaciones en sus casas rodantes aguardando el día en que la pandemia les permita volver al escenario. Ese espacio tan conocido por ellas que las vio gatear desde que eran bebes, dar sus primeros pasos y que ahora se adueñaron con sus números artísticos.
Noelia Dredsner y Belén Rojas son primas y las dos jóvenes que se encargan de los cuadros de baile en circo Atlas, cuando LA VOZ DE SAN JUSTO las visitó, fue una oportunidad para ellas de lucir sus brillos de nuevo.
Todo se hace bajo la mirada atenta de Alejandra Montes de Oca, quien es la encargada del Atlas desde hace cinco años, derribando todos los mandatos y la historia del circo donde siempre fueron los hombres quienes estuvieron al frente de estas empresas familiares de entretenimiento.
Las tres son familia por parte de los Dredsner quienes lideran la compañía y son las que van al frente. También, hay otras cinco mujeres, desde los 30 hasta los 82, todas relacionadas con la pista en algún momento, pero ahora trabajan de manera indirecta.
- Tantos días sin maquillarse o ponerse sus trajes. Parece que pasó una eternidad desde la última función que hicieron antes de la pandemia...
- Noelia: Si, muy contentas. Cuando nos dijeron que podríamos hacer la entrevista, lo primero que le dije a Belu es que se sentía muy bien volver a maquillarse y vestirme como si estuviéramos preparándonos para ir a trabajar y salir a escena.
- Belén: Fue sentir que volvía a ser la misma de antes.
- ¿Cuál es su rol dentro del circo?
- Noelia: Tengo mi número de malambo y siempre estoy participando en lo que me necesiten.
- Belén: Soy bailarina de Ula Ula y también soy colaboradora.
- Alejandra: Soy una de las familiares de las chicas del circo. Soy la encargada de prensa del espectáculo, así que soy la que le cuenta a los vecinos de la ciudad donde llegamos qué se trata nuestro circo, con qué se va a encontrar, la calidad artística de nuestros números y además, soy la encargada general de la empresa.
- ¿Son nacidas en este lugar?
- Noelia: Mi mamá es de Neuquén y conoció a papá en una gira del circo allá. Él siempre trabajó de esto y mi mamá luego se sumó pero nunca actuó. Mi hermana también estuvo en la pista pero hoy se dedica a la venta de merchandising. Desde que nacimos que nos movemos de un lugar para el otro, no sabemos lo que es quedarnos en un lugar estable. Lo único que conocemos de quedarnos quietos en un lugar es en diciembre cuando vamos de visita al sur para ver a mi abuela. Puedo estar dos semanas quietas pero ya luego me aburro.
- Belén: Sí, creo que nací en Buenos Aires (bromea). Vivo con mi mamá, papá y hermano.
"La mujer no podía armar camarines pero siempre tuvo su lugar y la luchó desde adentro"
- ¿Las mujeres tienen etapas en cada espacio del circo?
- Alejandra: Cuando sos joven te acercás a la destreza y comenzás a incursionar en el tema del baile porque son las que acompañan a los artistas. Luego, tenés tu propio número y el mío era la presentación y la magia. Ahora, me toca vivir el circo desde otro lado y con otras responsabilidades.
- Son una gran familia, más allá del apellido...
Alejandra: Nos une la sangre. Mi marido es el hermano del papá de Noelia y de la mamá de Belén. Nosotros somos una gran familia, nuestro circo es netamente familiar pero también somos como un barrio. Cada uno de nosotros tiene su casa rodante que comparte con su familia, cada uno tiene su mundo. Si hay gente que no es familia de sangre, también tiene su lugar. Los otros que son parte de todo esto son los vecinos del lugar o los que pasan frente al circo para mirar cómo es.
- ¿Qué significa la mujer para el circo?
- Alejandra: La mujer desde muy chica sabe la importancia que tiene en el circo. Desde niña, ya está robándole los maquillajes a otras mujeres artistas, a su mamá, a los payasos o al resto del elenco y poco a poco van aprendiendo lo que hacen los adultos en el escenario. La mujer, principalmente, es la que más dedica tiempo a su belleza y a sus trajes. Una hora antes es la que más corre para maquillarse y estar lista para el espectáculo. Cuando se piensa en un espectáculo de circo, lo primero que se planifica es la participación de la mujer porque es quien aporta sensibilidad al show. La mujer de circo siempre fue una guerrera.
- Belén: Un ejemplo es nuestra abuela (tiene 82 años y está atravesando una operación en el Hospital J. B. Iturraspe) que se quedó en el circo, se separó de su marido y quedó a cargo de sus hijos. Nunca tuvo una vida estable y el circo es todo en su vida.
La abuela Marina es un ejemplo para las mujeres del circo. Con sus 82 años es el corazón del Altas.
- ¿Hay respeto por el género?
- Noelia: respeto siempre hay.
- Alejandra: La mujer en el circo es muy querida y respetada. La mirada es diferente cuando viene de afuera y con el tiempo, la figura y el rol de la mujer cambió. El vestuario es muy distinto al que se usaba en el pasado. Su papel en el circo es primordial y siempre va a estar en la pista mostrando su particularidad, belleza y destreza. Las abuelas y las generaciones mayores se las quiere mucho y se las cuida, siempre nos dan una lección.
Hay algo que tenemos la gente circo que es el respeto porque nosotros queremos que se nos respete por ser los que llegamos a la ciudad. Chicos y chicas aprenden eso desde niños y luego lo ponen en práctica en cada lugar al que vamos. Los cirqueros también tenemos algo de espectador.
- ¿Es difícil llevar esta vida?
- Belén: En la escuela suelo hacerme amigos y como una no es del lugar, te incluyen de inmediato en el grupo para salir o hacer actividades. Para nosotros el circo no es un trabajo, es diversión.
- Noelia: Cuando salimos a caminar por los lugares o vamos a un boliche, siempre conocemos a alguien. Los fines de semana son los días que trabajamos, aunque a veces salimos.
- ¿Se imaginan una vida fuera del Atlas?
Belén: Se me pasa por la cabeza estudiar una carrera universitaria como Psicología, pero no me imagino una vida lejos del circo.
La "dueña"del circo
La frase siempre fue: "Si tenés algún problema, hablá con el dueño del circo". Pero en este caso, Alejandra Montes de Oca derribó todos los conceptos y está a cargo de la empresa familiar, algo que hace 20 años atrás era impensado en circo ya que los hombres siempre fueron los líderes y quienes tenían la última palabra.
Dejando atrás el patriarcado, Alejandra aporta su impronta, trayectoria e historia de la que aprenden jóvenes como Noelia y Belén.
Alejandra Montes de Oca
- Lograste un lugar importante en un mundo que siempre fue considerado machista...
La mujer no podía armar camarines pero siempre tuvo su lugar y la luchó desde adentro. Soy la más caradura, creo (risas)...
- Alejandra, ¿las chicas tienen hoy otras oportunidades?
Vengo de familia de circo y cuando era chica, no tenías permitido estudiar a distancia. Tenías que separarte de los tuyos para poder cursar el nivel secundario. Me crié con mis abuelos hasta que terminé el secundario y recién en ese momento pude volver con mis padres. Hoy las chicas tienen la posibilidad de estudiar junto a sus papás sin separarse porque hay una ley que les brinda un banco libre vayamos a la ciudad donde vayamos. Y con mis hijos (de 13 y 14 años) pasa lo mismo. Para mí es hermoso y sano poder tenerlos conmigo y no a la distancia, menos en un momento como éste.
- ¿Y la maternidad en este ambiente?
Poder criar a mis dos hijos junto a mí fue lo mejor que me pudo pasar. La gente cree que es difícil pero es más fácil de lo que parece. Recuerdo tener una panza enorme y estar a punto de parir mientras conducía un espectáculo. O poder darle la teta en camarines antes de subir al escenario. Es una situación de apego total porque estás trabajando pero a la vez con los chicos que te están esperando cuando salgas de escena. Son las 24 horas del día que estás con tus hijos.
- ¿Qué sentís con esta situación que están atravesando?
Nunca estuvimos tanto tiempo parados en 30 años que tiene el circo. Aunque soy fuerte y tengo muy buena onda, lo que siento es nostalgia. En estos días que se permitieron las salidas recreativas de padres con sus hijos, algunas familias vienen a ver el circo y observan cómo está todo. La mirada de los más chicos es lo que más me conmueve y me pregunto siempre, `¿Qué pasará por esa cabecita al ver el circo sin luces y todo desarmado? ´ y seguramente están esperando que pase un payaso o alguien que lo sorprenda. El Globo de la Muerte lo dejamos armado a propósito, no solo para ensayar porque en realidad es la resistencia a tener que guardar la alegría porque para nosotros el circo es alegría. Ver algunas cosas en funcionamiento nos alienta a pensar que pronto estaremos armando y enseguida cambia el pensamiento.
Decirles a Noelia y a Belén que se maquillen y vistan porque venían del diario para entrevistarlas, fue despertar eso que estaba allí, que es lo que se lleva en el alma.
Lo más duro para nosotros no es la semana. Es saber que desde el jueves, cuando tenés función, no vas a poder estar en el escenario y ni hablar cuando es domingo, se hace eterno porque nosotros estamos esperando a la gente para que venga y se entretenga pero falta mucho para volver a encontrarnos.