La ENA celebró 107 años junto a los últimos maestros normales nacionales
La Escuela Normal llevó a cabo un emotivo acto que reunió a la comunidad educativa de hoy y de ayer bajo un mismo techo. Exalumnos y exdocentes recordaron cómo era la educación hace medio siglo, cuando egresó la última camada de maestros normales nacionales.
A 107 años de su creación, la comunidad educativa de la Escuela Normal Superior "Dr. Nicolás Avellaneda" llevó a cabo hoy un acto que convocó a maestros normales nacionales de la promoción 1969, que celebraron el 50º aniversario de su egreso de la institución que los capacitó como la última promoción en su tipo dentro de la docencia.
Fueron muchos los momentos emotivos que se vivieron en la celebración. El recuerdo de Lucía Vaira de Aimetta, egresada del centro educativo en 1919 mereció el acompañamiento emotivo de todos los presentes.
Participaron del acto la directora de ese centro educativo Sonia Tortone y los abanderados que de esa forma rindieron homenaje a aquella mujer que hace 100 años egresaba de la Escuela Normal de la cual fue regente y que muchos años más tarde la ciudad la homenajeó colocando su nombre a la escuela ubicada en barrio La Milka de nuestra ciudad.
En tanto, la celebración también tuvo un momento para el recuerdo de una lamentable pérdida. "Hace apenas unos días despedimos a Celia Scocco, exdirectiva de la escuela y nos provoca tristeza porque hoy estaría aquí como cada aniversario. Sentimos su ausencia y la hacemos notar como reconocimiento a su tarea y trayectoria", dijo directora de la ENA, Ana Collino.
Escuela patrimonio
Collino recordó que "nuestra escuela es patrimonio, es museo, cultura y es una escuela que cada día hace escuela". Desde 2017, el edificio de la escuela Normal fue declarado Monumento Histórico Provincial.
Y destacó que "en el festejo por los 107 años seguimos con el compromiso de decirles a nuestros egresados que lleven como orgullo el hecho de haber estudiado en una escuela pública, caminarla y convivir en la diversidad como proyecto, disfrutar de las clases y de los profesores. Eso es portar la bandera de la defensa de la educación pública".
"Ser estudiante y egresado de la Escuela Normal tiene el mandato de defender el derecho de todos a la educación y vivir en una sociedad que amplía derechos cada día", concluyó la directora.
A medio siglo de haber egresado, cada uno de ellos luce con orgullo su título de "maestro Normal nacional"; hicieron de la educación una forma de vida.
Este grupo de 40 compañeros una vez más, tal como lo hicieron hace 50 años, ingresó a la Escuela Normal para compartir un nuevo cumpleaños de la institución.
Se ubicaron en las primeras filas y como cuando eran alumnos y escucharon con emoción cada palabra.
Enseñar medio siglo atrás
Walter Astegiano, María Elizabeth Noria y Norma Gallo revivieron en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO lo que significó ser maestros egresados de la ENA.
Gallo encontró en la docencia su vocación que practicó durante su vida laboral en diferentes responsabilidades. Fue docente, vicedirectora, directora, inspectora de zona y se retiró como supervisora regional.
En el caso de Astegiano, si bien estuvo a cargo de un grupo de jóvenes en actividades de campamento, luego su vocación viró al campo de la medicina.
En lo que respecta a Noria, tras egresar como maestra normal nacional continuó sus estudios universitarios y se recibió de abogada en la Universidad Nacional de Córdoba.
"La educación cambió mucho -dijo Walter-. Lo que nosotros aprendimos en nuestra formación docente cambió mucho respecto de lo que se enseña ahora. El método de enseñanza ya no es el mismo".
Con una amplia trayectoria en la educación, Norma coincidió con su compañero al señalar que "la sociedad y la cultura cambia de una manera constante y hay que ir adaptándose a las nuevas tecnologías y a la realidad social".
No obstante, recomendó que en la educación "no es bueno bajar exigencias ni tampoco la promoción automática total" buscando que "todos los estudiantes puedan avanzar en su formación".
"El docente tenía un respeto total por parte de los padres y de los mismos chicos" ya que la sociedad consideraba al docente "como una persona ubicada en un excelente nivel", agregó.
Con el paso del tiempo, reconoció que "desde lo social se ha ido perdiendo esa consideración" y recordó que cuando egresaron como docentes "lo hacíamos con una gran vocación y profesionalidad total" mientras que "durante mucho tiempo la docencia fue pensada como una salida laboral temprana".
Norma rescató la importancia de reforzar la formación. "El formador debería provenir de la educación universitaria porque siempre tiene que tener un escalón más que le permita una correcta manera de transmitir sus conocimientos".