“La amistad”, una escuelita popular que da pelea a la desigualdad social
Cuatro jóvenes llevan adelante este proyecto educación no formal en un barrio de Frontera. Sin más herramientas que el esfuerzo propio, pretenden llevar el conocimiento más allá de la currícula oficial de los colegios.
Allá por abril de este año, Paola y María Rapetti, Emiliano Buffa, Gonzalo Albo, Lautaro Doñate Nuñez y José Luis Tisera se juntaron a diagramar cómo llevar adelante un proyecto con un anhelo en común: una "escuelita" comunitaria.
Se instalaron en un galpón ubicado en calle 100 al 900 en barrio San Roque de la ciudad de Frontera.
Los chicos vinieron solos, porque tienen la inocencia y la audacia también de ver una puerta abierta y "pasar a mirar".
Los pibes que pasan por esta escuela comunitaria van desde los 4 hasta los 13 años, edad para formarse y un adulto siempre es buen apoyo cuando necesitan de un amigo y no solo un profesor. En total suman 40 cuando "cuando van todos".
Entraron a este lugar para tener un espacio donde encontrarse a sí mismos, jugar en ese mundo inocente y desaprensivo al que al mismo tiempo deben afrontar pero también para aprender más allá de lo que se ve en el colegio.
Son estos jóvenes los que le ponen manos a la obra a una tarea que requiere mucha dedicación y abrieron las puertas del "galponcito" aLA VOZ DE SAN JUSTOpara charlar sobre lo que sucede ahí adentro.
Desde cero
Primero las jornadas de encuentro eran los sábados, pero rápidamente le agregaron otros días y ahora las puertas se abren los lunes, martes y sábados cerca de las 16. Alrededor de este proyecto hay otros colaboradores, porque sostienen que lo "humanos siempre es fundamental".
"Hay un puñado de personas que nos vamos encargando de llevar adelante las ideas que surgen, siempre se acerca alguien a hacer aportes materiales y humanos ya que ambas cosas nos son muy necesarias", relataron.
No es un merendero, sino una "escuelita" comunitaria donde el plato de comida es la última reunión del día porque en la previa "se toman un momento para enseñar, aprender y también jugar".
Los chicos se describen como "un grupo donde todos tienen la misma posibilidad de expresión", por eso afirman que "no quieren depender de ningún partido" para subsistir.
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La educación es la base
Aunque tienen espacios donde los chicos de a poco van aprendiendo cosas, quienes trabajan en "La Amistad" hacen hincapié en la importancia que adquiere la educación popular y el sostenimiento de ciertos valores que consideran fundamentales.
"Para trabajar estas dos cuestiones como interconectadas, nos apartamos un poco de lo que sería escuela tradicional y su educación formal, y apostamos por la educación popular, concepto fuertemente desarrollado por Paulo Freire", indicaron los entrevistados.
Por eso resaltaron la importancia de la participación, consulta sobre temas que se podrían tratar: "Usamos cuentos con los chicos para introducir siempre la temática y vamos bajándolos hasta llevarlos a casos concretos en los cuales podría aplicarse en la vida, por ejemplo en el lavado de lo utilizado para la merienda, en el acomodo de los útiles".
Son adultos y profesionales y fundaron un espacio para luchar contra la estigmatización social.
Té y pan, la "excusa"
Por estas cuestiones los miembros de la "escuelita" sostuvieron que la merienda - ese momento tan bello y humano en los niños - dentro de su organización es el último eslabón de integración. Si bien no desconocen la realidad y el contexto social donde desarrollan su tarea, la comida en este caso no es la puerta de ingreso sino una especie de excusa para juntarse.
Los entrevistados resaltaron: "Por un lado, va el parche que es el alimento material, la merienda para los pibes y las pibas. Pero eso no es algo para celebrar, sino todo lo contrario. La apertura de cada vez más merenderos es un claro síntoma del abandono estatal e institucional que sufren los sectores económica, social y políticamente marginados".
La importancia de los valores
La visión de este grupo entorno a este proyecto es a largo plazo. Así como en la escuela obligatoria los chicos adquieren conocimientos que recuerdan toda la vida, lo mismo pretenden estos jóvenes que hagan con lo aprehendido en la "escuelita".
A diario, cada vez que abren las puertas de "La Amistad" los miembros de este proyecto se encuentran con una realidad fácilmente contrastable. "Luchan contra factores de criminalización" y "un prototipo" que los margina en muchos casos. Por eso buscan "enseñarles" herramientas que "puedan el día de mañana servirles para ese avasallamiento".
Todos los días desde "La Amistad" - un valor puro e inherente a todas las personas - le dan pelea a esos estereotipos, ahí en lo más profundo de las barriadas populares.
Cómo ayudar. Cualquier donación o ayuda que quiera brindarse puede hacerse en la página de Facebook "Merendero Amistad de Frontera" o contactarse a los teléfonos (03564) 15501044; 15647893; 15337896 o 15686875.