Invisibles visibilizados
El fenómeno parece extenderse y podría llegar a la Argentina. Sus derivaciones pueden ser imprevisibles si no se advierten de qué manera encuentran cauce en algunas propuestas que muchas veces pregonan el antisistema. Esta situación es la que puede poner en peligro las instituciones democráticas tradicionales, ya colocadas en riesgo por la inoperancia de las clases dirigentes en casi todo el mundo.
En un minucioso recuento de aspectos de la realidad argentina, el periodista y escritor Jorge Fernández Díaz se refirió en una columna publicada en el diario La Nación sobre la irrupción de los "invisibles" en la vida de los países. Esto es, la presencia intempestiva de grupos desencantados con las acciones de la política tradicional que promueven drásticos cambios en el estatus quo, así como en las formas de gobierno. "Provenientes de poblaciones y segmentos sociales que no registra el radar y que de pronto sacuden las urnas (Estados Unidos, Brasil) o las calles (Francia), los "invisibles" son los novedosos protagonistas de estos tiempos de rebeliones sorpresivas y democracias instantáneas", ejemplifica.
El fenómeno parece extenderse a lo largo del globo y podría llegar también a la Argentina si es que ya no lo ha hecho. Y sus derivaciones pueden ser imprevisibles si no se advierten cómo están funcionando las corrientes de opinión pública y de qué manera encuentran cauce en algunas propuestas que muchas veces pregonan el antisistema. Esta última situación es la que puede poner en peligro las instituciones democráticas tradicionales, ya colocadas en riesgo cierto por la inoperancia de las clases dirigentes en prácticamente todo el mundo.
Algunos pensadores y escritores han advertido esta cuestión desde hace tiempo. El poeta uruguayo Eduardo Galeano escribió hace tiempo: "¿Qué son las personas de carne y hueso? Para los economistas más notorios, números. Para los banqueros más poderosos, deudores. Para los tecnócratas más eficientes, molestias. Y para los políticos más exitosos, votos. Ahora los invisibles han ocupado, cosa rara, el centro de la escena. Son los que se niegan a seguir comiendo promesas". Y en uno de los pasajes centrales de su novela Serotonina, el francés Michel Houellebecq, relata el bloqueo de autopistas por parte de agricultores galos que protestan contra medidas del gobierno. El desenlace de la escena es un brutal enfrentamiento con la policía, tal como ha venido ocurriendo con los chalecos amarillos en los últimos meses.
A veces, la voz de literatos o filósofos anticipan fenómenos sociales que la política endogámica no visualiza o directamente prefiere ignorar. Hasta que la realidad explota y etéreas porciones de la población salen a la luz, como ha ocurrido ya en reiteradas ocasiones, en especial en países donde no se pensaba que podía ocurrir como Estados Unidos, Francia o Gran Bretaña, entre otros.
Lo que se expresa en estos momentos es que la pugna de los chalecos amarillos, las indefiniciones por el Brexit y el apoyo a líderes fuera del sistema tradicional como Trump o Bolsonaro es una realidad que pone en jaque el presente y abre un debate que puede ser áspero sobre el futuro inmediato. Las elecciones argentinas están a un paso. No hay datos certeros, pero ante las corrientes sociales del mundo de hoy, podría darse que también se manifiesten los invisibles.