Hablemos de colesterol
Una alimentación saludable, variada y rica en fibras es la clave para mantenerlo bajo control. El colesterol es necesario y está presente en todas las células de nuestro organismo, y todas ellas pueden formarlo.
Hoy en día, el colesterol es un tema de conversación común, pero el conocimiento muchas veces suele ser es insuficiente e incluso erróneo.
Muchas personas afirman que el colesterol es una sustancia nociva para nuestro organismo, idea que está fuertemente influida por los mensajes publicitarios mal fundamentados de alimentos, bebidas e incluso medicamentos (productos maravilla) que nos dicen que el colesterol es malo, y que entre más bajo, mejor.
De la misma manera, el mercado juega un importante papel en la elección de los productos alimenticios que el consumidor adquiere; porque en sus etiquetas los resaltan con títulos como "libre de colesterol" o "bajo en colesterol",y eso, repercute en su elección.
Inclusive hay productos de origen vegetal en los que se remarca que no tienen colesterol; dada su naturaleza vegetal, no lo contienen, pero se utiliza para llamar la atención y que sea un producto elegido.; sin embargo, muchos se sienten confiados al comprar un producto de calidad y que no perjudicará su salud.
Muchas personas saben que tener alto el colesterol es dañino para la salud, que obstruye las arterias y puede provocar infartos, pero desconocen que esta sustancia desempeña funciones muy importantes en nuestro organismo, que está estratégicamente anclado en cada una de sus células, y que es la materia prima indispensable para formar distintas moléculas de importancia biológica, como las hormonas esteroideas, los ácidos biliares y la vitamina D; también ignoran que nuestro propio cuerpo produce colesterol y que lo almacena como reserva energética.
El colesterol es necesario y está presente en todas las células de nuestro organismo, y todas ellas pueden formarlo; se halla en altas concentraciones en el hígado, la médula espinal, el páncreas y el cerebro.
La gran mayoría de las personas piensan que el colesterol proviene de manera exclusiva de las dietas altas en grasas (colesterol exógeno), pero desconocen que la mayoría de nuestros tejidos lo producen (colesterol endógeno).
La producción endógena del colesterol va de 60% a 80%; cuando la dieta es muy rica en colesterol, la síntesis se inhibe parcialmente, pero aun en tales condiciones el hígado sigue produciendo aproximadamente la mitad del total; por otro lado, cuando la alimentación está virtualmente libre de colesterol, la producción ocurre a la máxima velocidad, pero no compensa al que se obtiene de la dieta.
El organismo humano no tiene mecanismos metabólicos para descomponer el colesterol. Puede quemar azúcar, destruir proteínas y diversos tipos de grasas y romper elementos ajenos a nuestro cuerpo, como los medicamentos o las sustancias tóxicas, pero no puede deshacer al colesterol; en el mejor de los casos, lo modifica mínimamente para que se pueda desechar mejor.
Por otro lado, el colesterol puede aumentarse indiscriminadamente en la sangre sin que la persona manifieste ningún síntoma, la hipercolesterolemia es silenciosa. Cuando se presentan los síntomas, probablemente sea demasiado tarde para prevenir su efecto nocivo.
¿Qué hace subir el colesterol?
El colesterol puede verse aumentado por dieta que llevamos y otros son de naturaleza genética. Cuando una persona tiene el colesterol alto, el riesgo de padecer una enfermedad coronaria aumenta progresivamente a medida que aumenta el nivel de colesterol total en la sangre. ¿Cómo alimentarnos si tenemos problemas de colesterol alto? Una respuesta simple sería suprimir los alimentos con mucho colesterol.
Hay que tener siempre en cuenta que muy pocas cosas son de todo o nada. Sin embargo hoy se sabe que además es fundamental consumir alimentos protectores, que son beneficiosos por que ayudan a bajar el colesterol o antagonizan sus temidos efectos sobre las arterias.
Una alimentación saludable, variada y rica en fibras es la clave. Consumir vegetales crudos y tres frutas al día. Incorporar cereales integrales ya que los mismos aportan mayor contenido de fibra y logran un efecto metabólico favorable. Aumentar el consumo de pescados de mar, ya que los ácidos grasos omega 3 son protectores, al igual que los frutos secos en cantidades adecuadas. Y no olvidemos el famoso aceite de oliva.
Una forma de reducir la cantidad de grasa de su dieta habitual es cambiar la forma de cocinar los alimentos:
• Evitar los fritos, siempre que sea posible, hacer l pescado o la carne hornos, microondas, sartenes antiadherentes sin añadir ningún tipo de grasa (aceites) o bien cocinarlo al vapor o hervido. Además así conservará mayor valor nutritivo.
• Eliminar la grasa de los alimentos cocinados, la piel del pollo y la grasa debajo de la piel.
• Si va a congelar es mejor con la grasa que se forma arriba y sólo quítala en el momento en que va a ser utilizado. ¡Sumemos el aliado en los bueno hábitos, el ejercicio físico programado! Informados es posible actuar. Cuida de tu cuerpo, único y mejor hábitat.