En la ciudad son cada vez más los niños y adolescentes con problemas de audición

Cuidar a los chicos de la contaminación sonora, que aumenta cada vez más por la tecnología, y prevenir la pérdida auditiva, son acciones claves que debemos realizar los adultos. Cada 28 de marzo se conmemora el Día Nacional de la Audición y la fonoaudióloga Vanina Volante explica cómo proteger este sentido tan fundamental para la vida.
Por Isabel Fernández | LVSJ
A través del sonido nos podemos comunicar, aprender, disfrutar de la música y los sonidos de la naturaleza. Por eso, el poder escuchar bien es muy importante para nuestra vida cotidiana.
La hipoacusia es la disminución del nivel auditivo por debajo de lo normal y la pérdida de audición puede ocurrir desde el nacimiento, pero también puede afectar cualquier edad. En San Francisco, como en todo el mundo, son cada vez más los niños y adolescentes que tienen problemas auditivos, de la mano de las nuevas tecnologías y el uso de auriculares a volúmenes no saludables.
Cada 28 de marzo se celebra el Día Nacional de la Audición, en conmemoración de la primera cirugía auditiva realizada en América Latina en 1933 por el profesor Juan Manuel Tato. El objetivo es generar conciencia en la población sobre los parámetros de normalidad en la audición y colaborar en la difusión de los cuidados necesarios y de los trastornos de esta función.
En ese marco, LA VOZ DE SAN JUSTO dialogó con la licenciada en Fonoaudiología, Vanina Volante (MP-7473) de la Clínica Regional del Este y representante de Gn Resound-Auditus SAS., quien resaltó que como adultos "debemos estar más atentos a las conductas de nuestros adolescentes y concientizarlos sobre lo perjudicial que resulta una pérdida auditiva a edades tempranas".
La fonaudióloga advirtió que en el consultorio "se observan cada vez más casos de adolescentes con traumatismos acústicos, con acúfenos, aparición de pitidos constantes luego de someterse a altos niveles sonoros. Esta contaminación sonora produce que vayan perdiendo la capacidad de oír en forma prematura".
Lic. Vanina Volante
"Los pre adolescentes y adolescentes están expuestos a niveles de contaminación sonora muy altos, sumado el uso indiscriminado de auriculares a niveles de intensidad dañinos que impactan en el sistema auditivo", alertó la profesional.
Recordó que la franja "más desprotegida son los adolescentes si tenemos en cuenta que la última audiometría de control por protocolo se realiza entre los 11 y 12 años al comienzo del secundario".
Cada caso es diferente
Todas las historias de hipoacusia son diferentes, pueden afectar un oído o los dos, pueden derivar de un problema de oído interno, medio o externo o de una combinación de ellos. "Saber de qué tipo de hipoacusia se trata y cuál es la causa es fundamental para encontrar la solución correcta", explicó la fonaudióloga.
Resaltó que por eso "es tan importante realizar los controles que el médico pediatra solicita desde las otoemisiones acústicas al momento de nacer a las valoraciones audiométricas en los diferentes momentos de la vida de un niño. Estos controles hoy están protocolizados y hay una toma de conciencia muy importante en la solicitud de los mismos". La ley 25.415 que establece el Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia obliga la detección e intervención temprana.
"Ambos estudios son fundamentales realizarlos en tiempo y en forma porque es lo que nos permite lograr la detección a tiempo de una patología auditiva. Son prácticas sencillas no invasivas que nos dan la oportunidad de abordar un diagnóstico y con un abordaje interdisciplinario con pediatra, otorrinolaringólogo, se comienza a pautar los pasos a seguir cuando se detecta una alteración del sistema auditivo", afirmó.
La pérdida de audición en bebés y adultos mayores
Las causas de pérdida de audición en un recién nacido son muy complejas y diversas entre ellas se encuentran las enfermedades congénitas, hereditarias, sindrómicas, infecciones intrauterinas (rubéola, sífilis, toxoplasmosis, herpes).
La fonoaudióloga afirmó que los signos de alerta en un bebé recién nacido "se producen: cuando no se sobresalta con ruidos fuertes, no voltea la cabeza hacia fuente de sonido después de los 6 meses de edad, no dice palabras sencillas como mamá o papá alrededor del año de vida o cuando ya son más grandes y no responden a órdenes simples".
"Debemos tener muy presente que la adquisición y desarrollo del lenguaje se logra en un medio parlante y que el canal de entrada fundamental es el auditivo", dijo.
Por otro lado en los adultos mayores, la pérdida de audición se manifiesta alrededor de los 50 años cuando se produce lo que se conoce como presbiacusia que es un deterioro fisiológico natural por el paso del tiempo donde las células ciliadas cocleares que no tienen la capacidad de regenerarse paulatinamente se desgastan.
Volante explicó que se debe "prestar especial atención a los signos de alerta que en esta etapa de la vida adulta se manifiestan en no poder mantener una conversación cuando hay más de dos personas en el lugar. Cuando necesitamos hacernos repetir más de una vez lo que nos dicen. Ante éstas señales es fundamental recurrir al especialista ORL quién realizará las valoraciones necesarias y solicitará los estudios correspondientes. Escuchar es un proceso cognitivo donde nuestras habilidades auditivas se van perdiendo cuando este sistema sensorial se ve afectado y no se toman medidas de prevención a tiempo".
Cómo prevenir
Sobre las herramientas que tenemos para prevenir problemas de audición, la fonoaudióloga afirmó que en los niños "es muy importante realizar los controles auditivos que solicita el médico pediatra como las otoemisiones acústicas al momento de nacer y posteriores controles pertinentes que cada caso requiera".
"La audiometría que realizamos en los diferentes niveles escolares jardincito, primaria y secundaria nos permite un seguimiento del desarrollo del sistema auditivo y la detección temprana de posibles enfermedades que lo afecten", afirmó.