En Frontera abrieron una escuela para que la educación sí llegue
Una foto tomada en la Escuela Nº 329 "Brig. Gral. Estanislao López" de Frontera mostró a un grupo de alumnos teniendo clases presenciales durante la cuarentena. Desde marzo ellos habían perdido todo contacto educativo. Los docentes se preguntaron: "¿Dónde están y qué hacemos para enseñarles?" Por eso les dieron una clase especial presencial. La viralización de la imagen trajo polémica y dolor para el equipo pedagógico.
Por Ivana Acosta | LVSJ
En Frontera a pocos metros de las casas de todos, en nuestra ciudad hermana geográficamente, la realidad es la misma en todos los sentidos y la educación no es una excepción. Desde que se suspendieron las clases presenciales nada ha sido igual y el trabajo de los docentes y la prestancia de los estudiantes se ha multiplicado. Hasta ahí esa es la historia cotidiana que se relata asiduamente.
Ahora bien, mentalmente magnifiquen las carencias, los problemas de accesibilidad, las dificultades para estudiar y enseñar a todo el país ¿Es algo que solo sucede en lugares recónditos de la Argentina? En realidad, no. Está más cerca de lo que cualquiera piensa y quizás hasta sea el propio vecino el que la atraviesa.
Esa imagen quedó impregnada en una fotografía que se viralizó en las últimas horas en un aula de la Escuela Nº 329 "Brig. Gral. Estanislao López" y ella cristaliza una cruda realidad: la educación en estas condiciones virtuales no es "cool" por regla general.
Es de público conocimiento que el aislamiento fundamentó la suspensión de las clases presenciales y que también hay muchas complicaciones para docentes y estudiantes. Esos chicos que están en la foto y el docente casi no se conocían los rostros, la pandemia no les dio tiempo y ellos recién estaban iniciando el nivel secundario de escolaridad.
La foto de la polémica. En "la 329", una clase presencial especial en plena cuarentena
Lo que la foto no muestra porque es invisible a los ojos (si se permite el parafraseo) es que previo a la llegada de los chicos se les dio un barbijo desinfectado confeccionado por la vicedirectora, el profesor se ofreció a hacerlo, había una autorización de por medio y, por si fuera poco, que esa imagen se tome llevó un arduo trabajo de búsqueda.
Los docentes usualmente no buscan a los chicos en sus casas y lo que conocen lo saben por lo que les cuentan de sí mismos. Ahora en esta escuela ellos conocieron esa realidad porque fueron después de un largo trabajo de investigación a localizarlos en el domicilio actual dado que desde aquel último día en la escuela no tuvieron más noticias de ellos y la educación literalmente no les llegaba por ninguna vía.
La historia detrás de la foto
La directora del establecimiento, Analía Moretto, explicó a LA VOZ DE SAN JUSTO cómo se desencadenó la situación y sostuvo que "fue una idea de la preceptora debido a las dificultades de ubicar a algunos chicos que tuvieron solo dos semanas de clases e iniciaban el secundario" y de los cuales no tuvieron más noticias.
El contexto en que surgió fue que debían pedirles que vayan a retirar los cuadernillos con contenidos que mandó la provincia de Santa Fe a través del Ministerio de Educación, una modalidad que permite que aquellos chicos sin conectividad alguna puedan de igual manera seguir aprendiendo.
A este colegio concurren 423 alumnos y en promedio hay 35 alumnos en cada una de las cuatro divisiones de primer y segundo año del Nivel Medio. Chequearon a uno, dos, 100, 200, 300 nombres, pero había un resto de chicos que no estaban en ningún lado.
"El Ministerio nos exige que todos deben tener ese cuadernillo y trabajar. A unos poquitos alumnos les dimos la oportunidad que entren con la autorización de la supervisora de Educación y cumpliendo el protocolo de desinfección, uso de barbijo, limpieza para esta clase", se explayó.
Moretto interrogó: "¿Qué hacemos con el cuadernillo si los padres no los pueden guiar? No tienen por qué saberlo porque es responsabilidad nuestra de incluirlos. Estos chiquitos no podían avanzar, no habían hecho nada porque no tenían conectividad".
Un grupo de chicos que
acudió a una clase especial en el establecimiento en plena cuarentena.
Un aliciente a la vez doloroso
Pasar todo ese tiempo desconectados de lo que es rutina para los chicos de ir al colegio seguramente insumirá un gran esfuerzo más adelante cuando todos estén en las aulas. Nadie tiene la culpa de eso porque las circunstancias son extraordinarias.
Dolida por errónea interpretación de los hechos, la docente sostuvo que "tienen que garantizar la oportunidad e igualdad educativa para todos", por ello, se ideó esta propuesta avalada por sus superiores y que también contó con la ayuda para encontrar a los chicos del municipio.
En esta línea Moretto indicó: "Sin esto hacemos abandono de persona, no respetamos su derecho a aprender y no nos hacemos cargo de esta problemática. Es lamentable lo que está circulando. Ningún docente está obligado a nada, en esa foto el profesor se ofreció para organizarlos a los chicos porque no tienen los conocimientos para avanzar".
Asimismo, desmintió el hecho de que si los docentes no hacían esas clases se les descontaría de su salario.
A todo el equipo "le dolieron en el alma las críticas" porque aclararon - como si hiciera falta - que "lo hacen de corazón" para garantizar la igualdad de oportunidades: "¿Dónde quedarían los otros sin conectividad? ¿Los perdemos? Por eso les dije que todo se iba a aclarar y que tenemos que seguir trabajando para la ciudad de Frontera".
Codo a codo Moretto trabaja con Silvina Alonso que es vicedirectora y además conoce de cerca las diferentes realidades que tienen los chicos en Frontera porque ella es hija de esa comunidad, pero también estudió y se recibió en esa escuela; tanto ama su trabajo que los barbijos que ese día tenían los chicos ella se los confeccionó. La mujer también puso en valor el trabajo de las dos preceptoras, quienes son auxiliares escolares de limpieza.
La recompensa
Además de ese trabajo, todavía faltan incorporar a algunos chicos - un grupo de otros 6 aproximadamente - por eso la impotencia debe quedar de lado para encontrarlos y revincularse lo más pronto posible.
Respecto de cómo fue el reencuentro con los chicos a los que no veían hace tiempo la directora de la escuela relató: "Las familias estaban agradecidas y pedían más días de clases, pero fue una vez para orientarlos durante una hora. Los chicos sienten placer por venir a la escuela".
La educación virtual o presencial es un derecho al que todos deben acceder y a veces las dificultades de acceso para ejercerlo de algunos no están en imágenes conmovedoras de internet sino al lado de la propia casa.