En 2019, San Francisco pondrá fin a la industria nacional de máquinas de coser
El año próximo Macoser dejará de fabricar su producto estrella, aunque seguirá siendo licenciataria en la Argentina de la tradicional marca Singer. Hace 74 años, otra firma local, Godeco, fabricó la primera del país. Aseguran que no es por la crisis sino por una política de reconversión productiva y competitividad. Apostarán todo a las cocinas lanzando la versión totalmente eléctrica.
A partir de 2019, la firma Macoser S.A. de nuestra ciudad dejará de producir máquinas de coser hogareñas para dedicar el total de su producción a la elaboración de cocinas. En tanto, continuará siendo licenciataria de la firma norteamericana Singer, importando este producto.
La medida impactará radicalmente en la industria nacional, ya que Macoser es la única fábrica argentina -y una de las pocas en Latinoamérica- de estos electrodomésticos que sigue en pie, luego de que en 2008 cerrara sus puertas Godeco (también de nuestra ciudad) y otras mucho antes.
En los años 60 llegaron a convivir 14 industrias nacionales dedicadas a la producción de máquinas de coser.
Ha sido durante casi 65 años un producto considerado como la génesis de esta empresa familiar que fundaron Anselmo y Aquiles Macchieraldo, que actualmente ocupa a 280 trabajadores en su planta del Parque Industrial.
Vale recordar que Godeco, en 1944, lanzó al mercado la primera máquina de coser fabricada íntegramente en el país, posicionando a San Francisco entre los pioneros de la industria.
No es por la crisis
A diferencia de lo ocurrido en los '90, cuando la máquina de coser sufrió una crisis por las importaciones, desde Macoser aseguraron a LA VOZ DE SAN JUSTO que la decisión de cesar la producción de estos electrodomésticos "nada tiene que ver con la realidad económica que vive hoy el país, sino con un proceso de reconversión".
La decisión obedece a la necesidad que tiene la firma de ocupar un mejor posicionamiento en lo que se refiere a competitividad y en base a ello dirigirán todos sus esfuerzos a la producción de cocinas -bajo la marca Florencia- en sus diferentes versiones.
No obstante, Macoser conservará la licencia de la tradicional marca Singer -que gestiona en el país desde 1984- con el cual salen las máquinas producidas en la planta de nuestra ciudad para utilizarlas en máquinas de coser importadas.
El gerente general de Macoser, Ricardo Giletta, explicó a este diario los motivos de la decisión de la empresa. "Estábamos observando diferencias de escalas de producción entre las cocinas y las máquinas de coser. En este caso, las cocinas alcanzaron un nivel de producción superior al de las máquinas para coser por ser un producto de un mercado mucho mayor. En segundo lugar tuvimos en cuenta el desarrollo, comparándonos con los países del sudeste asiático donde se fabrica el mayor volumen de máquinas de coser, y bien sabemos que no se puede competir con los precios".
Por su parte, Roberto Macchieraldo, propietario de la firma, aludió: "En el caso de las máquinas de coser competimos con las que se importan desde países como China, que han incorporado muchísimos adelantos tecnológicos". Al punto que hoy existen máquinas que cuentan con un display LCD o LED desde donde se seleccionan sus funciones.
En cambio, en el caso de las cocinas, "Macoser compite con otras también de fabricación nacional, entonces, se achican las diferencias, hay una competencia más igualitaria y hay más margen" de producción, dijo Macchieraldo.
Macoser absorbe el 60% del mercado de máquinas de coser domésticas y el 15% de equipos de cocción.
Con la detención de la fabricación en nuestra ciudad, "la industria argentina se quedará sin producción local de máquinas de coser ya que somos los únicos fabricantes y uno de los pocos en América", resaltó Macchieraldo.
Sigue en el negocio
Tras aclarar que "Macoser se va de la fabricación (de máquina de coser) pero no del negocio", Giletta agregó que para que eso sea posible "seguimos conservando la licencia Singer".
"Hoy participamos en el mercado con un porcentaje de máquinas nacionales y el resto importadas, lo que hizo que lo importado se imponga como Singer en el mercado", señaló.
Y aclaró que la paralización de la producción de máquinas para coser "será paulatina. Para fines de año o principios de 2019 estaremos fabricando las últimas máquinas, teniendo en cuenta que esta decisión se tomó a principios de 2018. Es una medida totalmente planificada y para nada violenta porque forma parte de un proceso que demandó algo más de un año", aclaró.
En tanto, Macchieraldo indicó que la demanda de este electrodoméstico "no tuvo grandes caídas. Se calcula que en el mercado argentino se comercializan entre 120.000 a 150.000 máquinas de coser por año". Siendo el nivel de producción de Macoser de hasta 2.500 máquinas anuales en los últimos meses.
Sin despidos
Del total de los 280 trabajadores, menos del 10 por ciento actualmente forma parte del plantel de personal que fabrica máquinas para coser.
Giletta adelantó que en este proceso paulatino se ubicó a los obreros "en otras funciones sin generar ningún tipo de despidos. Esto es algo importante, porque una vez más se ratifica que Macoser desde sus inicios siempre fue una empresa industrial y lo va a seguir siendo".
Lanzan la cocina eléctrica
Por otro lado, Giletta comentó que la decisión de no fabricar más las máquinas para coser "nos permitirá repotenciar la capacidad industrial, redireccionando todo el esfuerzo en los productos de cocción. Por eso Macoser está trabajando en un nuevo producto que será lanzado el año próximo, como es la cocina eléctrica".
"Macoser no es solo cocinas sino que también fabricamos hornos de empotrar eléctricos, anafes a gas y a inducción", añadió.
Industria pujante
Giletta destacó además que lo importante en todo esto es que "Macoser sigue siendo una industria pujante que direcciona todos los esfuerzos a productos de cocción por una decisión estratégica de mercado, inversión y desarrollo tecnológico, y por eso va a seguir creciendo de la mano de los dos productos pero con una distinta orientación", concluyó el empresario.