El zapallo más grande que vi en mi vida
El cervecero local Carlos Barbieri cosechó ayer, después de cuatro meses, un zapallo gigante que acusó 72,700 kg. en la balanza. Breve historia de un quintero dedicado y una cosecha inmensa.
Por Manuel Ruiz
Son casi las siete de la tarde de martes, mientras camino desde el diario hasta la cervecería de Carlos Barbieri, ubicada en bulevar 9 de julio a metros de Caseros, llueve como para molestar, para hacer este ambiente ya por demás húmedo algo aún más espeso.
Ya dentro de la cervecería la sensación térmica cambia. Las paredes tienen estanterías repletas con diferentes tipos de cerveza artesanal elaboradas por el propio Barbieri, quien también produce sus verduras.
Sentado junto a dos amigos en una especie semicírculo bastante uniforme, el eje es un zapallo color naranja suave y gigante, que pesa 72,700 kilogramos.
(Foto: Manuel Ruiz / LA VOZ DE SAN JUSTO)
Decir que es una deformidad sería ser peyorativamente mentiroso. Porque no es deforme, simplemente es así, por su genética y por la forma en que Barbieri lo cuidó. Pero la imposibilidad de dejar de mirarlo se asemeja a cuando vemos esas formas grandilocuentes, obscenamente raras para nuestra cotidianeidad visual.
Antes de iniciar la ronda de preguntas a Barbieri, ahora en su rol de quintero, por mi cabeza pasan varias imágenes de lo que podría hacer con esta bestia naranja.
"Pesa 72,700 kilogramos y lo coseché acá a dos cuadras en un lote, un baldío que lo transformé en quinta", empieza contando el entrevistado, quien reconoce tener tres huertas para consumo personal.
"A las semillas de este zapallo las traigo de Estados Unidos. Es una variedad que se llama "Giant pumpkin" (zapallo gigante en inglés) que es básicamente una especie de zapallo grande", explica Carlos.
Según recuerda, estas semillas le costaron cinco dólares cada una, aunque sostiene que existen otras que pueden llegar a valer cuarenta "verdes". Depende el "pedigree", agrega.
Al momento de explicar el tratamiento, Barbieri cuenta: "Una vez que tengo las semillas hay que polinizarlas para que el zapallo pueda tener estas dimensiones. Yo lo hago con semillas compradas. Este año vamos a ir con una semilla de este y una comprada, lo que me va a dar una genética propia", asegura.
El método
(Foto: Manuel Ruiz / LA VOZ DE SAN JUSTO)
Ya tenemos una explicación del fenómeno: este zapallo pesa lo que pesa porque está genéticamente preparado para ello. Pero bien, como cualquier verdura que uno trata de plantar en una quinta, huerta o maceta para que venga como uno desea, o como Google le dijo que tenía que crecer tiene que haber un proceso lógico que lleva adelante el mismo el ser humano y que le llaman "tener mano" o simplemente respetar el método: "El zapallo puede crecer hasta tres centímetros de diámetro por día pero si no lo cuidás, no lo tapás para que no madure más de lo que crece... esa es la combinación. Pasa que madura más rápido de lo que crece. Entonces se empieza a cuartear, a partir. Se planta en septiembre como todas las cucurbitáceas, es decir, pepinos, zapallitos, sandías, melón. Esperaba 100 kilogramos pero no lo cuidé como para ese peso. Ya hace tres años que vengo preparando la tierra, puse una bomba sumergible en la huerta, porque a esto hay que regarlo, es agua, no es otra cosa. Pero no tuve tiempo para cuidarlo como debía para que llegue a los cien", dice Barbieri antes de sentenciar: "Tirar y crecer, crece todo. Pero para que crezca así hay que dedicarse. No hay alternativa", aconseja.
-¿Tenés 70 kilos de zapallo, ¿qué vas a hacer?
Zapallo en almíbar, dulce, cortarlo, regalarlo. Ahora ya está. Aparte debo tener 10 o 12 de estos más chicos, pero tengo. Ahora saqué también un pepino enorme, higos de 100 gramos, unos ajos muy grandes también. Me gusta jugar con esto, es simple. Laburo con mis hijas, las nenas me dan una mano. Que vayan aprendiendo y vean que no solo es sembrar. A los chicos tenés que llevarlos, si le hacés caso a ellos que están todo los días en Internet sirve. Entonces las llevo a la quinta, se ensucian, se embarran, y aprenden. Como hacían nuestro abuelos con nosotros.
Un pepino gigante, ajos inmensos e higos de 100 gramos, todo producto de la quinta de Barberis (Fotos: Gentileza Carlos Barbieri)
Hay una variedad de cerveza de zapallo muy común en Estados Unidos (Pumpkin Ale). Y no me queda otra que preguntarle a Barbieri, también cervecero, si va a hacerla, a lo que responde que por ahora no.
Me acabo de dar cuenta que tiene una camisa hawaiana celeste, que afuera hace un calor que pesa y que pese a transpirar tengo la vista más en el zapallo gigante que en una cerveza fresca. Mientras tanto, sigo pensando ¿qué haría yo con 72 kilos de zapallo?