El importante rol del psicólogo en el tratamiento del cáncer
El diagnóstico de cáncer cambia totalmente la vida de una persona. Se trata de un impacto que trasciende lo físico, implica un proceso emocional que involucra aspectos personales, familiares, sociales, laborales y hasta espirituales de quien sufre la enfermedad. La psicooncología brinda herramientas para aceptar y transitar las distintas etapas de la enfermedad.
Junto al diagnóstico de cáncer, aparecen miedos,
cuestionamientos, enojo y cambios profundos en la vida cotidiana del
paciente que experimenta varios duelos debido a la aparición
imprevista del cáncer
Con una mirada integral sobre el paciente aparece la psicooncología, una rama de la psicología, cuyo objetivo es acompañar al paciente, para que logre una mejor calidad de vida junto a su familia, aprendiendo a vivir con la enfermedad oncológica en sus diferentes fases.
La licenciada en Psicología, María Julia Bogetto (MP-4672) de nuestra ciudad, que realiza psicooncología y cuidados paliativos explicó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO de qué se trata esta disciplina que otorga importantes beneficios a las personas con cáncer y a sus familiares.
La profesional remarcó que la psicooncología brinda apoyo emocional, reduce el impacto que la enfermedad genera en la persona afectada y su entorno, proporciona herramientas y habilidades de afrontamiento, favorece la adaptación a la enfermedad y ayuda a la comprensión de la misma. También ayuda a mejorar la comunicación entre la persona que fue diagnosticada, su familia y el equipo médico que lo está abordando.
Aprender a vivir con la enfermedad
Bogetto explicó que el objetivo "es lograr la mejor calidad de vida posible del enfermo de cáncer y su familia, y aplicar una prevención de posibles complicaciones de tipo biopsicosocial".
Añadió que la intervención del psicooncólogo "se centra, por un lado, en paliar el impacto emocional que desencadena un diagnóstico de cáncer. Por otro, ha de facilitar la adaptación del paciente a la enfermedad para que pueda ser parte activa del afrontamiento de la situación que genera la enfermedad".
La profesional agregó que otra función esencial del psicólogo en el tratamiento del cáncer es mitigar los efectos secundarios de los tratamientos biomédicos, por ejemplo: condicionamiento a los vómitos debidos a la quimioterapia, adaptación a la nueva imagen después de una mastectomía, etc.
"El psicooncólogo trata, en definitiva, de que el paciente y su familia aprendan a vivir con la enfermedad. La reacción inicial de un paciente y su entorno ante un diagnóstico de cáncer es, prácticamente siempre, de shock. Pero, además, afrontar una enfermedad de estas características y sobrellevar todo el proceso del tratamiento médico requiere de un aplomo difícil de mantener en estas circunstancias", manifestó la profesional.
Aseguró que el rol de los psicooncólogos consiste en dar soporte a pacientes de cáncer y familiares para enfrentarse a la adaptación imprescindible que necesitarán para superar todas las fases de esta enfermedad: diagnóstico inicial, malas noticias, cambios de tratamiento, expectativas, procesos terminales debido a que los factores psicológicos (cognitivos, emocionales y motivacionales) influyen en la salud física de las personas inciden siempre, de forma directa o indirecta en las enfermedades. Y la enfermedad, a su vez, repercute en el estado psicológico, porque somos un todo integrado.
"Ello hace que sea especialmente importante cuidar el aspecto psicológico del paciente en caso de enfermedades como el cáncer. La vivencia de la angustia en el proceso de la enfermedad puede generar efectos negativos para la salud general y la calidad de vida del paciente", advirtó la psicóloga.
Lic. María Julia Bogetto
Diferentes intervenciones del psicólogo
Las intervenciones del psicólogo son diferentes dependiendo del momento de la enfermedad y la situación clínica de la persona, esto es porque las manifestaciones psicológicas cambian en función de la etapa de la enfermedad en la que se encuentre el paciente, de sus síntomas y de los tratamientos recibidos.
La licenciada Bogetto afirmó que luego del diagnóstico "la persona suele estar en un momento inicial de shock, con intensas respuestas emocionales que incluyen tristeza, rabia, ansiedad, sentimientos de indefensión y hasta en algunas oportunidades depresión alli nuestra labor persigue mitigar el impacto emocional que desencadena un diagnóstico de cáncer, brindar al paciente y a sus familiares apoyo emocional y estrategias de afrontamiento para hacer frente a la enfermedad".
Añadió que por otro lado durante el tratamiento, ya sea cirugía, quimioterapia, radioterapia el objetivo "es brindarle herramientas para manejar el dolor y el alivio del malestar emocional pueden ayudar al paciente a adherirse al tratamiento médico focalizando en que los efectos secundarios del mismo son en su mayoria transitorios".
"El psicooncólogo trata, en definitiva, de que el paciente y su familia aprendan a vivir con la enfermedad. La reacción inicial de un paciente y su entorno ante un diagnóstico de cáncer es, prácticamente siempre, de shock. Pero, además, afrontar una enfermedad de estas características y sobrellevar todo el proceso del tratamiento médico requiere de un aplomo difícil de mantener"
El miedo a que vuelva el cáncer
"En la etapa donde el cáncer ha remitido, la intervención se basa en facilitar la expresión de miedos y preocupaciones, tanto del paciente como de sus familiares, por la incertidumbre y la amenaza de volver a presentar la enfermedad", dijo.
Bogetto remarcó que para el psicólogo es importante "consolidar un estrecho vínculo terapéutico, abordar las alteraciones emocionales y proporcionar las herramientas psicológicas necesarias para poder regresar poco a poco a la normalidad".
En caso de que hubiese recaída de la enfermedad, al ser una etapa de gran impacto debido a que desencadena reacciones emocionales intensas (rabia, ira, agresividad, desesperación, etc.), "la intervención consiste en abordar y tratar los estados depresivos y ansiosos que puedan generarse en el paciente y sus familiares y trabajar en la adaptación al nuevo estado patológico".
Las emociones en la terminalidad
En fases de terminalidad de la persona, algunas de las emociones que suelen aflorar son negación, rabia, tristeza, aislamiento, agresividad y miedo a la muerte.
"Al paciente se le proporcionan cuidados paliativos, es decir, la curación del paciente ya no es posible y se persigue que éste reciba los mejores cuidados en su transición hasta la muerte. Para ello, es necesario atender las dificultades psicológicas, manejar el dolor y los síntomas físicos, ofrecer apoyo social, emocional, espiritual y potenciar estrategias de control en el enfermo terminal", detalló la psicóloga.
Acompañar en el proceso de morir
Añadió que cuando la muerte es inminente, "surge la tarea de acompañar al paciente en el proceso de morir y a su familia en la elaboración del duelo, con el objetivo de prevenir un duelo patológico".
"El psicooncólogo debe abordar las diferentes emociones que enfrenta el paciente ante la cercanía de la muerte con la finalidad de canalizar sus sentimientos, guiarle a cerrar sus asuntos pendientes y aceptar su nueva realidad. Es posible también, acompañar a los familiares y personas cercanas ante la pérdida del ser querido, aceptando su ausencia, trabajando las emociones y el dolor que genera, para poder adaptarse a la vida sin esa persona", finalizó la psicóloga.