El impacto de un doloroso episodio nunca antes registrado en la ciudad
El impacto de un doloroso episodio nunca antes registrado en la ciudad
La noche del 6 de noviembre, el intendente fue
herido de bala en un episodio violento que no registra antecedentes en los más
de 136 años de historia de San Francisco.
La noche del 6 de noviembre, el intendente fue
herido de bala en un episodio violento que no registra antecedentes en los más
de 136 años de historia de San Francisco.
Hace poco más de un año, el 12 de diciembre
de 2021, Damián Bernarte asumía como intendente de San Francisco, en reemplazo
de Ignacio García Aresca que había sido electo como diputado nacional. Desde el
vamos impuso su impronta a la gestión, diferente en varios aspectos a la de su
antecesor, aun cuando pertenecen a un mismo espacio político.
No obstante, el año político transcurría
con cierta normalidad en San Francisco. Los debates no habían alcanzado los
decibeles de otros tiempos como para agitar la vida institucional de la ciudad.
Mientras transcurrían los meses de este 2022, la dirigencia local comenzó sus
aprestos para el próximo año electoral. Los protagonistas de la política
sanfrancisqueña con aspiraciones de gobernar parecieron concentrarse en la
búsqueda de la mejor posición para el momento en que se lanzase la
campaña.
De pronto, el sobresalto fue mayúsculo
cuando acaeció un hecho grave y conmocionante. Al retirarse del festejo del Día
del Bancario realizado en el Superdomo, la noche del 6 de noviembre, el
intendente fue herido de bala en un episodio violento que no registra
antecedentes en los más de 136 años de historia de la ciudad.

La conmoción generada por el doloroso suceso
abarcó todos los ámbitos de la vida ciudadana. Más allá de que la investigación
judicial aún sigue en curso, existe la certeza de que se trató de un hecho no
relacionado con la actividad oficial de quien fuera atacado. No obstante, aun
cuando no se haya inscripto la terrible agresión en el contexto de la disputa
política, lógico ha sido el revuelo que tuvo en la consideración pública, en
virtud de que fue atacada la máxima autoridad de la ciudad.

Por fortuna, el intendente se repuso de sus
heridas. "La vida me dio otra oportunidad", aseguró Bernarte en las redes
sociales, cuando publicó un texto en el que agradeció a los médicos que lo
atendieron, a su familia, a la dirigencia política de todas las vertientes, a
las instituciones de la ciudad y a los vecinos que le hicieron llegar sus
deseos de pronta recuperación. "Es muy movilizador para mí saber que
tantas personas hicieron llegar sus muestras de afecto. Sinceramente, estoy muy
conmovido y agradecido con la cantidad de mensajes deseando mi pronta
recuperación. Los he leído y escuchado a todos. Eso me reconforta y me da más
fuerzas aún para continuar por este camino", expresó Bernarte.
Precisamente, el camino al que aludió el
intendente refiere al futuro próximo de su gestión y, por extensión, a la vida
política de San Francisco. El ataque repercutió con fuerza en todos los
estamentos institucionales, mucho más allá del Palacio Tampieri. En el Panal,
sede del gobierno de la provincia, y en el Palacio 6 de Julio, sede de la
municipalidad de Córdoba, hubo conmoción. Es que se vieron sacudidas, ante la
cercanía del proceso electoral, las aspiraciones conocidas de los dirigentes
que hoy ejercen altas funciones de gobierno.

La incertidumbre política se instaló
durante aquellas jornadas en las que Bernarte se encontraba internado.
Interrogantes, muchos: ¿volvía Ignacio García Aresca?, ¿asumía la intendencia
el presidente del Concejo Deliberante?, ¿qué postura esgrimirían Schiaretti y
Llaryora?, ¿cómo influirá el suceso en el inminente proceso electoral? Pasado
el impacto, la "solución institucional" primó. Y Gustavo Klein pasó a ocupar el
cargo hasta tanto se produjese el retorno del jefe comunal, que ocurrió el
lunes 19 de este mes.

Clarificando el panorama
Al volver a ocupar la intendencia, Bernarte
despejó dudas, si es que existían, sobre su intención de ser candidato en 2023:
"Empezará el año nuevo que traerá aparejado mucho de gestión y que no podemos
olvidar que es un año electoral. Son años que me gustan y que espero, si todo
sigue bien, que me encuentre a pleno para hacerlo de manera intensa", sostuvo.
Claro que, también, el intendente deberá también ocuparse del proceso judicial
por el ataque del que fue víctima. Será querellante particular, anunció.
De todos modos, la evolución de los hechos
parece disipar la incertidumbre que generó este traumático suceso sobre el
futuro político del jefe comunal. Aunque todavía no está claro si habrá
internas en el oficialismo. Hay que recordar que, en agosto, se anunció que el
justicialismo tendría elecciones para definir su candidato en la ciudad.
Gustavo Piscitello y Damián Bernarte serían los contendientes. Nunca estuvo
claro si el anuncio se trató de una puesta en escena o de la definición
concreta de una disputa por la candidatura. El doloroso suceso del 6 de noviembre vino a
colocar un paréntesis sobre esta posibilidad que, en breve lapso, debería ir aclarándose.
Bernarte ya deslizó su propósito de aspirar a un nuevo período. Piscitello, por
su parte, renovó su cartelería callejera tratando de vincular aún más su figura
a la de Martín Llaryora, aunque algunas versiones indican que mantuvo
conversaciones con dirigentes de Encuentro Vecinal Córdoba, las que no habrían
llegado a buen puerto. El año llega a su fin y las dudas sobre esta interna
anunciada persisten.
Interrogantes similares pueden plantearse
cuando se observan los movimientos de la oposición en San Francisco. Las disputas
nacionales de Juntos por el Cambio movilizan a la dirigencia local. Cada uno de
los que han proclamado, con mayor o menor énfasis, su aspiración a encabezar la
lista municipal está inmerso en el mismo juego que se disputa tanto a nivel
provincial como nacional. Existieron diálogos, entredichos y negociaciones,
todavía sin mayor repercusión pública. La búsqueda de posicionamiento ante la
ciudadanía sanfrancisqueña ya se expresa en los afiches y carteles en los que
aparecen Marco Puricelli, Cristian Canalis y Luciano Stoppani.
Las otras agrupaciones que pretenden
terciar están barajando sus estrategias. Nombres suenan. Confirmaciones
escasean. De todos modos, el kirchnerismo ya lanzó a Andrés Romero y Encuentro
Vecinal postularía a la profesora Elena Vachetta. Entre las demás fuerzas
políticas que participan en cada elección local, nombres suenan, pero escasean
las confirmaciones.
Como ha afirmado el intendente Bernarte,
"la vida le dio otra oportunidad". Es gratificante que se esté recuperando y
que haya reasumido su cargo. Pero la vida institucional de la ciudad sufrió
este año un sacudón como nunca antes se había registrado. Quizás, el
tembladeral político que significó el ataque haya comenzado a amortiguarse. No
obstante, el doloroso episodio se convirtió en una bisagra que quizás pergeñe
un tiempo nuevo en la política de la ciudad.
Hace poco más de un año, el 12 de diciembre
de 2021, Damián Bernarte asumía como intendente de San Francisco, en reemplazo
de Ignacio García Aresca que había sido electo como diputado nacional. Desde el
vamos impuso su impronta a la gestión, diferente en varios aspectos a la de su
antecesor, aun cuando pertenecen a un mismo espacio político.
No obstante, el año político transcurría
con cierta normalidad en San Francisco. Los debates no habían alcanzado los
decibeles de otros tiempos como para agitar la vida institucional de la ciudad.
Mientras transcurrían los meses de este 2022, la dirigencia local comenzó sus
aprestos para el próximo año electoral. Los protagonistas de la política
sanfrancisqueña con aspiraciones de gobernar parecieron concentrarse en la
búsqueda de la mejor posición para el momento en que se lanzase la
campaña.
De pronto, el sobresalto fue mayúsculo
cuando acaeció un hecho grave y conmocionante. Al retirarse del festejo del Día
del Bancario realizado en el Superdomo, la noche del 6 de noviembre, el
intendente fue herido de bala en un episodio violento que no registra
antecedentes en los más de 136 años de historia de la ciudad.

La conmoción generada por el doloroso suceso
abarcó todos los ámbitos de la vida ciudadana. Más allá de que la investigación
judicial aún sigue en curso, existe la certeza de que se trató de un hecho no
relacionado con la actividad oficial de quien fuera atacado. No obstante, aun
cuando no se haya inscripto la terrible agresión en el contexto de la disputa
política, lógico ha sido el revuelo que tuvo en la consideración pública, en
virtud de que fue atacada la máxima autoridad de la ciudad.

Por fortuna, el intendente se repuso de sus
heridas. "La vida me dio otra oportunidad", aseguró Bernarte en las redes
sociales, cuando publicó un texto en el que agradeció a los médicos que lo
atendieron, a su familia, a la dirigencia política de todas las vertientes, a
las instituciones de la ciudad y a los vecinos que le hicieron llegar sus
deseos de pronta recuperación. "Es muy movilizador para mí saber que
tantas personas hicieron llegar sus muestras de afecto. Sinceramente, estoy muy
conmovido y agradecido con la cantidad de mensajes deseando mi pronta
recuperación. Los he leído y escuchado a todos. Eso me reconforta y me da más
fuerzas aún para continuar por este camino", expresó Bernarte.
Precisamente, el camino al que aludió el
intendente refiere al futuro próximo de su gestión y, por extensión, a la vida
política de San Francisco. El ataque repercutió con fuerza en todos los
estamentos institucionales, mucho más allá del Palacio Tampieri. En el Panal,
sede del gobierno de la provincia, y en el Palacio 6 de Julio, sede de la
municipalidad de Córdoba, hubo conmoción. Es que se vieron sacudidas, ante la
cercanía del proceso electoral, las aspiraciones conocidas de los dirigentes
que hoy ejercen altas funciones de gobierno.

La incertidumbre política se instaló
durante aquellas jornadas en las que Bernarte se encontraba internado.
Interrogantes, muchos: ¿volvía Ignacio García Aresca?, ¿asumía la intendencia
el presidente del Concejo Deliberante?, ¿qué postura esgrimirían Schiaretti y
Llaryora?, ¿cómo influirá el suceso en el inminente proceso electoral? Pasado
el impacto, la "solución institucional" primó. Y Gustavo Klein pasó a ocupar el
cargo hasta tanto se produjese el retorno del jefe comunal, que ocurrió el
lunes 19 de este mes.

Clarificando el panorama
Al volver a ocupar la intendencia, Bernarte
despejó dudas, si es que existían, sobre su intención de ser candidato en 2023:
"Empezará el año nuevo que traerá aparejado mucho de gestión y que no podemos
olvidar que es un año electoral. Son años que me gustan y que espero, si todo
sigue bien, que me encuentre a pleno para hacerlo de manera intensa", sostuvo.
Claro que, también, el intendente deberá también ocuparse del proceso judicial
por el ataque del que fue víctima. Será querellante particular, anunció.
De todos modos, la evolución de los hechos
parece disipar la incertidumbre que generó este traumático suceso sobre el
futuro político del jefe comunal. Aunque todavía no está claro si habrá
internas en el oficialismo. Hay que recordar que, en agosto, se anunció que el
justicialismo tendría elecciones para definir su candidato en la ciudad.
Gustavo Piscitello y Damián Bernarte serían los contendientes. Nunca estuvo
claro si el anuncio se trató de una puesta en escena o de la definición
concreta de una disputa por la candidatura. El doloroso suceso del 6 de noviembre vino a
colocar un paréntesis sobre esta posibilidad que, en breve lapso, debería ir aclarándose.
Bernarte ya deslizó su propósito de aspirar a un nuevo período. Piscitello, por
su parte, renovó su cartelería callejera tratando de vincular aún más su figura
a la de Martín Llaryora, aunque algunas versiones indican que mantuvo
conversaciones con dirigentes de Encuentro Vecinal Córdoba, las que no habrían
llegado a buen puerto. El año llega a su fin y las dudas sobre esta interna
anunciada persisten.
Interrogantes similares pueden plantearse
cuando se observan los movimientos de la oposición en San Francisco. Las disputas
nacionales de Juntos por el Cambio movilizan a la dirigencia local. Cada uno de
los que han proclamado, con mayor o menor énfasis, su aspiración a encabezar la
lista municipal está inmerso en el mismo juego que se disputa tanto a nivel
provincial como nacional. Existieron diálogos, entredichos y negociaciones,
todavía sin mayor repercusión pública. La búsqueda de posicionamiento ante la
ciudadanía sanfrancisqueña ya se expresa en los afiches y carteles en los que
aparecen Marco Puricelli, Cristian Canalis y Luciano Stoppani.
Las otras agrupaciones que pretenden
terciar están barajando sus estrategias. Nombres suenan. Confirmaciones
escasean. De todos modos, el kirchnerismo ya lanzó a Andrés Romero y Encuentro
Vecinal postularía a la profesora Elena Vachetta. Entre las demás fuerzas
políticas que participan en cada elección local, nombres suenan, pero escasean
las confirmaciones.
Como ha afirmado el intendente Bernarte,
"la vida le dio otra oportunidad". Es gratificante que se esté recuperando y
que haya reasumido su cargo. Pero la vida institucional de la ciudad sufrió
este año un sacudón como nunca antes se había registrado. Quizás, el
tembladeral político que significó el ataque haya comenzado a amortiguarse. No
obstante, el doloroso episodio se convirtió en una bisagra que quizás pergeñe
un tiempo nuevo en la política de la ciudad.