El cine solicitó el procedimiento preventivo de crisis
Pagaron los salarios de marzo, pero sostienen que será difícil afrontar abril tras el cese absoluto de la actividad. Además, deben abonar impuestos y tarifas y ya negocian con Epec reducir la demanda contratada mientras dure una crisis que estiman que se extenderá hasta fines de 2020.
Fueron de los primeros en cerrar y parece que serán los últimos en reabrir. El coronavirus está haciendo estragos en la industria cinematográfica.
Las salas en todo el país están cerradas, no perciben ingresos y no tienen ninguna posibilidad de revertir esta situación al menos, en el mediano plazo. Piden auxilio al Estado y vaticinan una fuerte caída de la actividad para todo lo que resta de este año. Mientras tanto, se agarran a las últimas medidas del Gobierno para aliviar la situación de las empresas por el parate económico como a un salvavidas en medio de un naufragio.
En la Argentina hay cerca de 10.000 empleados de salas y complejos de cine actualmente cerrados por la cuarentena; sus dueños piden que se extienda la emergencia durante todo 2020.
En nuestra ciudad y la región, la firma Las Tipas, que tiene entre sus emprendimientos al Cine Radar y otras salas en Morteros, Rafaela y San Jorge, presentó ante el Ministerio de Trabajo Provincial una solicitud de procedimiento preventivo de crisis que le permita hacerle frente a la realidad asfixiante que atraviesa, como toda la industria del entretenimiento. En tanto, el trámite ahora depende de las políticas a nivel nacional.
Asimismo, "nos aferramos al Repro (Recuperación Productiva) y a toda facilidad de acceso a préstamos" para capital de trabajo, indicó a LA VOZ DE SAN JUSTO Martín Adami, socio gerente Las Tipas San Francisco.
La empresa emplea en forma directa a 56 personas. Pudo pagar los salarios de marzo, no obstante, está negociando el pago de los haberes de abril con representantes de las distintas entidades dedicadas a la exhibición cinematográfica y el gremio.
El programa Repro otorga una suma fija mensual remunerativa de hasta un monto equivalente al salario mínimo, vital y móvil ($16.875) por trabajador y por un plazo de hasta 12 meses. Este monto permite completar una parte del sueldo. Pero hasta el momento, acceder al beneficio no es fácil.
Las tarifas, un problema
Además de un rescate para abonar los sueldos, entre los pedidos del sector también figuran la eximición o diferimiento de los aportes impositivos (pago de Ganancias, impuesto al cine y reinscripción de actividad en el Incaa), subsidios en las tarifas de servicios públicos (luz, gas, teléfono) hasta la reapertura de la actividad, la prohibición del corte eventual de esos servicios, la rebaja o diferimiento del pago de alquileres y la suspensión por 365 días del pago de comisiones bancarias y embargo en cuentas.
Las Tipas debe hacer frente a una boleta de Epec impagable para estos tiempos. Adami explicó que buscan renegociar con la Empresa Provincial de Energía de Córdoba la demanda contratada a plazo, hoy ociosa a partir del parate en la actividad.
Es que el impacto de la pandemia derivó en una subutilización de la potencia contratada que, según comentó el empresario, representa un costo fijo importante que es necesario reducir.
Para tener solo una idea, el Cine Radar tiene un gasto fijo de energía por mes de $100.000 y aunque la sala permanezca cerrada y la demanda sea menor, una vez a la semana debe mantener encendidos los proyectores durante 8 horas por una cuestión de funcionamiento de esta tecnología, por lo que no pueden prescindir del servicio pero esto tampoco justifica la altísima suma que abonan.
Sí ya están analizando cortar otros servicios como algunas cuentas de Internet o telefónicas.
Las plataformas online, "otro fantasma"
El Covid-19, como en tantos otros ámbitos, sacudió a esta industria y adelantó debates que parecía iban a estirarse un poco más como el de la prioridad de las salas en los estrenos cinematográficos o bien, ¿es hora de que algunas películas se estrenen directamente online?
En este contexto de cines cerrados, y sin siquiera una fecha estimada para su reapertura, ciertas distribuidoras recurren a Internet para mantener la actividad y algo de ingresos. También como un aprendizaje y estrategia para huir de la competencia feroz que pronostican que se dará cuando reabran las salas.
Una prueba de ello es que Universal y Sony Pictures han comenzado a ofrecer sus películas por paid-per-view. Por ejemplo, la película de Vin Diesel, "Bloodshot", que debía estrenarse en marzo, pasado, Sony han decidido lanzarla digitalmente. Sin embargo, Adami cree que esto no funcionaría para las grandes películas. "Películas del estilo de Marvel Studios, destinadas a superar los mil millones de recaudación mundial, no se puede permitir lanzarlas de manera digital".
De lo que no hay duda es que las plataformas online, de streaming -muchas de ellas gratuitas-, durante el confinamiento fueron ganando más adeptos. "Este es otro fantasma que sobrevuela nuestra actividad", afirmó el entrevistado.
Piensan en la vuelta, pero diferente
No pueden arriesgar qué va a pasar en el cine. Toda ayuda hoy es un parche a la situación que está sufriendo y la incertidumbre sobre el futuro cercano es grande. No saben cuándo volverán a abrir sus negocios. Pero sí saben que cuando lo hagan nada será igual.
Además, "se dependerá de los estrenos", aventuró el socio gerente de Las Tipas reconociendo que "no hay trabajo, como le sucede a muchos otros rubros", que padecen este parate obligatorio y esto significa también que "si no se produce, no se estrena. Hay estrenos que se postergarán para 2021".
"Pasarán meses hasta que volvamos a la normalidad", reflexionó y reiteró que "las industrias culturales están entre las áreas más afectadas".
Un poco más optimista y dándole vueltas al asunto, Adami ya piensa en nuevas estrategias, con el propósito de no generar tampoco grandes aglomeraciones de gente. "Llevamos más de un mes con las puertas cerradas (desde el 16 de marzo, antes del decreto presidencial de aislamiento obligatorio). Cuando reabramos entendemos que se deberán tomar otros recaudos", expresó.
"Nosotros ya estuvimos analizando alternativas y una podría ser habilitar el ingreso a una determinada cantidad de público para mantener el distanciamiento social; también intensificar las medidas de higiene haciendo una desinfección de la sala y las buracas entre función y función y acortar el tiempo entre una y otra, es decir, menos funciones al día", comentó.