Efecto Covid-19: el virus ya “atacó” al sector gastronómico de Miramar
Tres de 25 locales ubicados en calle Córdoba de esta localidad turística no resistieron al aislamiento obligatorio y cerraron sus puertas. Entre ellos, uno de los más tradicionales de la zona céntrica: comedor "Farinel".
La actividad gastronómica en Miramar de Ansenuza no fue ajena al efecto Covid-19 que obligó a tres de alrededor de 25 locales ubicados sobre calle Córdoba al 300 (en la zona céntrica del pueblo) a abandonar el rubro.
Uno de ellos es el tradicional comedor Farinel que tras 24 años de trabajo decidió cerrar sus puertas porque ya no podían sostener los gastos fijos. Así lo confirmó Franco, uno de los tres hijos del matrimonio Gonella que hace 24 años comenzó con este sueño en un pequeño galpón del pueblo.
"A los problemas económicos que nos apremiaban antes de la pandemia se sumó esta situación sanitaria que nos empujó al cierre", expresó Franco Gonella quien trabajaba junto a sus padres y sus dos hermanos en el comedor.
"Estamos esperando que pase toda esta pesadilla para poder alquilarlo", manifestó el ex comerciante al indicar que se trata de la fuente de ingresos para sus padres Liliana y Miguel Ángel.
Según contó Franco, el comedor no es el único emprendimiento familiar que cesó durante la cuarentena, sino que lo mismo sucedió con una tienda de ropa que tenían en la zona céntrica del pueblo: "cerramos y lo alquilamos", señaló.
Farinel deja atrás 24 años de trabajo en el rubro
Resistió al agua, pero no a la pandemia
A 17 años de la segunda inundación más grande de la historia del pueblo, este popular local gastronómico enfrenta una crisis sanitaria nunca antes vivida. "En la época de la inundación el agua llegó cerca pero no nos afectó. Pudimos sobrellevar esta situación y muchas vaivenes económicos, pero nunca paramos", señaló Gonella.
En este sentido recordó "años atrás cuando había temporadas muy buenas cerrábamos durante el invierno".
Franco recuerda que en aquel entonces se trabajaba con 60 mesas. "El verano pasado fue bueno también, pero no alcanzó para sobrellevar estos meses de parate de la actividad", indicó.
Si bien para los Gonella "la situación no daba para más" los sentimientos son encontrados: "nos genera tristeza tener que cerrar este lugar que con tanto esfuerzo comenzaron mis padres, pero también nos da tranquilidad por ellos que ya están grandes y también necesitan descansar".
Franco contó que sus padres Miguel Angel
y Liliana, arrancaron de cero con este negocio hace casi 25 años. "Primero
alquilaron y era heladería, después pizzería y comedor. Lograron comprar el
local ya con todos en el negocio pudimos
invertir en la ampliación y mejoras llegando a ser una de las esquinas más
concurridas de Miramar".
El "mar cordobés" pierde uno de sus locales gastronómicos más populares
Adiós a las pizzas y ravioles caseros
El sello distintivo de Farinel eran las pizzas y lomos caseros elaborados por "papá Miguel Angel " y los ravioles caseros de "mamá Liliana".
"Mi mamá no alcanzaba a frizar los ravioles, como se hacían se vendían; inclusive tenía que amasar hasta los domingos porque muchas veces no alcanzaban", contó.
Contó que inclusive durante estos días, "muchos comensales de la región me llamaron para preguntar si abríamos para venir a comer ravioles", agregó.
Farinel en piamontés significa "chico travieso" y fue el nombre elegido para el lugar porque "así le decían a mi papá cuando era chico", dijo Franco.