“Donar órganos es el acto de amor más grande de un ser humano por otro”

Mabel Righi junto a otros vecinos que necesitaban un trasplante o tenían familiares en esa condición formaron la Asociación Solidaria Apoyo al Trasplante (Asat) que dejó una importante huella de concientización en la sociedad. Hoy sigue trabajando para educar, mientras su hijo espera un nuevo trasplante de riñón.
Por Isabel Fernández | LVSJ
La enfermedad de su hijo Claudio no dejaba salida, la glomerulonefritis del riñón lo dejó sin función renal y tuvo que ser trasplantado. En medio de ese difícil trance de su vida, ella decidió tomar el toro por las astas y fue una de las impulsoras de una entidad para concientizara sobre la donación de órganos.
Así fue que, hace más de 20 años Mabel Righi, junto a Noemí Ferreyra, médicos y otras personas con problemas de salud formaron la Asociación Solidaria Apoyo al Trasplante (Asat) que realizó una importante tarea educativa sobre la donación de órganos, concientizando en todos lados, trabajando en las escuelas, logrando leyes que beneficien y ayudando a personas trasplantadas para conseguir medicamentos. Comenzaron a reunirse en el 2000 y 2001, pero recién en 2008, tuvo la personería jurídica.
"Donar órganos es el acto de amor más grande de un ser humano por otro. Tuve la experiencia porque mi hijo fue trasplantado y todas las noches ruego a Dios por esa familia para que se mantuviera fuerte y la bendecía sin conocerla", aseguró Mabel en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO y contó cómo nació la iniciativa de formar esta importante asociación.
Cuando su hijo Claudio recibió el primer trasplante su vida mejoró muchísimo, cuidaba como un tesoro el órgano donado, pero después de 16 años no funcionó más. Ahora está nuevamente en lista de espera para un riñón y mientras tanto se dializa.
"Hay personas que fueron trasplantadas dos o tres veces en su vida. Todavía tengo la esperanza que mi hijo pueda ser trasplantado nuevamente. Gracias a la donación de una familia desinteresada, tanto mi hijo, como siete personas más tienen una segunda oportunidad de vida", dijo Mabel.
Según estadísticas del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) que impulsa, normatiza, coordina y fiscaliza las actividades de donación de órganos y tejidos, en la actualidad 7025 personas necesitan un trasplante para salvar su vida en el país. En lo que va del año se realizaron 714 trasplantes, 310 personas donaron sus órganos y 6,7 es la cantidad de donantes por cada millón de habitantes.
"Gracias a la donación de una familia desinteresada, mi hijo y otras siete personas tuvieron una segunda oportunidad de vivir", contó Mabel. | Fotos: Manuel Ruiz | LVSJ
En cuanto al nivel de concientización en la sociedad, Mabel consideró que actualmente "se logró mucho en cuanto a donación de órganos, se están haciendo muchos trasplantes tanto en la provincia como en el país. Hay mayor conciencia, la gente dona, pero hay que seguir educando para que la sociedad esté informada correctamente sobre lo que es la muerte cerebral que es el momento en el que hay que tomar la decisión de donar".
"El momento de decidir es muy duro, es difícil desprenderse de un ser querido que fallece, pero tienen que pensar que, sea un riñón, un corazón o un hígado, seguirá viviendo en otra persona. Con la donación de órganos se salvan siete vidas", remarcó.
Una gran huella en
la conciencia social
Aunque actualmente Asat no se encuentra activo, dejó una importante huella en la conciencia de la sociedad. Continúa trabajando en el asesoramiento de personas con familiares que necesitan un trasplante e incluso con personas que necesitan diálisis. "Todavía nos seguimos ayudando entre todos -dijo Mabel-, especialmente con la gente que se dializa, los acompañamos y guiamos cuando deben enfrentar el tratamiento, acompañando desde la experiencia".
Cuando un padre una madre ven que su hijo sufre por una enfermedad hace lo imposible. Mabel comentó que la asociación nació "porque vimos la necesidad de concientizar en la población sobre la donación de órganos".
Destacó que a través de la unión "pudimos hacer muchas cosas, nos dábamos fuerzas, nos acompañábamos en momentos difíciles. Noemí Ferreyra fue una mamá donante, porque le dio un órgano a su hijo, tenía una fuerza impresionante y fue mi mano derecha en Asat".
"Nos reunimos con familias, jóvenes y adultos que esperaban un órgano y tuvimos el apoyo incondicional de médicos como Gustavo Díaz Cornejo, Héctor Gómez, Rodolfo Buffa, José Luis González, Osvaldo Tusa y otros con quienes brindábamos charlas en las escuelas de la ciudad y la región, también en las universidades. Los médicos explicaban especialmente lo que es la muerte cerebral que es lo que le cuesta entender a la gente porque no cualquier persona que fallece puede ser donante. Concientizábamos en el Hospital y en todos los espacios en los que podíamos estar", recordó.
Añadió que también consiguieron que se aprueben normas importantes. "En el año 2009 el Concejo Deliberante aprobó un proyecto que establece que cuando se realice un plan de viviendas en la ciudad exista el cupo del 2% para personas trasplantadas. Además siempre tuvimos el apoyo de la secretaría de Salud y el municipio que nos facilitaba la imprenta para hacer folletos. Teníamos apoyo municipal, provincial y nacional".
"También viajábamos a todos los simposios de trasplante donde nos encontrábamos con otras asociaciones que exponían las necesidades de cada provincia. Traíamos libros e información del Incucai para las escuelas, también dejábamos las planillas de donación para que las personas expresen el deseo de donar. Ahora eso cambió a través de la Ley 24.193 de Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos de la República Argentina", amplió.
Mabel remarcó que se logró mucho "gracias a la comisión de Asat que era muy fuerte y decidida, conformada por familiares de personas que necesitaban un trasplante, algunos que fueron donantes y personas que estaban en lista de espera de un órgano, también por médicos".
Cabe recordar que cuando se formó la primera comisión como institución civil el 6 de noviembre de 2008 estaba conformada de la siguiente manera: Mabel Righi como presidenta; vicepresidente, Alejandro Lucarelli; secretaria, Noemí Ferreyra; tesorera, Aurora Teresa Albano; protesorero, Jorge Raúl Ludueña; vocales titulares: Gustavo Klein, Silvia Beatriz Ballarino, Jorge Rafael Torales, Ilda Catalina Uther, Susana de Ravera, Marcelo Balero, Luis Spinazi, Margarita Moriondo, Mariela López, Pablo Marinzalda, Jorge Giaccone, entre otras personas que trabajaron para concientizar.
"Asat trabajaba en conjunto con el Estado y las escuelas para educar sobre la donación de órganos", finalizó Mabel.
Para la ley, ¿quiénes
son donantes?
En Argentina se considera donante a toda persona mayor de 18 años que haya manifestado su voluntad afirmativa o que no haya dejado constancia expresa de su oposición. La Ley 24.193 establece que "toda persona mayor de 18 años, podrá en forma expresa, manifestar su voluntad afirmativa o negativa a la donación de órganos o tejidos del propio cuerpo".
"Cuando no exista manifestación expresa, la ley presume que la persona es donante. En esos casos se solicitará a la familia que confirme a través de su testimonio la última voluntad del fallecido. Ante el deceso de menores de 18 años, serán únicamente sus padres o representantes legales quienes autoricen la donación de órganos y tejidos".
Un día para conmemorar. El 30 de mayo se celebra el Día Nacional de la Donación de Órganos, en conmemoración del nacimiento del hijo de la primera paciente que dio a luz después de haber recibido un trasplante en un hospital público.