Del tunga tunga en el pueblo, a ser la música de toda Córdoba
Del tunga tunga en el pueblo, a ser la música de toda Córdoba
Del interior hacia la capital. La música que
nació en la periferia logró imponerse y convertirse en el ADN de toda una
provincia y todo gracias a una mujer, que le puso ritmo. La palabra de Luciano
Acosta, un apasionado y propietario de verdaderos tesoros de la historia
musical cordobesa.
Del interior hacia la capital. La música que
nació en la periferia logró imponerse y convertirse en el ADN de toda una
provincia y todo gracias a una mujer, que le puso ritmo. La palabra de Luciano
Acosta, un apasionado y propietario de verdaderos tesoros de la historia
musical cordobesa.
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Una verdadera joyita. El sanfrancisqueño consiguió “Del brazo con la suerte”, el primer disco (vinilo) de Cuarteto Leo.
Por Stefanía
Musso | LVSJ
Este 4 de junio,
el cuarteto cumplió 78 años desde su nacimiento. En realidad, se recuerda aquel
tunga tunga que marcó Leonor Marzano con su piano acompañada de su papá
Augusto en contrabajo, Luis Cabero en violín y a Miguel Gelfo en acordeón.
Lo que nadie se
imaginaría es que aquel momento histórico, ocurrido en Colonia Las Pichanas,
marcaría para siempre la esencia y la identidad de toda la provincia de Córdoba
en las manos de una mujer, Leonor Marzano.
Siendo un
apasionado de la música, el sanfrancisqueño Luciano Acosta hizo un repaso de la
historia del cuarteto; demostrando que ese ritmo tan pegadizo nacido tan lejos
de la ciudad capital, se convertiría en el ADN cordobés.
De hecho,
nuestra ciudad, tendría uno de los templos del cuarteto, el Gigante de
Bomberos.
Del pueblo a la ciudad
Para conocer la
esencia del cuarteto, Luciano Acosta hizo un viaje al pasado, por nuestra zona.
"Al ser una zona de muchas colonias fue importante romper el molde de los dos tipos
de orquestas que existían en esa época. Una, la característica que hacía música
variada, y la típica; que era más arrabalera y hacia tangos, milongas con la
estirpe porteña".
"Entonces, la
formación de un cuarteto característico por la cantidad de músicos con piano
contrabajo, violín y acordeón hacía sentir a los colonos inmigrantes italianos
y españoles más cerca de sus raíces ya que el género es una fusión entre los
dos países y su música tradicional pasodoble y tarantela".

De la mano de una mujer
Por supuesto que
quien haría eso sería la joven Leonor Marzano con solo 18 años al frente del
piano con su grupo, La Leo. "Leonor le puso el sello característico del estilo.
El tun acentuado y el ga más débil. El formato musical es muy similar al paso doble
solo que el cuarteto es más fiestero, expresivo y saltarín debido al toque de
tarantela que tiene diferenciándolo del pasodoble que es más formal".
Aquí es
importante destacar el rol de la mujer en el cuarteto, ya que la historia
reciente no tuvo referentes como ella. "A pesar que el género lo empezó una
mujer con su piano, en su historia muy pocas mujeres han irrumpido en la escena
cuartelera y grabado".
El rol de Leonor
fue fundamental para dar inicio a este género tan típico de nuestra provincia.
"El padre de Leonor, viudo, decidió formar un cuarteto y llevar a su hija para
que toque el piano ya que decía que le iba a traer suerte.
Del inicio a la aceptación
Según Acosta, "los
inicios del cuarteto siempre estuvieron relacionados a la gente de campo
lugares periféricos a las grandes ciudades. De hecho, le fue mucho tiempo poder
ingresar a las grandes localidades ya que en aquella época que no era aceptado
por la clase más alta".
Sin embargo,
siempre al frente, los años sesenta demostrarían que nada ni nadie silenciaria
al cuarteto. "Allí surgieron los cuatro grandes como Berna, Cuarteto de Oro,
Carlitos Rolan y por supuesto, La Leo".
Ya impuesto en
las ciudades, a mediados de los setenta surge una banda joven que cambiaría el
rumbo del formato y estilo a este género musical: Chebere. "Con el paso del
tiempo fueron agregando teclados, vientos, percusión y batería. Pasó de ser de
4 o 5 músicos a grandes bandas y ya el tunga tunga iba mutando en nuevos
sonidos absorbiendo de otros estilos musicales como el rock, la cumbia, la música
centroamericana".

Luciano, un apasionado de la historia de la música. | Fotos: Manuel Ruiz | LVSJ
Un tesoro único
Luciano es un
apasionado de la historia de la música en general, pero con el cuarteto tiene
un sentimiento particular.
En su colección atesora decenas de vinilos de
cuarteto cordobés, pero uno es por demás especial. Se trata de "Del brazo con
la suerte", el primer disco (pero en versión vinilo) de Cuarteto Leo donde los
temas más exitosos son "Plaza Colón" y "Del brazo con la suerte". Para aquella
histórica placa grabaron Miguel Gelfo en acordeón, Leonor Marzano en dirección
y piano, José María Saracho en violín, Augusto Marzano en contrabajo y José
Sosa Mendieta en voz. "El material que tengo son en su mayoría disco Long Play
porque es un formato que me gusta tener para escuchar música. De cuarteto tengo
variado y tengo la perlita que es el primer lp de La Leo".
"Tengo cierta
debilidad y pasión por saber los movimientos artísticos populares de cada lugar.
El cuarteto es de Córdoba como yo y no puedo estar ajeno al estilo que marca el
ADN de la provincia", agregó el entrevistado.
Para el amante
de la música popular cordobesa, "el cuarteto es la esencia de lo simple,
contando historias alegres o tristes, pero fundamentalmente para que baile el
pueblo. Leonor lo hizo posible y seguramente su deseo se mantendrá vivo; que el
tunga tunga no se apague jamás", concluyó el joven.
Por Stefanía
Musso | LVSJ
Este 4 de junio,
el cuarteto cumplió 78 años desde su nacimiento. En realidad, se recuerda aquel
tunga tunga que marcó Leonor Marzano con su piano acompañada de su papá
Augusto en contrabajo, Luis Cabero en violín y a Miguel Gelfo en acordeón.
Lo que nadie se
imaginaría es que aquel momento histórico, ocurrido en Colonia Las Pichanas,
marcaría para siempre la esencia y la identidad de toda la provincia de Córdoba
en las manos de una mujer, Leonor Marzano.
Siendo un
apasionado de la música, el sanfrancisqueño Luciano Acosta hizo un repaso de la
historia del cuarteto; demostrando que ese ritmo tan pegadizo nacido tan lejos
de la ciudad capital, se convertiría en el ADN cordobés.
De hecho,
nuestra ciudad, tendría uno de los templos del cuarteto, el Gigante de
Bomberos.
Del pueblo a la ciudad
Para conocer la
esencia del cuarteto, Luciano Acosta hizo un viaje al pasado, por nuestra zona.
"Al ser una zona de muchas colonias fue importante romper el molde de los dos tipos
de orquestas que existían en esa época. Una, la característica que hacía música
variada, y la típica; que era más arrabalera y hacia tangos, milongas con la
estirpe porteña".
"Entonces, la
formación de un cuarteto característico por la cantidad de músicos con piano
contrabajo, violín y acordeón hacía sentir a los colonos inmigrantes italianos
y españoles más cerca de sus raíces ya que el género es una fusión entre los
dos países y su música tradicional pasodoble y tarantela".

De la mano de una mujer
Por supuesto que
quien haría eso sería la joven Leonor Marzano con solo 18 años al frente del
piano con su grupo, La Leo. "Leonor le puso el sello característico del estilo.
El tun acentuado y el ga más débil. El formato musical es muy similar al paso doble
solo que el cuarteto es más fiestero, expresivo y saltarín debido al toque de
tarantela que tiene diferenciándolo del pasodoble que es más formal".
Aquí es
importante destacar el rol de la mujer en el cuarteto, ya que la historia
reciente no tuvo referentes como ella. "A pesar que el género lo empezó una
mujer con su piano, en su historia muy pocas mujeres han irrumpido en la escena
cuartelera y grabado".
El rol de Leonor
fue fundamental para dar inicio a este género tan típico de nuestra provincia.
"El padre de Leonor, viudo, decidió formar un cuarteto y llevar a su hija para
que toque el piano ya que decía que le iba a traer suerte.
Del inicio a la aceptación
Según Acosta, "los
inicios del cuarteto siempre estuvieron relacionados a la gente de campo
lugares periféricos a las grandes ciudades. De hecho, le fue mucho tiempo poder
ingresar a las grandes localidades ya que en aquella época que no era aceptado
por la clase más alta".
Sin embargo,
siempre al frente, los años sesenta demostrarían que nada ni nadie silenciaria
al cuarteto. "Allí surgieron los cuatro grandes como Berna, Cuarteto de Oro,
Carlitos Rolan y por supuesto, La Leo".
Ya impuesto en
las ciudades, a mediados de los setenta surge una banda joven que cambiaría el
rumbo del formato y estilo a este género musical: Chebere. "Con el paso del
tiempo fueron agregando teclados, vientos, percusión y batería. Pasó de ser de
4 o 5 músicos a grandes bandas y ya el tunga tunga iba mutando en nuevos
sonidos absorbiendo de otros estilos musicales como el rock, la cumbia, la música
centroamericana".

Luciano, un apasionado de la historia de la música. | Fotos: Manuel Ruiz | LVSJ
Un tesoro único
Luciano es un
apasionado de la historia de la música en general, pero con el cuarteto tiene
un sentimiento particular.
En su colección atesora decenas de vinilos de
cuarteto cordobés, pero uno es por demás especial. Se trata de "Del brazo con
la suerte", el primer disco (pero en versión vinilo) de Cuarteto Leo donde los
temas más exitosos son "Plaza Colón" y "Del brazo con la suerte". Para aquella
histórica placa grabaron Miguel Gelfo en acordeón, Leonor Marzano en dirección
y piano, José María Saracho en violín, Augusto Marzano en contrabajo y José
Sosa Mendieta en voz. "El material que tengo son en su mayoría disco Long Play
porque es un formato que me gusta tener para escuchar música. De cuarteto tengo
variado y tengo la perlita que es el primer lp de La Leo".
"Tengo cierta
debilidad y pasión por saber los movimientos artísticos populares de cada lugar.
El cuarteto es de Córdoba como yo y no puedo estar ajeno al estilo que marca el
ADN de la provincia", agregó el entrevistado.
Para el amante
de la música popular cordobesa, "el cuarteto es la esencia de lo simple,
contando historias alegres o tristes, pero fundamentalmente para que baile el
pueblo. Leonor lo hizo posible y seguramente su deseo se mantendrá vivo; que el
tunga tunga no se apague jamás", concluyó el joven.