De la mano de la pandemia, quieren abrir el primer autocine de la ciudad
El Cine Radar está cerrado, no percibe ingresos y todo indica que la actividad será una de las últimas en volver a reanudarse. Sin embargo, como producto de esta crisis el rito de ver películas en la butaca de un auto experimenta un nuevo auge en distintas partes del mundo y la Argentina. Y San Francisco, por primera vez en su historia, podría también sumarse a la tendencia. Ya piensan en dos posibles lugares.
Por Mauricio Argenti | LVSJ
La preocupante situación por la que atraviesa el cine llevó a muchos empresarios del rubro del entretenimiento a reinventarse en tiempos de pandemia y encontrar una solución para poder dar una vuelta de rosca y ver cómo reflotar y salir adelante.
En San Francisco, la última función del Cine Radar se proyectó hace 124 días. En ese momento integraban la cartelera la película argentina "El Robo del Siglo", protagonizada por Guillermo Francella y Diego Peretti; "Unidos", la propuesta de Pixar Animation Studios; "Grandes Espías" y "Bad Boys 3".
Unas 10 familias viven del cine, entre directivos y empleados que en este momento no perciben ingresos por la inactividad total que generó el temor al coronavirus. Sin dudas es la peor crisis que la firma Las Tipas enfrenta desde que en 2011 comenzó a explotar el cine local con tres salas que tienen una capacidad de 600 butacas.
Posibles lugares
Ante la incertidumbre en cuanto a una fecha estimada de reapertura, los responsables de Las Tipas están analizando la posibilidad de reeditar la vieja costumbre de los autocines, esos grandes espacios abiertos donde la gente podía disfrutar de películas cómodamente instalados en el interior de su automóvil.
Para ello, todavía restan definir varias cuestiones. En el caso de concretarse, sería la primera vez que en San Francisco se podría en marcha un autocine.
Entre los lugares estudiados por los empresarios para desarrollar la iniciativa se encuentran el playón del hipermercado Anselmi y las instalaciones del parador ubicado sobre avenida Rosario de Santa Fe al 1500 -donde funcionaron las estaciones de servicio San Lorenzo y Eg3- que podrían reunir las condiciones adecuadas para instalar una pantalla gigante y estacionar los autos.
El socio gerente y administrador de Las Tipas San Francisco, Martín Adami, reconoció que si bien "no resulta nada sencillo" que esta idea se haga realidad, lo están analizando para recuperar algo de la rentabilidad perdida, impulsados por las experiencias que en plena pandemia se replicaron con éxito en distintas partes del mundo y nuestro país, incluso en localidades cercanas a San Francisco, como el pueblo de Ramona.
En tanto, se enfrentan a "la falta de contenidos que se puedan llevar a la gente de manera de atraerlas para una propuesta como esta", ya que la industria del cine mundial está paralizada, sin rodajes ni estrenos.
El cine radar lleva 124 días cerrado
"Sería bueno contar con apoyo estatal"
En diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO Adami recordó que "el equipamiento representa el costo más elevado de todo el proyecto, pero en nuestro caso ya disponemos de esta tecnología y la capacidad técnica que se requiere".
Asimismo, "sería bueno que pudiéramos contar con apoyo del Estado" tal como ocurrió en otras ciudades como en el caso de San Juan donde el gobierno de esa provincia destinó fondos para apoyar un emprendimiento privado.
"En San Juan el autocine permite la presencia de 80 vehículos por lo cual no llega nunca a tener la rentabilidad que se puede obtener en un cine convencional", señaló Adami.
Tras agregar que el proyecto "no es imposible" ya que "se puede hacer" en San Francisco, aclaró luego que "antes tenemos que cerrar varias cosas pese a que estuvimos trabajando bastante en la idea".
"Al no haber estrenos esta actividad no termina por ser llamativa para la gente", reiteró sobre el estallido mundial del Covid -19 que impactó de forma profunda en la industria del entretenimiento, en particular, el cine.
La ciudad podría ofrecer una opción para quienes gusten de una película en su propio auto.
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Al aire libre, lo más parecido
En los primeros años del siglo XX, cuando San Francisco se afianzaba en su crecimiento como ciudad, el movimiento cultural y artístico iba progresando y con él surgía la necesidad de proyectar las primeras películas.
Estas primeras funciones se hicieron al aire libre. La primera iniciativa de este tipo se dio en la década de 1920 en las actuales instalaciones del Teatro Mayo de avenida Garibaldi, prolongándose durante casi 40 años.
El recordado Cine Colón también incursionó en una experiencia al aire libre. En este caso, la proyección de películas se hacía en un espacio baldío ubicado en la primera cuadra de la avenida del Libertador Norte. En el lugar se proyectaban películas durante el verano donde la gente acudía para disfrutar de los títulos más importantes de la época.
La recordada Confitería Ferrazzi, en la intersección de la avenida del Libertador Nortes y bulevar 25 de Mayo, era otro de los lugares elegidos para el cine bajo las estrellas, en este caso, se disfrutaba en la vereda.
No obstante, ninguna de estas experiencias anteriores correspondió a la idea del autocine propiamente dicha.