Crece la demanda de becas para estudiar en la universidad
Más estudiantes universitarios en San Francisco reciben algún tipo de beneficio para poder empezar, continuar o terminar sus estudios.
El número de becas otorgadas a estudiantes en las distintas casas de altos estudios para comenzar o bien sostener una carrera terciaria o universitaria se vio notoriamente incrementado en el último año a causa de la crisis económica.
En la UTN San Francisco y el Centro Regional de Educación Superior (Cres), universidades públicas, la solicitud de beneficios económicos presenta un comportamiento similar.
A continuación, un repaso por las diferentes ayudas para los estudiantes:
El aporte del Cresol desde hace 9 años
Desde 2011, la municipalidad de San Francisco puso en marcha el Programa de Créditos Solidarios (Cresol), una iniciativa que establece el otorgamiento de una suma de dinero a pagar en dos etapas a todos aquellos jóvenes que inician sus estudios superiores, terciarios o universitarios en nuestra ciudad o bien en otras ciudades, siempre y cuando esas carreras no se cursen en San Francisco.
En este caso creció la cantidad de beneficiarios, relacionado de manera directa con el aumento en la demanda de esta ayuda.
En 2017, se otorgaron 82 beneficios de Cresol, por $10.000 cada uno.
Al año siguiente, en 2018, la cantidad entregada aumentó a $12.000 (en dos cuotas de $ 6.000 cada una) y fue recibida por 125 beneficiarios. En 2019 fueron 156 los beneficiarios y el monto se mantuvo en los $12.000.
Este año la inversión total para los Cresol ascendió a $888.000. En tanto, en el Presupuesto Municipal 2020 duplicará ese monto.
En la UTN
En la Facultad Regional San Francisco de la UTN funciona un área específica de becas perteneciente a la Dirección de Bienestar Estudiantil de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles. Este espacio tiene como eje central contribuir al proceso de formación de los estudiantes a través de programas de apoyo económico que permitan su desarrollo académico.
En ese marco, dentro de la UTN San Francisco se trabaja con cinco programas de becas, de índole nacional, provincial, municipal y propias entre los que se cuentan las Becas Progresar, Becas YPF, Becas Académicas, Cresol y Becas SAE.
En 2018 se otorgaron 97 becas de la Secretaría de Asuntos Estudiantiles (SAE); 279 del programa Progresar; 27 becas académicas y 1 beca YPF, totalizando 404 beneficios.
Durante el corriente año, esa cantidad se amplió a los 462 beneficiarios, entre los cuales se otorgaron 100 becas SAE; 345 becas Progresar, 16 becas académicas y 1 beca YPF.
Por cada beca SAE se otorga un monto mensual de $ 1.251 y se abona entre los meses de abril y diciembre de cada año.
Progresar otorga una escala de beneficios de acuerdo al año que curse el beneficiario. De esta manera, se parte de un monto mensual de $ 1.800 para los estudiantes de primer año hasta $ 4.900 mensuales para los estudiantes de quinto año de la carrera.
Las Becas Académicas otorgan $ 2.500 mensuales por beneficiario mientras que las becas YPF ascienden a $ 7.500 por solicitante.
En el Cres
En el Cres se otorgan becas de ayuda económica para financiar gastos de alquiler, deportes, jardín maternal, de trabajo (para realizar tareas en la institución) y becas de ingresantes.
La beca de ayuda económica consiste en el otorgamiento de un monto de dinero que varía en función de la información que arroje un relevamiento realizado por un trabajador social y los montos de cada beneficio.
Para cada uno de estos beneficios, se otorga una suma de dinero mensual que oscila entre los 1.500 y 3.000 pesos, de acuerdo al resultado que arroje cada relevamiento.
Durante 2019 se otorgaron 60 becas, un número sensiblemente superior a las 40 otorgadas en el transcurso de 2018.
El coordinador del Cres, German Fassetta, explicó que "año tras año se fueron incrementando la solicitud de estas becas" mientras que recordó que el solicitante no puede tener al mismo tiempo estas becas junto con la beca Progresar.
"Esto viene a suplir y asistir a aquellos que no pueden acceder a Progresar y por eso la universidad dispone de estas herramientas", aclaró.
Estudiar y trabajar
El 47 % de los alumnos secundarios que egresan este año que quieren seguir una carrera universitaria o terciaria tienen intenciones de trabajar al mismo tiempo, para contar con unos pesos para los gastos personales, para ayudar a la economía familiar o con el fin de adquirir experiencia profesional.
El dato se desprende de una encuesta realizada en 2019 por la Secretaría de Desarrollo Social y Educativo de la municipalidad de San Francisco, que consultó a una población de 707 alumnos del 90 % de las instituciones educativas medias.
También arrojó que el 87,40 % de los estudiantes secundarios de escuelas públicas y privadas de la ciudad tienen intenciones de seguir una carrera de nivel superior; el 63 % se quedará en la ciudad. Solo el 5,40 % dijo que no seguirá estudiando, mientras que el 7,20 % aún no lo decidió.
El dato de que casi la mitad de los encuestados reveló sus intenciones de trabajar mientras estudian una carrera, es más que relevante en un país con más de 2 millones de desocupados y donde el 40,8% de la población se encuentra bajo la línea de pobreza, según las cifras dadas a conocer en los últimos días por la UCA.