Contra todos los pronósticos: tiene hipertiroidismo y logró ser mamá
Es muy poco frecuente que la mujer con hipertirodismo se embarace y en el caso de que se produzca, si ya está diagnosticada y medicada, esa gestación se convierte es de alto riesgo. Yamila Juárez tiene 26 años y hace un mes, gracias a la medicina, su fe y determinación, se convirtió en mamá de Jeremías Jesús.
Por Isabel Fernández
Su sueño desde chica era ser madre, pero el hipertiroidismo que le diagnosticaron en su adolescencia se convirtió en un obstáculo que la hizo pensar que nunca iba a quedar embarazada.
La sanfrancisqueña Yamila Juárez tiene 26 años y hace un mes, contra todos los pronósticos, gracias a la medicina, su fe y determinación, se convirtió en mamá de Jeremías Jesús.
Es muy poco frecuente que la mujer con hipertirodismo se embarace y en el caso de que se produzca, si ya está diagnosticada y medicada, esa gestación se convierte es de alto riesgo. No ocurre lo mismo con la tiroides hiperactiva subclínica, que no es grave.
El hipertiroidismo se produce cuando la tiroides secreta más hormonas tiroideas (tiroxina) que las que el cuerpo necesita. Esto puede acelerar el metabolismo, lo cual causa una pérdida de peso involuntaria y latidos rápidos o irregulares.
Eligió tener a su bebé
Se enteró que estaba embarazada de casualidad. Había decidido comenzar nuevamente el tratamiento de su hipertiroidismo en la ciudad de Córdoba y en medio de los trámites, llegó el positivo que le anunciaba la llegada de su bebé.
Cuando los médicos se enteraron, le transmitieron que no había muchas esperanzas, que el bebé podía sufrir serias consecuencias en la salud o podía perder el embarazo, hasta le aconsejaron interrumpirlo. Pero ella dijo no y siguió adelante, a pesar de los miedos y el malestar. Hoy con emoción, mira la carita de su bebé en brazos y asegura que es su razón para vivir.
"Siempre quise ser mamá pero a la vez sabía que no era posible, porque es muy difícil quedar embarazada con hipertiroidismo y que si quedaba era muy peligroso porque podía ser que no llegue a término. Sufrí mucho por no poder quedar embarazada y ahora mi bebé es mi razón de vivir", comentó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO.
Recordó que al comienzo del embarazo "algunos profesionales y médicos me aconsejaron que interumpiera el embarazo porque el bebé podía nacer enfermo o correr mucho riesgo. Pero yo decidí que no, que lo iba a tener igual, tanto costó el embarazo y lo esperaba mucho. Lo quería tener a pesar de todo y siempre tuve fe de que iba a salir todo bien".
Yamila aconsejó a otras mujeres que sufren hipertiroidismo a "no perder las esperanzas porque a pesar de todos los pronósticos es posible tener un bebé con hipertiroidismo". Hay que buscar a los médicos indicados que puedan acompañar el embarazo".
Una espera llena de miedos pero con final feliz
Jeremías nació con 2.200 kilos, con bajo peso a causa del hipertiroidismo. Pasó sus primeros días en la neonatología pero ahora ya está en su casa rodeado del amor de sus padres y su familia.
Mientras duerme tranquilo en los brazos de su mamá, no sabe de los miedos y temores que pasaron todos durante el embarazo. La medicación para el hipertirodismo no se puede suspender durante la gestación, entonces Yamila comenzó una recorrida por los distintos consultorios buscando las indicaciones que le permitan cumplir su sueño.
Los médicos le bajaron la dosis de la medicación, otros le sugirieron consultar sobre una cirugía para quitar el bocio, pero el riesgo en el quirófano era muy alto, especialmente para el bebé.
"Estaba de dos meses y la operación significaba mucho riesgo para el bebé, directamente la anestesia podía dejarlo en estado vegetativo. Entonces lo pensé mucho, lo hablé con mi mamá, mi pareja y mi familia y decidí que no me iba a operar, seguí adelante", recordó Yamila.
Después de eso vino un nuevo ajuste en la dosis y pero no le daban esperanza. "Me decían que lo iba a perder, que no iba a llegar a término, que era muy difícil y que podía tener serias consecuencias en la salud", afirmó.
Finalmente Yamila decidió no operarse y siguió adelante tomando menos dosis de la medicación. Continuó el tratamiento en la Clínica Enrique "J. Carrá", con el doctor Julio César Marchesini, especialista en embarazos de riesgo, y así llegó a un feliz término.
"El doctor Marchesini siempre me alentó, creo que eso fue lo más importante. También me explicó los riesgos del embarazo claramente. Me dijo que si llegaba a las 34 semanas podía nacer en San Francisco y no solo llegamos sino que las pasamos, porque Jeremías nació a las 37 semanas por cesárea", comentó.
Destacó que su fe, el apoyo del médico y de su familia fueron fundamentales y ahora continuará el tratamiento para controlar la tiroides. "Quiero estar bien para mi bebé, creo que el embarazo me ayudó mucho a controlar mi enfermedad", dijo.
Después de contar su historia y con el alivio de saberse mamá al fin, Yamila agradeció a todos los que la acompañaron en este difícil camino. "Agradezco a mi familia, a mi mamá Mónica que nunca me dejó bajar los brazos, me acompañó siempre, a mi pareja Roberto Giraudo, al doctor Julio Marchesini y a todos los que me acompañaron".