Brinkmann: escuela juntará tapitas para equipar con incubadoras el futuro Hospital Municipal
La cooperadora escolar quieren aportar su granito de arena para reducir los índices de mortalidad infantil. Además, los alumnos trabajan en otras iniciativas vinculadas al tratamiento de la basura.
Los chicos de la Escuela primaria "25 de Mayo" de Brinkmann comenzaron a juntar tapitas de plástico con un fin noble ya que su idea es obtener la máxima cantidad posible para que estas sean vendidas y se obtenga dinero el cual pretenden se invierta en equipar con incubadoras del futuro Hospital Municipal de la ciudad.
La iniciativa surgió a partir de la cooperadora escolar que integran los propios alumnos del establecimiento educativo y que se llama "Tusca" (Todos unidos siempre conseguiremos avanzar). Es que en este espacio, los docentes y los chicos deciden qué acciones con efectos positivos pueden llevar adelante y la forma en que se pueden desarrollar.
La directora del establecimiento educativo, Viviana Rodríguez, detalló en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO cómo surgió la idea: "El año pasado cumplió 25 años la cooperativa y en este tiempo diseñamos junto con los chicos un plan de acción para abordar distintas problemáticas. No podemos quedarnos quietos frente a la problemática de la basura y por eso decidimos empezar a juntar tapitas para colaborar con el abastecimiento de incubadoras en el (futuro) Hospital Municipal".
El objetivo es que "haya una disminución de las consecuencias o tasa de mortalidad infantil porque no existen equipamientos adecuados" para asistir a los recién nacidos con la urgencia con que estos temas deben abordarse.
Con iniciativa ecológica
Aprovechando que en Brinkmann el municipio fomenta la división de residuos entre orgánicos y no, desde la institución se unieron a la cooperativa "La Colmena" para poder tener bolsas de colores que los chicos llevan a sus hogares y empiezan por casa con la educación en el tema del tratamiento de la basura.
De todo lo que se separa lo que puede "volver a la tierra" se usa como compost, los cartones son separados y recuperados para llevarlos a la cooperativa y que ellos puedan obtener provecho económico del mismo.
Asimismo, "las botellas plásticas - de las que se empezaron a quedarse con las tapitas - las van a separar y construir el cerco perimetral del invernadero escolar donde plantarán suculentas y flores".
"Todas las iniciativas son parte de un abordaje dentro del espacio curricular de ciencias pero también intervienen otras áreas como por ejemplo en Educación Plástica se hacen bolsas que van adosadas a automóviles para juntar basura y servir a la vez como aromatizante", detalló la docente que dirige el colegio primario.
Hay que destacar que en la cooperativa escolar trabajan todos los estudiantes de primero a sexto grado en distintas tareas y es de allí que los proyectos surgen y son llevados a cabo.