Bomberos: una decisión responsable

Son épocas en las que no se observan gestos como el adoptado por la Sociedad Bomberos Voluntarios. Porque aun a costa de un perjuicio serio que pone en riesgo incluso el trabajo voluntario y solidario del cuerpo activo, muestra que existe una escala de prioridades y valores que son inherentes a la valiosa misión que cumple la institución.
Fue muy comentada en la ciudad la decisión de la Sociedad Bomberos Voluntarios de suspender los shows musicales que tenía previstos para los próximos fines de semana debido al incremento de casos de Covid 19 en toda la región. La medida se tomó antes de las restricciones impuestas por los distintos gobiernos y que hacen foco en la nocturnidad, con lo que los espectáculos ya no podrán ofrecerse en horarios que vayan más allá de la medianoche.
"Dado el avance de la segunda ola de Covid -19, el aumento sostenido de contagios de la última semana y con el claro objetivo de resguardar la salud de todos los vecinos de San Francisco y la región, el Gigante de Bomberos a través de su comisión directiva y por unanimidad, ha decidido suspender todos los espectáculos programados, a pesar que a la fecha ninguna normativa nacional, provincial o municipal se haya expedido al respecto". Así reza el comunicado oficial que la entidad de bulevar Garibaldi difundió antes de que se reinstauraran las restricciones a la circulación nocturna.
La medida de Bomberos Voluntarios va de la mano con la trayectoria coherente de una institución que privilegia la vida por sobre cualquier otro interés. Su vocación de servicio está fuera de discusión, pero con este gesto se refuerza una imagen cristalizada en décadas de atención a las necesidades urgentes de los vecinos de San Francisco y varias otras localidades de toda la zona.
En verdad, no es sencillo para Bomberos renunciar a los espectáculos en el gran salón denominado El Gigante. Se ha vuelto a paralizar la actividad que genera la mayor cantidad de ingresos, lo que genera, sin dudas, perjuicios importantes para el normal desenvolvimiento de la actividad bomberil. Asimismo, reconocido por las propias autoridades de la entidad, se tendrán que reformular los planes y las inversiones para este año. Es que la incertidumbre ha vuelto a ganar espacio en la vida de todos.
En este marco, no se comprenden algunas críticas que recibió la Sociedad Bomberos Voluntarios por la realización de algunos espectáculos. Solo se habilitaron cuando las autoridades así lo permitieron y se procuró siempre cumplir con los estrictos protocolos sanitarios. Es decir, no se hizo nada fuera de lo que se había autorizado en el marco de la pandemia, sabiendo que la recuperación de los recursos que necesita la institución no sería de un día para el otro.
Para desvirtuar aún más aquellos cuestionamientos, ante el aumento de casos se decidió sin más la suspensión de los shows. Una decisión, repetimos, vinculada estrechamente a la noble actividad que es el centro de su accionar: el cuidado de la vida de las personas. Seguramente, el impacto económico será importante. Y entonces, el aporte de los socios y el funcionamiento de la División Seguridad se constituirán otra vez en el principal ingreso de recursos. Que no será suficiente y que tampoco -como nunca lo fue- podrá ser equiparado con los subsidios estatales que cada tanto se reciben.
Son épocas en las que no se observan gestos como el adoptado por la Sociedad Bomberos Voluntarios. Porque aun a costa de un perjuicio serio que pone en riesgo incluso el trabajo voluntario y solidario del cuerpo activo, muestra que existe una escala de prioridades y valores que son inherentes a la valiosa misión que cumple la institución.