Arte en los muros: “Tiene que ver con una planificación de ciudad, agregarle valor al espacio público”
Arte en los muros: “Tiene que ver con una planificación de ciudad, agregarle valor al espacio público”
Mirando la experiencia de la Docta, San Francisco avanza en su propio proyecto de "tatuar" las paredes y que se apropien de la calle como nuevo "museo". Mariano Almada, secretario de Cultura de Córdoba, destacó la política cultural de la gestión Llaryora y explicó cómo el muralismo dinamiza a otros sectores.
Mirando la experiencia de la Docta, San Francisco avanza en su propio proyecto de "tatuar" las paredes y que se apropien de la calle como nuevo "museo". Mariano Almada, secretario de Cultura de Córdoba, destacó la política cultural de la gestión Llaryora y explicó cómo el muralismo dinamiza a otros sectores.
-
“San Francisco tiene un potencial muy grande” para el arte urbano, aseguró Almada. (Marcelo Suppo)
Por Cecilia Castagno | LVSJ
El arte muralista inspira las políticas públicas de gestión
cultural en la ciudad de Córdoba, donde ya hay casi 100.000 metros de muros intervenidas
a través de una iniciativa de la municipalidad que San Francisco busca replicar
con un proyecto propio al que llamó "Las paredes hablan".
En el marco de un trabajo conjunto y de intercambio de horizontes
culturales, el pasado martes el secretario de Cultura y Juventud del municipio capitalino,
Mariano Almada, participó en la Tecnoteca de nuestra ciudad de una charla
abierta en la que contó la experiencia del programa de arte urbano y muralismo
encarado en "la Docta" y cómo este fortaleció la apropiación de espacios
públicos.
"Compartimos una mirada con los artistas y nos abrimos en un
modelo de colaboración, poniendo historias a los números", manifestó Almada en
entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Hoy Córdoba claramente tiene una planificación liderada por
Martín Llaryora, que tiene que ver con una recuperación plena de la ciudad
también desde lo cultural, que recupera el espacio y lo vuelve amigable,
vivible, disfrutable", dijo.
"Llegamos a los 98.500 metros cuadrados de murales, estamos
próximos a los 100 kilómetros lineales. Pero ese es el dato cuantitativo,
porque también contamos qué genera el arte en la comunidad", agregó Almada y lo
ejemplificó con la gran repercusión que tuvo en los últimos días la
inauguración del mural que recuerda a referentes de la lucha por la Ley de
Identidad de Género en su 10º cumpleaños, intervención artística que marcó un
hito en la comunidad LGBT+. "Hemos vividos 48 horas a flor de piel; de muchas
emociones", confesó Almada.
El funcionario definió al programa "Arte de nuestra gente", que
le dio color a la zona del río Suquía, como "la nave insignia" de la gestión Llaryora
en materia de cultura. "Martín decidió que esta iniciativa fuera algo integral:
arte, recuperación de la Costanera, del río, el regreso de la familia al río".

Almada
participó de una charla en la Tecnoteca sobre muralismo.
Resaltó que las obras de muralismo que luego se extendieron
a otros lugares de Córdoba forman parte de un Observatorio cultural. Además, a
partir de georeferenciar cada mural, "se planificó una ciudad turística, que le ofrece una
alternativa más a quien la va a visita".
Sitios emblemáticos ya fueron intervenidos, ahora van por "grandes
medianeras de edificios o edificios monumentales", dijo Almada.
"San Francisco tiene un potencial muy grande y muchos
lugares icónicos. En el muralismo implica la creación de corredores pero también resaltar determinados
hitos. Hay una frase que encuadra todo esto: 'Pinta tu aldea, que pintarás el
mundo'. Justamente es ese efecto contagio que produce este tipo de programas
artísticos - culturales", señaló.

Almada
participó de una charla en la Tecnoteca sobre muralismo.
-Pudo haber sido otra
expresión cultural, pero ¿por qué el muralismo? ¿Tiene que ver con un sentido
más federal de la cultura?
Tiene que ver con una mirada y una planificación de ciudad,
agregarle valor al espacio público. La pandemia hizo que muchos sectores culturales
tengan que reconvertirse y quienes podían estar en la calle durante la
cuarentena eran aquellos artistas o pintores que iban a ejecutar alguna obra.
Entonces, fue una forma inteligente de Martín (Llaryora) de no solo agregar
arte en esa planificación urbana de Córdoba, sino darle una salida, una ayuda a
quienes viven de la actividad en un momento muy difícil. Fue una conjunción de
muchas cosas.
-En estos años se teorizó
mucho sobre el rol de la cultura. ¿Cree que la pandemia cambió aquello que
entendemos por "cultura"?
Al salir de la etapa más dura de la crisis sanitaria,
necesitábamos esa cultura del reencuentro, de compartir en lo público y en eso,
encontrarse con un entorno recuperado y embellecido ayudó muchísimo. El "Arte
de nuestra gente" es un programa que tiene una alta valoración y aceptación por
parte del vecino y nos pasan cosas muy linda. Ahora las propuestas vienen de
los propios vecinos, de las instituciones, de los colectivos sociales, de los
clubes, que hacen su aporte en las paredes con una mirada pasional y con fuerte
sentido de pertenencia, y nosotros, desde el municipio aportamos en materia de
diseño, estilos artísticos. Es un trabajo que nos enorgullece y sin dudas, el
nombre más feliz es "Arte de nuestra gente", arte con la gente, con los
artistas y con las instituciones.
- Durante todo ese
tiempo imagino que fue muy complejo hacer proyecciones. Ante tantas urgencias, la
gestión Llaryora invirtió en cultura. ¿El eje fue apostar a la cultura como impulso
que mueva otros sectores de la economía, sobre todo los más golpeados?
Claramente, fue una visión estratégica y de liderazgo. Hay
un concepto que lo define y es "economía naranja", que es aquella que vincula a
un producto cultural con la comunidad. Cuando hacemos algún evento cultural o
espectáculo en algún barrio, a la vez estamos dinamizando, porque estaos
moviendo a la industria de la pintura; seguramente ese muralista convocará al gastronómico,
el kiosco del barrio venderá más; probablemente la gente que concurra se
traslade en un taxi o se siente a tomar un café o compartir un almuerzo,
entonces es una dinámica constante, una mirada que potencia a varios sectores, que
no se agota en ese evento, sino que mueve todo a su alrededor.
Hoy Córdoba está posicionada desde muchos lugares en esa
"economía naranja", desde la recuperación que hizo Martín del espacio público
bajo el concepto de supermanzanas; desde lo cultural; desde la industria
audiovisual; desde el trabajo permanente en lo turístico; desde la recuperación
de teatros independientes y otros centros culturales; de haber tenido una
temporada teatral de verano acompañada por el municipio; de haber generado el Festival
del Humor y el Choripán con más de 100 mil personas participando y dinamizando
todo el entorno.

Un
mural homenajea a activistas y personalidades trans en Córdoba.
-Podría decirse que la
cultura nos "salvó" durante la pandemia.
Visiblemente, esa "economía naranja" que ya estaba, se
potenció con la pandemia, adquirió otra valoración. Y el botiquín de primeros auxilio que tuvimos
fue la cultura. En la casa las familias se refugiaron en la lectura, en alguna
plataforma digital, en la música y muchos en el arte de cocinar. Con ese concepto trabajamos en cada evento. No
se trata de una acción o intervención cultural en sí misma, sino de potenciar
esa "economía naranja".

"Hoy
esas galerías de arte a cielo abierto son disfrutadas por todos los cordobeses
con la mirada puesta en la perspectiva de género".
-Para hacer que eso
no quede en una mera bandera, los vecinos deben apropiase del espacio,
reconocerse en él. ¿Cómo fue ese proceso en los tres años de gestión que llevan
en la capital provincial?
Cada cosa en una ciudad tiene su importancia. Creo
rotundamente que el diferencial de Martín Llaryora en Córdoba tiene que ver con
eso y con la experiencia de haber gestionado antes otra ciudad, con darle el
valor que cada una de las acciones tiene que tener. Además de los murales, hay
una recuperación de toda la infraestructura de la ciudad. Córdoba era una
ciudad abandonada en su infraestructura, en el cariño que un gobernante tiene
que tener hacia la gente. Córdoba era la capital del bache. Con Martín, los
cordobeses volvieron a sentir propios esos espacios públicos que esta gestión
recuperó con una mirada de modernización, integral y cambio de paradigmas, y el
arte y la cultura vienen a complementar esa idea de ciudad. Un ejemplo fiel de
esto es la Vuelta Ciclística Ciudad de Córdoba '22 que se llevará a cabo el domingo
29 de mayo próximo, con epicentro en la Costanera, donde los participantes
verán un río recuperado, una infraestructura de costanera vial recuperada y un
concepto de arte urbano distintivo.
-¿Es posible traspolar
al interior esa idea de ciudad?
Por supuesto, porque en cada municipio hay potencialidades
propias. Nosotros vinimos a San Francisco a contar sobre un programa que
distingue a Córdoba y nos enorgullece, y que es aplicable a cada una de las
localidades de la provincia. Ya estamos trabajando en una agenda en común con
San Francisco, con distintos elencos y artistas, en un modelo de cogestión,
intercambio y cooperación.

Las
intervenciones en muchos casos se focalizan en temáticas sociales.
-Mencionaba antes el
imponente mural pintado sobre Costanera Norte, en pleno centro de Córdoba,
alegórico a los 10 años de la Ley de Identidad de Género. ¿La perspectiva de
género impregnó muchas de las políticas de gestión?
Solo un dato del programa "Arte de nuestra gente" confirma
que es así. El 49,6 por ciento de los artistas que intervienen, son mujeres. No
solo refleja la paridad de género sino también la identidad. En Córdoba se
realizaron dos ediciones del festival Empoder Fest y durante el evento, en los
muros de la Costanera pintaron artistas mujeres sobre temáticas libres
vinculadas al género. Plasmaron en las paredes a mujeres que plantearon algo
con su historia personal. Fue muy enriquecedor, porque la autora pasó de pintarse a ella misma
a pintar a la abuela o algún personaje. Hoy esos corredores, esas galerías de
arte a cielo abierto son disfrutados por todos los cordobeses con la mirada
puesta en la perspectiva de género. Y esa mirada implica una transformación
real para todos que llegó para quedarse.
-Esas
paredes cuentan pequeñas historias personales que se vuelven universales al
reflejarse en ellas otras mujeres.
Precisamente, ese es el objetivo y hacia allí se dirige
nuestro trabajo, hacia la búsqueda permanente de la equidad, la igualdad de
género.

"Córdoba se merece un gobernador como Martín".
-En medio de nuevos
desafíos y paradigmas, las elecciones 2023, y el deseo de Llaryora de gobernar
la provincia y Hacemos por Córdoba retener la capital.
Las últimas encuestas
de alcance nacional posicionan en lo más alto al intendente Martín Llaryora y
al gobernador Juan Schiaretti en cuanto a imagen positiva de gestión. El
ciudadano valora esa gestión que no impone grietas, que habla poco y hace
mucho, que concreta. Martín Llaryora será gobernador en 2023, está enfocado y
pensando permanentemente en la gestión. Córdoba se merece un gobernador como
Martín, que continúe lo que hizo Juan (Schiaretti) y José (Manuel de la Sota) y
tenga la experiencia del trabajo mancomunado con todos los sectores, con todos
los cordobeses para defender este modelo que se basa en el trabajo y la
obstinación para que los vecinos estén cada día mejor.

Reflejo
de un fenómeno mundial que se combina con recetas propias en la capital
provincial.
Por Cecilia Castagno | LVSJ
El arte muralista inspira las políticas públicas de gestión
cultural en la ciudad de Córdoba, donde ya hay casi 100.000 metros de muros intervenidas
a través de una iniciativa de la municipalidad que San Francisco busca replicar
con un proyecto propio al que llamó "Las paredes hablan".
En el marco de un trabajo conjunto y de intercambio de horizontes
culturales, el pasado martes el secretario de Cultura y Juventud del municipio capitalino,
Mariano Almada, participó en la Tecnoteca de nuestra ciudad de una charla
abierta en la que contó la experiencia del programa de arte urbano y muralismo
encarado en "la Docta" y cómo este fortaleció la apropiación de espacios
públicos.
"Compartimos una mirada con los artistas y nos abrimos en un
modelo de colaboración, poniendo historias a los números", manifestó Almada en
entrevista con LA VOZ DE SAN JUSTO.
"Hoy Córdoba claramente tiene una planificación liderada por
Martín Llaryora, que tiene que ver con una recuperación plena de la ciudad
también desde lo cultural, que recupera el espacio y lo vuelve amigable,
vivible, disfrutable", dijo.
"Llegamos a los 98.500 metros cuadrados de murales, estamos
próximos a los 100 kilómetros lineales. Pero ese es el dato cuantitativo,
porque también contamos qué genera el arte en la comunidad", agregó Almada y lo
ejemplificó con la gran repercusión que tuvo en los últimos días la
inauguración del mural que recuerda a referentes de la lucha por la Ley de
Identidad de Género en su 10º cumpleaños, intervención artística que marcó un
hito en la comunidad LGBT+. "Hemos vividos 48 horas a flor de piel; de muchas
emociones", confesó Almada.
El funcionario definió al programa "Arte de nuestra gente", que
le dio color a la zona del río Suquía, como "la nave insignia" de la gestión Llaryora
en materia de cultura. "Martín decidió que esta iniciativa fuera algo integral:
arte, recuperación de la Costanera, del río, el regreso de la familia al río".

Almada
participó de una charla en la Tecnoteca sobre muralismo.
Resaltó que las obras de muralismo que luego se extendieron
a otros lugares de Córdoba forman parte de un Observatorio cultural. Además, a
partir de georeferenciar cada mural, "se planificó una ciudad turística, que le ofrece una
alternativa más a quien la va a visita".
Sitios emblemáticos ya fueron intervenidos, ahora van por "grandes
medianeras de edificios o edificios monumentales", dijo Almada.
"San Francisco tiene un potencial muy grande y muchos
lugares icónicos. En el muralismo implica la creación de corredores pero también resaltar determinados
hitos. Hay una frase que encuadra todo esto: 'Pinta tu aldea, que pintarás el
mundo'. Justamente es ese efecto contagio que produce este tipo de programas
artísticos - culturales", señaló.

Almada
participó de una charla en la Tecnoteca sobre muralismo.
-Pudo haber sido otra
expresión cultural, pero ¿por qué el muralismo? ¿Tiene que ver con un sentido
más federal de la cultura?
Tiene que ver con una mirada y una planificación de ciudad,
agregarle valor al espacio público. La pandemia hizo que muchos sectores culturales
tengan que reconvertirse y quienes podían estar en la calle durante la
cuarentena eran aquellos artistas o pintores que iban a ejecutar alguna obra.
Entonces, fue una forma inteligente de Martín (Llaryora) de no solo agregar
arte en esa planificación urbana de Córdoba, sino darle una salida, una ayuda a
quienes viven de la actividad en un momento muy difícil. Fue una conjunción de
muchas cosas.
-En estos años se teorizó
mucho sobre el rol de la cultura. ¿Cree que la pandemia cambió aquello que
entendemos por "cultura"?
Al salir de la etapa más dura de la crisis sanitaria,
necesitábamos esa cultura del reencuentro, de compartir en lo público y en eso,
encontrarse con un entorno recuperado y embellecido ayudó muchísimo. El "Arte
de nuestra gente" es un programa que tiene una alta valoración y aceptación por
parte del vecino y nos pasan cosas muy linda. Ahora las propuestas vienen de
los propios vecinos, de las instituciones, de los colectivos sociales, de los
clubes, que hacen su aporte en las paredes con una mirada pasional y con fuerte
sentido de pertenencia, y nosotros, desde el municipio aportamos en materia de
diseño, estilos artísticos. Es un trabajo que nos enorgullece y sin dudas, el
nombre más feliz es "Arte de nuestra gente", arte con la gente, con los
artistas y con las instituciones.
- Durante todo ese
tiempo imagino que fue muy complejo hacer proyecciones. Ante tantas urgencias, la
gestión Llaryora invirtió en cultura. ¿El eje fue apostar a la cultura como impulso
que mueva otros sectores de la economía, sobre todo los más golpeados?
Claramente, fue una visión estratégica y de liderazgo. Hay
un concepto que lo define y es "economía naranja", que es aquella que vincula a
un producto cultural con la comunidad. Cuando hacemos algún evento cultural o
espectáculo en algún barrio, a la vez estamos dinamizando, porque estaos
moviendo a la industria de la pintura; seguramente ese muralista convocará al gastronómico,
el kiosco del barrio venderá más; probablemente la gente que concurra se
traslade en un taxi o se siente a tomar un café o compartir un almuerzo,
entonces es una dinámica constante, una mirada que potencia a varios sectores, que
no se agota en ese evento, sino que mueve todo a su alrededor.
Hoy Córdoba está posicionada desde muchos lugares en esa
"economía naranja", desde la recuperación que hizo Martín del espacio público
bajo el concepto de supermanzanas; desde lo cultural; desde la industria
audiovisual; desde el trabajo permanente en lo turístico; desde la recuperación
de teatros independientes y otros centros culturales; de haber tenido una
temporada teatral de verano acompañada por el municipio; de haber generado el Festival
del Humor y el Choripán con más de 100 mil personas participando y dinamizando
todo el entorno.

Un
mural homenajea a activistas y personalidades trans en Córdoba.
-Podría decirse que la
cultura nos "salvó" durante la pandemia.
Visiblemente, esa "economía naranja" que ya estaba, se
potenció con la pandemia, adquirió otra valoración. Y el botiquín de primeros auxilio que tuvimos
fue la cultura. En la casa las familias se refugiaron en la lectura, en alguna
plataforma digital, en la música y muchos en el arte de cocinar. Con ese concepto trabajamos en cada evento. No
se trata de una acción o intervención cultural en sí misma, sino de potenciar
esa "economía naranja".

"Hoy
esas galerías de arte a cielo abierto son disfrutadas por todos los cordobeses
con la mirada puesta en la perspectiva de género".
-Para hacer que eso
no quede en una mera bandera, los vecinos deben apropiase del espacio,
reconocerse en él. ¿Cómo fue ese proceso en los tres años de gestión que llevan
en la capital provincial?
Cada cosa en una ciudad tiene su importancia. Creo
rotundamente que el diferencial de Martín Llaryora en Córdoba tiene que ver con
eso y con la experiencia de haber gestionado antes otra ciudad, con darle el
valor que cada una de las acciones tiene que tener. Además de los murales, hay
una recuperación de toda la infraestructura de la ciudad. Córdoba era una
ciudad abandonada en su infraestructura, en el cariño que un gobernante tiene
que tener hacia la gente. Córdoba era la capital del bache. Con Martín, los
cordobeses volvieron a sentir propios esos espacios públicos que esta gestión
recuperó con una mirada de modernización, integral y cambio de paradigmas, y el
arte y la cultura vienen a complementar esa idea de ciudad. Un ejemplo fiel de
esto es la Vuelta Ciclística Ciudad de Córdoba '22 que se llevará a cabo el domingo
29 de mayo próximo, con epicentro en la Costanera, donde los participantes
verán un río recuperado, una infraestructura de costanera vial recuperada y un
concepto de arte urbano distintivo.
-¿Es posible traspolar
al interior esa idea de ciudad?
Por supuesto, porque en cada municipio hay potencialidades
propias. Nosotros vinimos a San Francisco a contar sobre un programa que
distingue a Córdoba y nos enorgullece, y que es aplicable a cada una de las
localidades de la provincia. Ya estamos trabajando en una agenda en común con
San Francisco, con distintos elencos y artistas, en un modelo de cogestión,
intercambio y cooperación.

Las
intervenciones en muchos casos se focalizan en temáticas sociales.
-Mencionaba antes el
imponente mural pintado sobre Costanera Norte, en pleno centro de Córdoba,
alegórico a los 10 años de la Ley de Identidad de Género. ¿La perspectiva de
género impregnó muchas de las políticas de gestión?
Solo un dato del programa "Arte de nuestra gente" confirma
que es así. El 49,6 por ciento de los artistas que intervienen, son mujeres. No
solo refleja la paridad de género sino también la identidad. En Córdoba se
realizaron dos ediciones del festival Empoder Fest y durante el evento, en los
muros de la Costanera pintaron artistas mujeres sobre temáticas libres
vinculadas al género. Plasmaron en las paredes a mujeres que plantearon algo
con su historia personal. Fue muy enriquecedor, porque la autora pasó de pintarse a ella misma
a pintar a la abuela o algún personaje. Hoy esos corredores, esas galerías de
arte a cielo abierto son disfrutados por todos los cordobeses con la mirada
puesta en la perspectiva de género. Y esa mirada implica una transformación
real para todos que llegó para quedarse.
-Esas
paredes cuentan pequeñas historias personales que se vuelven universales al
reflejarse en ellas otras mujeres.
Precisamente, ese es el objetivo y hacia allí se dirige
nuestro trabajo, hacia la búsqueda permanente de la equidad, la igualdad de
género.

"Córdoba se merece un gobernador como Martín".
-En medio de nuevos
desafíos y paradigmas, las elecciones 2023, y el deseo de Llaryora de gobernar
la provincia y Hacemos por Córdoba retener la capital.
Las últimas encuestas
de alcance nacional posicionan en lo más alto al intendente Martín Llaryora y
al gobernador Juan Schiaretti en cuanto a imagen positiva de gestión. El
ciudadano valora esa gestión que no impone grietas, que habla poco y hace
mucho, que concreta. Martín Llaryora será gobernador en 2023, está enfocado y
pensando permanentemente en la gestión. Córdoba se merece un gobernador como
Martín, que continúe lo que hizo Juan (Schiaretti) y José (Manuel de la Sota) y
tenga la experiencia del trabajo mancomunado con todos los sectores, con todos
los cordobeses para defender este modelo que se basa en el trabajo y la
obstinación para que los vecinos estén cada día mejor.

Reflejo
de un fenómeno mundial que se combina con recetas propias en la capital
provincial.