Apelarán la decisión de un juez que obliga a niñas a vivir con su padre en Nueva Zelanda
La defensa de la madre aduce que las pequeñas volvieron a nuestro país con permiso lícito de su papá.
El Tribunal de Justicia de Córdoba deberá decidir sobre la restitución de dos niñas argentinas a su padre que se encuentra viviendo en Nueva Zelanda, luego de que la defensa de la madre apelará el fallo del juez Andrés Olcese, quien ordenó el inmediato retorno de las menores.
Verónica Della Siega, abogada de la mamá de las menores, dijo a Cadena 3 que la salida de las niñas del país oceánico no fue ilícita, como lo sostuvo el juez, y que las menores volvieron al país con el permiso del padre.
"La madre vuelve a Córdoba con las niñas y unos meses después el padre solicita, vía el Ministerio de Relaciones Exteriores, la restitución de las niñas", explicó Della Siega.
La letrada señaló que si bien las menores estuvieron 16 meses y fueron escolarizadas en Nueva Zelanda, se trató "sólo de una visa temporal".
La solicitud de restitución internacional de las niñas fue articulada por su padre a través del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina, con fundamento en que el traslado llevado a cabo por la madre había sido ilícito.
El juez Olcese recordó que Argentina como Estado contratante del "Convenio sobre los Aspectos Civiles y Sustracción Internacional de Menores" se comprometió a asegurar la inmediata restitución de las niñas trasladadas ilícitamente como así también a velar para que los derechos de custodia y visita vigentes en uno de los Estados se respeten en los demás.
Si bien la madre adujo que Nueva Zelanda no era el lugar de residencia habitual de sus hijas, sino que el viaje a ese país tenía por objeto conocer y permanecer como turistas, el magistrado tuvo por acreditado que en aquel país se constituyó el centro de vida de las niñas, es decir, el lugar donde las niñas se encontraban integradas.
El magistrado aseguró que se había demostrado que las niñas fueron escolarizadas en una institución estatal, que sus padres alquilaron una vivienda, compraron un vehículo, obtuvieron trabajo e, incluso, contrataron un servicio de Internet.
Todo ello llevó al juez Olcese "al convencimiento de que la decisión de los progenitores ha sido la de radicarse en el país oceánico, al menos por un tiempo prolongado".
El magistrado, a su vez, rechazó la "excepción de grave riesgo de que las menores sean expuestas a un peligro grave físico o psíquico, en caso de que se disponga el regreso" interpuesta por la madre.
Finalmente, puntualizó que "la finalidad del convenio no solo radica en garantizar el regreso, sino que este debe ser seguro". Por ello, le impuso a la madre que adopte todas las medidas necesarias para acompañar a sus hijas de regreso a Nueva Zelanda. Esto, con el fin de evitar cualquier desarraigo materno de las niñas y brindarles una mejor y más adecuada contención.