Amenazas a la libertad de prensa
En el Día de la Libertad de Prensa, que se celebra hoy, se impone reflexionar sobre el derecho humano a la libre expresión de las ideas. Y reclamar su vigencia para garantizar la pluralidad, condición esencial de cualquier sociedad civilizada.
Se celebra hoy el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Fue instituido hace casi tres décadas para reflexionar sobre la importancia de que los países establezcan parámetros certeros que permitan a la ciudadanía expresar libremente sus pareceres y a la prensa difundirlos sin cortapisas ni amenazas.
La declaración de Windhoek, capital de Namibia, fue el punto de partida de esta efeméride. En ella se establecen con claridad los aspectos centrales de una verdadera libertad para el ejercicio del oficio periodístico y cómo esto ayuda al desarrollo de las sociedades a través del debate fructífero de los asuntos de interés público. No obstante, en los últimos años y en todos los continentes, se verifican restricciones en este derecho que acrecientan la preocupación.
Un reciente estudio de la agrupación no gubernamental Reporteros sin Fronteras observó un preocupante deterioro de la situación de la libertad de prensa en América Latina en 2018. Las condiciones de trabajo de la prensa empeoraron en la mayoría de los países de la región, donde los periodistas siguen sufriendo con frecuencia agresiones violentas, presiones y la censura del Estado, se afirma.
Por caso, el ambiente en que trabajan los periodistas de la región es cada vez más hostil y quienes cubren asuntos delicados suelen sufrir violentos ataques, intimidaciones y todo tipo de presiones. Más allá de Cuba, donde la libertad de prensa hace décadas que no existe, México, Venezuela, Nicaragua y Brasil son los países "líderes" en este tipo de acciones que contribuyen a crear desconfianza y a cercenar opiniones diferentes a las oficiales. El caso de Nicaragua es también sintomático. Reporteros sin Fronteras sostiene que "la represión ejercida por el gobierno de Daniel Ortega contra la prensa independiente dio un nuevo giro en abril de 2018 al agravarse la crisis política y las grandes protestas de la oposición en el país. Las autoridades estigmatizaron constantemente a los periodistas, que sufrieron campañas de acoso y amenazas de muerte, sin contar las detenciones arbitrarias. Durante las manifestaciones, los reporteros nicaragüenses fueron agredidos con frecuencia, pues se les consideraba opositores. Algunos de ellos se han exiliado". Vale recordar que la lucha de la mayoría de la prensa nicaragüense contra las dictaduras somocista y sandinista se ha cobrado varios mártires. En Venezuela sucede algo similar como se retrata en cada uno de los informes internacionales sobre la debacle del gobierno chavista.
Pero el ejemplo más contundente es el de México. Es el país más peligroso del continente para la prensa: en 2018 fueron asesinados al menos 10 periodistas. La complicidad de políticos y funcionarios corruptos con miembros del crimen organizado, sobre todo a escala local, amenaza gravemente la seguridad de quienes se dedican a la información y obstaculiza el funcionamiento de la justicia a todos los niveles, afirma RSF. Y, como paradoja llamativa, el país en el que la prensa libre ha sido una institución, Estados Unidos, sufre hoy tensiones que en otro tiempo eran impensadas, por imperio de las actitudes de rechazo a la labor periodística que expresa habitualmente su actual presidente.
Los ejemplos son palpable demostración de que las mareas políticas de este tiempo están amenazando a un valor central de la vida en una sociedad democrática. Es posible que este retroceso se acentúe incluso en nuestro país, en donde todavía no se alcanzan a vivir situaciones dramáticas como las apuntadas. En el Día de la Libertad de Prensa se impone reflexionar sobre el derecho humano a la libre expresión de las ideas. Y reclamar su vigencia para garantizar la pluralidad, condición esencial de cualquier sociedad civilizada.