Alimentos: controlan la venta de huevos ante la detección de salmonella
El área de Control Alimentario de la municipalidad intensificó los controles. La semana pasada, fue labrada un acta en un depósito de barrio La Consolata. Quienes venden alimentos "deben contar con la habilitación correspondiente y cumplir con las normativas", alertaron.
El área de Control Alimentario de la
municipalidad debió intensificar el control de la venta de huevos ante la
detección de salmonella a través de análisis realizados a distintos alimentos.
La semana pasada se labró un acta en un sector de barrio La Consolata, donde
existe un depósito de huevos para la venta, sin habilitación y sin cumplir con
las normativas sanitarias correspondientes, informaron desde ese organismo.
La salmonella es un grupo de bacterias. Además de los huevos, se encuentra en las carnes de aves y vacuna crudas y algunas veces en frutas y vegetales sin lavar. También se puede adquirir tras manipular mascotas, especialmente reptiles como las serpientes, tortugas y lagartos.
La jefa del Departamento de Control Alimentario de la Secretaría de Salud, Silvia Rufino, afirmó en diálogo con LA VOZ DE SAN JUSTO que el control de la venta de huevos en la ciudad se intensificó ante la alerta que arrojaron los indicadores en el laboratorio donde se encontró la presencia de salmonella en distintos alimentos.
Recordó que quienes venden alimentos "deben contar con la habilitación correspondiente y cumplir con las normativas. Muchos lo hacen clandestinamente a veces por ignorancia o necesidad de trabajo, pero las irregularidades pueden causar serios problemas de salud en la comunidad", alertó.
Rufino explicó que el huevo es un ingrediente muy utilizado en la elaboración de un alimento, que también se consume hervido, por eso "se debe tener cuidado y cocinar muy bien los alimentos con huevo, está prohibida la mayonesa casera porque se elabora con el huevo crudo", explicó.
Enojo y encierro
Rufino afirmó que si existe almacenamiento irregular de huevos, los riesgos de que se contaminen con bacterias "son mayores". En un control la semana pasada en un inmueble ubicado en barrio La Consolata, se detectaron una serie de irregularidades y en el mismo las autoridades sanitarias que realizaron el operativo fueron "encerradas" en el lugar ante el enojo del comerciante.
Las autoridades vieron un camión del que descargaban huevos y la puerta abierta, ingresaron al lugar para realizar el control correspondiente y una persona les pidió que se retiraran a lo que respondieron que no porque debían realizar el control y pedir la documentación.
Ante la negativa de las autoridades sanitarias, esta persona -de quien no trascendió su identidad-, enojada, cerró la puerta dejándolas encerradas en el garaje que efectivamente resultó ser un depósito de maples de huevos. Tras un rato y por la intervención de la policía y las autoridades de la Secretaría de Salud fueron liberadas, previo a labrarse el acta.
Rufino, quien estaba a cargo del operativo de control, afirmó que el depósito no cumplía con los requisitos necesarios y no estaba inscripto. "Tenían los maples puestos en el suelo y estos deben estar levantados; además les faltaba protección con tela mosquitera a una ventana y había maples con huevos rotos o sucios".
Remarcó que como agentes de control no ingresan a lugares privados, sí en el caso que estén abiertos y que haya elaboración o alimentos.
"Tuvimos una muy buena respuesta de nuestras autoridades de Salud, cuando se entra como fiscalizador o autoridad sanitaria no se está violando nada, estaban las puertas abiertas. Una vez adentro no quisimos salir con el objetivo de labrar el acta. No hubo ninguna denuncia de privación de la libertad porque entendimos que fue un momento de enojo y no hubo violencia, el señor cerró la puerta", narró.
Este fue el segundo operativo que realizaron en lugares donde venden huevos que no se encuentran habilitados, hubo uno anterior que ya regularizó su situación y volvió a comercializar.
Vender en condiciones
En cuanto a la venta de comida, la jefa de control Alimentario sostuvo que el objetivo "no es no permitir que vendan sino que lo hagan en condiciones. Cuando entramos a los lugares, si más de una persona viera dónde se elabora la comida no compraría. Por otro lado, el que está elaborando comida en buenas condiciones y vende en las redes sociales también se perjudica porque no se habilita adecuadamente".
"No salimos a hacer algo que la ley no establezca, por eso es conveniente que estén habilitados y cumplan con las normativas. Hay gente que ha comprado alimentos y se ha intoxicado, el problema es que en las redes sociales no hay a quién reclamarle, en el caso de una rotisería se puede enfrentar al dueño", remarcó Rufino.