Advierten que crecen las patologías asociadas con el estrés
Advierten que crecen las patologías asociadas con el estrés
Afecta por igual a hombres y mujeres de todas las edades, y es el causante del desequilibrio emocional.
Afecta por igual a hombres y mujeres de todas las edades, y es el causante del desequilibrio emocional.
Las patologías asociadas
al estrés vienen en aumento en los últimos 15 años y, por esa situación, los
médicos advierten en consultorios la presencia de enfermedades que hasta hace
poco tiempo no se tenían en cuenta.
El estrés afecta por igual a hombres y mujeres de todas las
edades, y es el causante del desequilibrio emocional.
Según el médico e investigador Ernesto Crescenti, "el
estrés representa cualquier situación de angustia, miedo, represión o estado de
alerta que provoca y altera a nuestros sentidos".
Mientras existe el estrés crónico y el agudo, cualquiera de
sus formas tienen la capacidad de generar diversos tipo de enfermedades
crónicas o autoinmunes, que pueden llegar a ser mortales.
Según el especialista, "los desequilibrios emocionales,
cuando son extremos, generan cambios a nivel orgánico e inmune que alteran por
completo nuestra salud".
"Hay quienes piensan que estos cambios solo repercuten
en el estado de ánimo o en el sueño, pero cuando una persona vive al límite en
sus exigencias mentales, no descansa y se siente bajo presión, fuerza a su
organismo a producir la hormona del estrés: el cortisol", afirma en una
columna.
Cuando una persona permanece más tiempo estresada, la mayor
cantidad de cortisol por lo que el organismo tendrá mayor capacidad de generar
enfermedades psicosomáticas, como por ejemplo úlceras, diarreas, hipertensión,
vómitos, palpitaciones o parálisis musculares.
"Esto se debe a que en escenarios normales el organismo
emplea casi toda su energía en actividades destinadas a la modificación,
reparación y creación de nuevos tejidos. En momentos de estrés todo cambia, ya
que debe dirigir su energía a otros procesos, deteniendo las actividades de
renovación del cuerpo", explica Crescenti.
En ese contexto, los radicales libres generados por por
estrés, ejercicio físico en exceso, entre otras condiciones, afectan de forma
directa a los componentes de las células, dañando lípidos, proteínas y
carbohidratos. Esto causa un deterioro, en ocasiones irreversible, como
envejecimiento prematuro, procesos inflamatorios crónicos, cáncer, parkinson,
alzheimer, ateroesclerosis, cataratas, ente otros.
Por otro lado, el estrés genera además inmunodepresión,
gracias a los niveles elevados de cortisol por la sensación de alarma, lo que
daña e inhibe el normal funcionamiento del sistema inmune.
Además, con el paso del tiempo, estas situaciones pueden
funcionar como colaboradoras al desarrollo de enfermedades como obesidad,
artritis, infarto de miocardio, ansiedad, insomnio, colon irritable, colitis
ulcerosa, alergias, enfermedades de la piel, enfermedades cerebrovasculares,
hipertensión arterial, migrañas, lupus y algunos cánceres e infartos.
"En los casos en que el estrés supere su capacidad de
controlarlo, será necesario acudir a un especialista. Asesorarse es clave para
conocer más formas de prevenir la ansiedad y descubrir los problemas que la
generan (trabajo, familia, pareja, amigos), así como las soluciones a medida
para cada situación", sostiene el médico, titular del Instituto de
Oncologia que lleva su nombre.
También señala que "es importante tener en cuenta que
el estrés afecta al equilibrio general del cuerpo, lo cual puede convertirse en
un desencadenante fatal" y advierte que "el cuerpo habla y no debemos
pasar por alto las señales de alerta".
Noticias Argentinas
Las patologías asociadas
al estrés vienen en aumento en los últimos 15 años y, por esa situación, los
médicos advierten en consultorios la presencia de enfermedades que hasta hace
poco tiempo no se tenían en cuenta.
El estrés afecta por igual a hombres y mujeres de todas las
edades, y es el causante del desequilibrio emocional.
Según el médico e investigador Ernesto Crescenti, "el
estrés representa cualquier situación de angustia, miedo, represión o estado de
alerta que provoca y altera a nuestros sentidos".
Mientras existe el estrés crónico y el agudo, cualquiera de
sus formas tienen la capacidad de generar diversos tipo de enfermedades
crónicas o autoinmunes, que pueden llegar a ser mortales.
Según el especialista, "los desequilibrios emocionales,
cuando son extremos, generan cambios a nivel orgánico e inmune que alteran por
completo nuestra salud".
"Hay quienes piensan que estos cambios solo repercuten
en el estado de ánimo o en el sueño, pero cuando una persona vive al límite en
sus exigencias mentales, no descansa y se siente bajo presión, fuerza a su
organismo a producir la hormona del estrés: el cortisol", afirma en una
columna.
Cuando una persona permanece más tiempo estresada, la mayor
cantidad de cortisol por lo que el organismo tendrá mayor capacidad de generar
enfermedades psicosomáticas, como por ejemplo úlceras, diarreas, hipertensión,
vómitos, palpitaciones o parálisis musculares.
"Esto se debe a que en escenarios normales el organismo
emplea casi toda su energía en actividades destinadas a la modificación,
reparación y creación de nuevos tejidos. En momentos de estrés todo cambia, ya
que debe dirigir su energía a otros procesos, deteniendo las actividades de
renovación del cuerpo", explica Crescenti.
En ese contexto, los radicales libres generados por por
estrés, ejercicio físico en exceso, entre otras condiciones, afectan de forma
directa a los componentes de las células, dañando lípidos, proteínas y
carbohidratos. Esto causa un deterioro, en ocasiones irreversible, como
envejecimiento prematuro, procesos inflamatorios crónicos, cáncer, parkinson,
alzheimer, ateroesclerosis, cataratas, ente otros.
Por otro lado, el estrés genera además inmunodepresión,
gracias a los niveles elevados de cortisol por la sensación de alarma, lo que
daña e inhibe el normal funcionamiento del sistema inmune.
Además, con el paso del tiempo, estas situaciones pueden
funcionar como colaboradoras al desarrollo de enfermedades como obesidad,
artritis, infarto de miocardio, ansiedad, insomnio, colon irritable, colitis
ulcerosa, alergias, enfermedades de la piel, enfermedades cerebrovasculares,
hipertensión arterial, migrañas, lupus y algunos cánceres e infartos.
"En los casos en que el estrés supere su capacidad de
controlarlo, será necesario acudir a un especialista. Asesorarse es clave para
conocer más formas de prevenir la ansiedad y descubrir los problemas que la
generan (trabajo, familia, pareja, amigos), así como las soluciones a medida
para cada situación", sostiene el médico, titular del Instituto de
Oncologia que lleva su nombre.
También señala que "es importante tener en cuenta que
el estrés afecta al equilibrio general del cuerpo, lo cual puede convertirse en
un desencadenante fatal" y advierte que "el cuerpo habla y no debemos
pasar por alto las señales de alerta".
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