A doce años de la decisión de refundar
Hace 12 años atrás, el entonces "Defensores de Sportivo" debió abandonar a las corridas el predio que ocupaba. Recuerdos de un pedido que le costó hasta la identidad.
Bronca e impotencia es lo que siente Daniel Frontera, presidente de Tiro y Gimnasia, a doce años de aquel pedido de abandono del espacio físico que su querido Defensores de Sportivo ocupaba. Una solicitud que le costó hasta la identidad al club de baby fútbol, ya que tuvieron que cambiar de nombre y de colores debido a la institución que les abrió las puertas.
En ese entonces, "no existían estos medios para realizar este tipo de disconformidades" comenta Frontera. En su red social de Facebook, realizó una crítica al estado del lugar cito en calle México y Vélez Sarfield, donde se encontraba anteriormente el club. "Se nos exigió irnos en un tiempo poco razonable, en el que había que dejar el predio por un supuesto loteo pero hoy las imágenes reflejan otra cosa", expresa.
Así se encuentra el lote hoy (Foto: Daniel Frontera)
El club de hoy nació de un desafío que parecía imposible por la brevedad del tiempo y por el dinero que requería. Allí fue cuando apareció la gente de Tiro y Gimnasia, ofreciendo el predio que actualmente tienen, con la condición de que usen su nombre y sus colores. "Esa fue una decisión muy complicada", relata al hablar de la difícil situación de modificar las insignias del viejo club.
A pesar de todo, se siente orgulloso de todo lo construido hasta hoy. "Logramos salir adelante, con esfuerzo y trabajo" concluye Frontera.