A 18 años del caso Canillas dos de sus asesinos siguen detenidos, el chico vive en el recuerdo de su familia
Un tercero murió dentro del penal. "Somos privilegiados porque los secuestradores siguen presos", dijo la madre de Juan Manuel Canillas.
Dos de los integrantes de la denominada banda de "Secuestradores VIP" condenados por el secuestro y crimen de Juan Manuel Canillas, cometido en 2002, continúan cumpliendo su pena de prisión perpetua.
El tercero fue asesinado en 2015 en una pelea a "facazos" dentro de un penal, informaron fuentes judiciales a Télam.
El líder de la banda, Raúl Ezequiel "Chirola" Monti, está detenido en General Roca, provincia de Río Negro. Fue quien recibió la mayor de las condenas, ya que el 10 de septiembre de 2004.
En un primer juicio por el caso, fue sentenciado por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Isidro a la pena máxima del Código Penal, la "reclusión perpetua, más la accesoria por tiempo indeterminado", la misma que tiene encarcelado hace 48 años a Carlos Robledo Puch.
Luego sumó una segunda condena el 3 de noviembre de 2005 cuando el TOC 17 de la Capital Federal le dictó una pena de 20 años de prisión -con la reclusión perpetua no implican más años de cárcel-, en un juicio por una serie de 18 secuestros exprés.
En ese proceso a otros seis miembros de la banda les dieron penas de entre 2 y 16 años.
Más tarde en 2008 hubo un segundo juicio por el caso Canillas, donde el TOC 1 de San Isidro condenó a prisión perpetua a Franco Augusto Gasperotti y Gabriel Maximiliano Pico, los otros dos secuestradores que acompañaban a Monti el día que capturaron y asesinaron al muchacho.
Gasperotti cumple su condena en la Unidad 17 de Urdampilleta del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y el año pasado le negaron las salidas transitorias.
En cambio, Pico, quien había sido detenido en 2003 y también tenía prisión perpetua por el caso Canillas, fue asesinado a "facazos" el 15 de diciembre de 2015 en la Alcaidía Penitenciaria de Junín.
El mismo destino tuvo otro miembro de la banda, Maximiliano Daniel Benedetti, condenado en 2005 pero no por el crimen de Canillas. En mayo fue asesinado en una pelea entre presos en la localidad de Senillosa, provincia de Neuquén.
El recuerdo de la familia
La madre de Juan Manuel Canillas, el joven secuestrado en Capital Federal y asesinado en el partido bonaerense de Vicente López, aseguró a 18 años del caso que son "privilegiados" por el hecho de que los autores "sigan presos" y por "saber que no van a matar a más personas".
Marta Canillas se refirió así a los tres condenados a prisión perpetua por el crimen de su hijo.
"Es el único consuelo que tenemos toda la familia, porque se los juzgó a los dos años y a los otros a los seis años y les dieron la misma condena. Nada sustituye la pérdida, pero es un pequeño consuelo saber que no van a secuestrar ni matar a otra gente", dijo la señora.
Marta afirmó que con el tiempo cambió los recuerdos tristes de su hijo por los alegres y que con su familia comparten diferentes anécdotas relacionadas con Juan Manuel.
Marta explicó su teoría -producto de sus años de practicar yoga-, que sostiene que "el alma de cada persona sabe cuándo es su momento" y lo relacionó con la historia de su hijo, quien en 23 años "vivió una vida en una velocidad enorme y en la que se llenó de amigos".
"Se recibió con 21 años de licenciado en Comercio Internacional y tenía el proyecto de comenzar la carrera de medicina. Además, él creó un negocio (de venta de instrumental y prótesis ortopédicas) que aún continúa abierto", relató la mujer.
El secuestro y crimen
El 12 de julio de 2002, Juan Manuel fue secuestrado cuando se retiraba a bordo de su auto Honda Civic del local de venta de instrumental y prótesis ortopédicas que su familia posee.
Fue interceptado por tres personas que se subieron a su auto, lo obligaron a continuar viaje hasta Núñez y le exigieron que llamara a su casa y les dijera a sus familiares que juntaran todo el dinero posible.
Cuando arribaron a la casa familiar, Guillermo Canillas, padre de Juan Manuel, los esperaba en la puerta de su chalet, con 300 pesos, pero los secuestradores se enojaron, le exigieron más dinero y le pegaron con un arma en la cara y le destrozaron los anteojos del golpe.
Finalmente, el hombre juntó otros 700 pesos y se los dio a los captores, quienes huyeron con Juan Manuel como rehén con la promesa de liberarlo a las pocas cuadras.
El cuerpo del joven apareció minutos más tarde con un balazo en la espalda a sólo unas cuadras de la casa de la familia.
A los pocos meses de sufrir la muerte de su hijo, en Núñez, a siete cuadras de su casa, secuestraron y asesinaron a Lucila Yaconis y, a raíz de ello, comenzó a gestarse la Asociación Civil Madres del Dolor.
La banda
Los "Secuestradores VIP" fueron bautizados así porque con el dinero que obtenían de sus delitos se compraban camionetas 4X4, tenían gran cantidad de celulares y vivían en countries del conurbano bonaerense.
El modus operandi de la banda era siempre el mismo: interceptaban a las víctimas en sus autos, les robaban sus pertenencias y las llevaban a recorrer cajeros, pero si allí no obtenían dinero, los obligaban a ir a sus propios domicilios a juntar elementos de valor o hacían llamar a un familiar para que pagara un rescate.
También hacían simulacros de fusilamiento y amenazaban con violar a mujeres o a prender fuego a sus víctimas.