Cuarentena y obesidad
Una de cada cuatro personas del mundo está excedida de peso y la obesidad se está convirtiendo en una de las principales causas globales de mortalidad. No obstante, no puede sonar a conformismo que en muchos países similares se haya producido el mismo fenómeno.
Una encuesta realizada por la Sociedad Argentina de Nutrición entre casi 5.500 adultos de 18 a 70 años de todo el país reveló que casi 6 de cada 10 argentinos (56,9%) admitieron haber subido de peso durante la cuarentena. Entre quienes sumaron kilos, la mayoría (el 78,5%) aumentó de uno a tres, mientras que el 18% subió de tres a cinco, y un 3,5% de los consultados marcaron la opción de más de cinco kilos.
Los especialistas de la Sociedad Argentina de Nutrición señalaron a la prensa que este aumento de peso en poco tiempo es preocupante. "Incluso, el porcentaje que asume que ganó peso es del 56.9% y eso es muy relevante ya que nos alerta de la tendencia futura a aumentar de peso en estas personas", se afirmó.
Agregaron que debe tenerse en cuenta que dado que la gente está en una situación de sedentarismo obligado, "este aumento de peso se refleja en ganancia de tejido graso que se distribuye en lugares en los que no debería estar y, además, contribuye a un proceso de inflamación inicialmente leve, el cual forma parte de la obesidad como enfermedad".
El exceso de peso es un mal que se multiplicó por el mundo entero en las últimas décadas, como consecuencia de hábitos mucho más sedentarios y la incorporación de dietas no debidamente balanceadas, así como también malos hábitos alimentarios que son consecuencia del frenético ritmo de vida que se mantenía hasta antes de la pandemia. Con el freno impuesto por el virus, la tendencia no solo no cayó, sino que parece haberse incrementado, en virtud de que los mismos problemas persistieron, agravados por la falta de actividad física que generó la cuarentena extensa.
Por cierto, no es un fenómeno argentino solamente. En encuestas similares realizadas en otras partes del mundo, los resultados fueron similares. Por ejemplo, en España, el 46% admitió que había elevado su peso corporal en el período de aislamiento y en otras naciones del mundo el porcentaje rondó siempre el 50%. No obstante, no puede sonar a conformismo que en muchos países similares se haya producido el mismo fenómeno. Porque es necesario encontrar un antídoto para un fenómeno que puede agravarse aún más si las condiciones actuales persisten.
Una de cada cuatro personas del mundo está excedida de peso y la obesidad se está convirtiendo en una de las principales causas globales de mortalidad. Aproximadamente, casi dos mil millones de personas deben bajar de peso. La cifra incluye a los 312 millones de obesos que tienen más de 14 kilos que los que marca el límite máximo del peso recomendado para su contextura y edad. Que la cuarentena haya producido un crecimiento de este problema constituye un signo de atención que debe ser también atendido desde la órbita de la salud pública.