Comercio minorista: la crisis de las librerías
El comercio minorista cumplió en agosto 30 meses de caída de ventas interanuales, una situación de arrastre que durante la cuarentena hizo un piso de desplome en mayo cuando llegó a 54,1 %. No todos los rubros transitan ese panorama de la misma manera y así lo refleja el Centro Unión Comerciantes Minoristas de San Francisco. Algunos fueron más castigados.
Por Mauricio Argenti | LVSJ
El comercio minorista atraviesa una de las peores crisis de la historia. Con una disminución del 60 % en el nivel de actividad, algunos sectores de este rubro se encuentran en un momento crítico que inclusive, en algunos casos, amenaza con el cierre total por la falta de ventas.
Las librerías conforman uno de los rubros más golpeados por los efectos de la pandemia del coronavirus en la economía. La virtualidad a la que se vio impulsado el sistema educativo impactó de lleno en estos comercios.
El rubro indumentaria es otro que se encuentra haciendo equilibrio para mantener las finanzas. Ni siquiera instrumentos de financiación como el Ahora 12 o el Ahora 18 han logrado detener la caída en las ventas.
Las panaderías completan el podio de los sectores más castigados. Esto es así puesto que a pesar de ser considerados esenciales y nunca haber cerrado, durante la cuarentena estos establecimientos comenzaron con un pronunciado declive en las ventas del que aún no pueden recuperarse.
"La situación es crítica"
Desde el Centro Unión Comerciantes Minoristas de San Francisco aseguraron que "la situación del sector es crítica".
El titular de la cámara sectorial, Ricardo Colla, remarcó que "el consumo disminuyó en un 60 % con respecto a lo que ocurría hace un año y eso repercutió de manera directa en el nivel de actividad que bajó de la misma manera".
Colla expresó que el panorama en los comercios más pequeños, de barrio, "es muy preocupante" porque la mayoría de ellos "no están funcionando como deberían hacerlo" y citó como ejemplo "el caso concreto de las librerías es desesperante" para luego recordar que durante la época escolar "suelen mover mucho dinero por el intenso ritmo comercial que presentan".
De la misma forma, el entrevistado se mostró "con muchas dudas" respecto del futuro porque "no sabemos cómo se va a recuperar la actividad y cuántos van a quedar en pie mientras tanto".
En cuanto al rubro indumentaria, "la crisis es normal en este contexto" donde "la gente no necesita mejorar su guardarropas y eso se vio con notoriedad en la temporada de invierno que fue un verdadero fracaso porque no se vendió nada y lo mismo está ocurriendo con vistas al verano".
Consumen más las segundas marcas en alimentos
En el rubro alimentación, Colla dijo que "también acompaña" la caída en las ventas y se da una mayor demanda "en productos de segundas marcas".
Colla expresó luego que tras haber tomado contacto con panaderos de la ciudad "me manifestaban que día tras día baja el consumo de pan y eso los tiene muy preocupados".
Colla se lamentó "profundamente por el número de comercios minoristas que han tenido que cerrar sus puertas en estos últimos meses".
"El centro de la ciudad se ve triste. Lo que antes era un lugar de paseo donde la gente iba al bulevar 25 de Mayo a mirar vidrieras y caminar en familia, ahora prácticamente desapareció".
Las mochilas conservan el nylon
Al ingresar a una librería allí están las mochilas, cerca de la puerta de acceso, como si estuvieran esperando a alguien que venga resuelto a sacarlas de ese encierro en el que se encuentran desde principios de año.
El efecto covid fue más nocivo aún para los vendedores de útiles escolares.
Lo cierto es que la pandemia hizo que durante 2020 no sea necesario utilizarlas puesto que la actividad escolar se prolongó por apenas 10 días hasta que la pandemia obligó a suspender el ciclo lectivo.
Con este panorama la educación se trasladó al hogar de cada estudiante y de esa manera el comercio de útiles escolares se redujo notoriamente, y más aún el de las mochilas y uniformes escolares que prácticamente desapareció de escena este año.
Susana Remedi, propietaria de Librería Flipper II, ubicada en Bv. Roca esquina Honduras, exhibe en su rostro los evidentes signos de preocupación por la crisis.
"Es muy triste todo lo que está ocurriendo, la situación está terrible. En el rubro librería la actividad está prácticamente paralizada. Además no tenemos mercadería porque la mayoría es importada y no entra al país", dijo apenada.
"Desde que las clases se dictan de manera virtual prácticamente se dejó de vender algunos elementos como mapas o repuestos de hojas de distinto tamaño", indicó.
"Los lápices de colores y crayones todavía se venden y quizá sea porque se necesitan para hacer algún tipo de tarea de manualidades o bien también se utilizan como recurso para entretener a los más pequeños en este tiempo", rescató.
Remedi explicó que para intentar superar este preocupante momento "tuve que recurrir al crédito a tasa cero que ofrece el gobierno y lo destiné a pagar todos los gastos que tuve cuando me equipé con materiales para este año aunque finalmente la mayoría de las cosas no se vendieron".
Con más de 20 años de experiencia en el rubro de librería, Susana se animó a señalar que "nunca" atravesó una situación similar, más allá de las crisis económicas con hiperinflación mediante. "Nunca viví algo como esto. La pandemia nos cambió la vida a todos".
Las fotocopias le dan pelea a la virtualidad
Con la virtualidad como eje del sistema educativo, los centros de copiado acusaron duramente el impacto de la crisis.
Un ejemplo de ello se observa en el Centro del Copiado "La Universidad". En épocas donde el ciclo lectivo funciona con normalidad, este establecimiento ubicado desde hace 16 años en Avenida de la Universidad 372, es muy común observar a decenas de jóvenes estudiantes que acuden allí a retirar fotocopias de apuntes que utilizan para sus estudios superiores.
En este momento el establecimiento atraviesa por un panorama totalmente diferente.
Según explicó Mauricio, propietario del establecimiento, "la actividad este año nos disminuyó alrededor de un 60 %" en volumen de fotocopias desde que comenzó el aislamiento.
Para enfrentar esta situación dijo que sobreviven "haciendo impresiones a color y algo de impresión de volantes".
Entre las impresiones que tienen que ver con el sistema educativo comentó que "la mayoría tienen que ver con las tareas de algunos estudiantes de la escuela primaria y también hacemos algunos apuntes pero en todos los casos se trabaja lo mínimo indispensable".
Con este panorama no dudó en señalar que "trabajamos día a día, tratando de sobrevivir como se pueda".
La situación en la provincia
Las ventas minoristas de los comercios pymes de la provincia de Córdoba finalizaron el mes de agosto con una caída del 16,8% frente a igual mes del año anterior de acuerdo con los datos relevados por la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom) y sus Cámaras y Centros Comerciales adheridos.
Vale recordar que en agosto de 2019, respecto a agosto de 2018, las ventas ya habían caído 14,2%.
De este modo, con el dato de agosto, suman treinta los meses de caída consecutiva en las ventas minoristas; se recordará que en julio pasado la caída fue del 18,7%.