Historias
Joaquín Clemente, un director de bandas con bien ganado prestigio

Fue docente de muchos de los músicos que integraron la Banda local entre las décadas de 1930 a 1950. Quiso transmitir su pasión por la música y lo logró ampliamente.
Por Arturo A. Bienedell | LVSJ
La Banda Municipal de Música es el más antiguo organismo cultural de San Francisco, con fecha de origen en 1904. Algunos escritos fijan en 1896 el nacimiento de la primera banda con apoyo oficial, luego hubo otras, integradas con intérpretes nacionales y extranjeros.
Recién el 3 de mayo de 1925 debutó la primera Banda de Música dependiente de la Municipalidad totalmente con elementos locales surgidos del Conservatorio Municipal de Música, creado por Serafín Trigueros de Godoy.
No obstante, fue el intendente César Ferrero el fuerte impulsor de la Banda que en 1928, a poco de asumir, destinó $ 3.380 para adquirir el instrumental necesario.
El paso gigantesco se dio el 26 de agosto de 1929 cuando el portugués Joaquín Clemente, de 27 años, radicado en Buenos Aires ganó un concurso realizado por el cargo de director de nuestra Banda Municipal de Música.
Debutó el 27 de octubre en la plaza General Paz cuando Clemente y los músicos se presentaron luciendo nuevo uniforme “que dio mayor realce a la inauguración del espacio para actuaciones de la Banda, cuyo efecto agradó en suma”.
Ya en 1930, rindió homenaje a Giusseppe Verdi en el 29º aniversario de su fallecimiento, con un concierto con fragmentos de “Aída”, “La forza del destino” y “Un ballo in maschera”.
Clemente pasó a dirigir también el Conservatorio y en mayo, siete alumnos ofrecieron un concierto en el marco de difusión de música culta encarada por la Municipalidad. Poco después el inquieto joven músico lanzó la idea de crear un coro que no sería “un conjunto de profesionales del ‘bel canto’, sino formado con gente del pueblo”.
Las actividades continuaron hasta 1931 cuando, desplazado Ferrero por el golpe de 1930, la intervención en el municipio decidió la disolución de la Banda de Música, por falta de presupuesto.
La carrera de Clemente prosiguió en Buenos Aires donde en 1932 dirigió la Banda Municipal de Buenos Aires, cargo al que llegó por concurso y su desempeño fue muy elogiado en la presentación en la Sociedad Rural, y definido como “profundo conocedor de la técnica instrumental y poseedor de un sentido perfecto de los timbres”.
El sanfrancisqueño Humberto Sartoris, primer oboe de la disuelta Banda de San Francisco y alumno del Conservatorio, siguió al director e ingresó con igual cargo en la Banda de Música de la Capital.
En 1938 Clemente pasó brevemente por San Francisco y lamentó que la ciudad no tuviese una Banda oficial. Regresó por última vez el 16 de agosto de 1940 cuando en el Cine Teatro “Colón” en el programa de actos por la oficialización del Colegio Nacional “San Martín”, se presentó la Banda de Música de la Provincia que él dirigía. Entre las obras ofrecidas figuró el pasodoble de su creación “De Buenos Aires a San Francisco”. Al terminar la función, habló señalando que era “verdaderamente sensible que una ciudad de la importancia de San Francisco, careciera de una banda de música, ofreciéndose desinteresadamente para su organización. Sus palabras fueron recibidas con sostenidos aplausos.
La respuesta llegó por decisión del intendente Raúl Villafañe el 20 de agosto cuando creó la Academia Municipal de Música, considerando que “es menester la creación de una Banda de Música Municipal integrada por elementos de nuestro medio que sientan vocación por el difícil arte”. Se encomendó la misma a Jerónimo Capello, quien se ofreció gratuitamente para crear la Banda de referencia, indicándose que lo haría ad honorem hasta que el nuevo presupuesto provea tal inversión.
La prédica de Clemente tuvo digno eco y la Banda, como organismo municipal, recobró, con altibajos, sostenida marcha hasta la actualidad.