Espectáculos
En la piel de Luca: Gabriel Romero y su nueva banda se presentan en el Centro Cultural

El cantante de dilatada trayectoria en la escena roquera de San Francisco, tocará por primera vez en la ciudad con la nueva formación de su homenaje a sumo: DBD. Un repaso por su carrera y qué siente al encarnar a una de las figuras más icónicas del rock nacional.
El cantante de dilatada trayectoria en la escena roquera de San Francisco, tocará por primera vez en la ciudad con la nueva formación de su homenaje a sumo: DBD. Un repaso por su carrera y qué siente al encarnar a una de las figuras más icónicas del rock nacional.
Algunos lo recuerdan como “Axl”, aquel pibe flaco de pelo largo que rompía escenarios en San Francisco con covers de Guns N’ Roses, Los Redondos y Sumo. Hoy, Gabriel Romero vuelve al ruedo con Disco Baby Disco (DBD), un homenaje potente y visceral a la banda que lo marcó desde los doce años. Este sábado, la historia continúa: DBD toca por primera vez en nuestra ciudad en el Centro Cultural con una formación renovada y compartiendo fecha con Bravos Muchachitos, tributo a Los Redondos.
El recorrido de Gabriel es una travesía que cruza generaciones, silencios y resurrecciones. Su primer contacto con Sumo fue a través de un cassette prestado por un vecino. “Escuchá esto”, le dijeron. Y eso bastó. “No entendía todo, pero la música me desafiaba la mente”, recuerda. El inicio formal fue con una guitarra heredada de su padre, folclorista. De ahí en adelante, una Faim blanca comprada en Arroyito y una primera banda llamada Amén lo llevaron a escenarios cada vez más grandes, incluyendo una presentación en la Plaza Cívica una multitud cuando apenas tenía 16 años.

Años más tarde, Gabriel fue convocado como cantante de Pentatónica Blues Band, una prestigiosa banda local con metales y coristas, donde también se animó a la armónica. “Éramos como los Cadillac”, dice entre risas haciendo referencia a la gran cantidad de músicos en escena. En ese proyecto estuvo casi una década, con giras, discos y la guía clave de Jorge Gileta, a quien considera un mentor y una de las personas que más creyó en su voz.
Después vino el silencio. “Quince o veinte años sin cantar, ni en la ducha”, confiesa. Hasta que un grupo de músicos locales —entre ellos Beto Illusi— lo convocaron para un tributo a Sumo en el marco de una proyección de la película Luca. Así nació Viejos Vinagres, banda que tuvo una intensa repercusión en la región y de la cual Gabriel fue voz principal. Con el tiempo, decidió dar un paso al costado, pero no por falta de pasión: “Lo único que no les podía dejar era la voz”.
La llama volvió a encenderse junto a Marcelo Cesca, guitarrista de la formación anterior, con quien decidió continuar el legado de Sumo bajo otra identidad. Así surgió DBD, sigla que remite a Disco Baby Disco, uno de los temas emblemáticos de Sumo. “Decidimos no ponerle más ‘tributo a’ ni ‘homenaje a’. Es DBD, a secas. Porque lo sentimos propio, con respeto pero sin imitaciones”.

El show es hoy a las 21 en el Centro Cultural (J.J. Paso esquina Mitre).
La nueva formación incluye a Esteban Frizza en batería —“un pibe jovencito que la rompe, lo comparo con Catriel de Divididos”— y la intención es clara: generar esa energía cruda y arrolladora que tenía Sumo en vivo. “La música de Sumo nunca fue para todos. Era para algunos. Y nosotros la llevamos ahora a un público que muchas veces no la conoció, pero la siente. La interpretación no es copia: es entrega, es canalizar esa fuerza. A veces me dicen ‘cerré los ojos y sentí a Luca’. Yo no me creo eso, pero si les pega, es por algo.”
Para Gabriel, meterse en el personaje de Luca fue un proceso profundo, casi actoral. “No se trata solo de cantar parecido. Es entrar en la cabeza de alguien, entender su rabia, su ironía, sus heridas. Y eso a veces toca fibras personales también.”
La expectativa para este sábado es alta. La preventa fue un éxito y el Centro Cultural promete explotar. “Vamos a darlo todo. No nos guardamos nada para después. Ajustensé la peluca, que los despeinamos”, anticipa entre risas. Y cierra agradecido: “Gracias a los que siguen creyendo. Esto es por y para ustedes”.