Vandalismo, autores y sanciones
En tiempos agitados y de confusión axiológica como los que se viven, la iniciativa santafesina -que bien puede ser extendida a otras ciudades con las particularidades de cada caso- procura rescatar el valor de lo público, de lo que es de todos.
Según publicó nuestro colega El Litoral, el Concejo Deliberante de Santa Fe está analizando una iniciativa que propone que quienes dañen los espacios públicos de la ciudad, se hagan cargo del costo ocasionado.
Sus autores, tres legisladores oficialistas, sostuvieron que "el objetivo es brindar mayor protección a este tipo de espacios que suelen ser vandalizados intencionalmente o se registran accidentes de por medio". En el marco de la protección de los espacios públicos, se busca identificar el autor de daños a estatuas o monumentos, fuentes de plazas y bancos, objetos que suelen ser comunes en diferentes espacios verdes.
La idea es hacer responsables a las personas, según dijeron. Sin embargo, el desafío será encontrar a los autores del hecho vandálico, algo que dista mucho de ser una posibilidad certera. Para ello, las cámaras de seguridad en la capital de la vecina provincia son los elementos clave a la hora de extraer información que permita identificar a los autores de los hechos. Cabe destacar que el municipio puede hacer una acción civil por daños y perjuicios; pero lo que se busca con esta iniciativa es que exista una instancia previa, donde la Municipalidad establezca los costos de la reparación y por medio de una mediación, el infractor reconozca la situación antes de llegar a un juicio.
El proyecto presentado en el Concejo santafesino permite vincularse con hechos acaecidos aquí en San Francisco, en donde se manifiesta una problemática similar. Si bien se trató de un cartel publicitario que no forma parte del patrimonio público, fueron motivo de amplia discusión las imágenes viralizadas de un joven rompiéndolo, el posterior debate sobre las conductas que se observan en la calle y la decisión de los padres del joven de reparar el daño causado. Por extensión, se verifica que monumentos, bancos o fuentes son continuamente atacados por vándalos que no respetan el valor simbólico que estos elementos del patrimonio urbano representan para una comunidad.
El Estado municipal tiene la obligación de proteger, recuperar y defender los bienes del mobiliario urbano, especialmente los que poseen valor testimonial o histórico. Y, por ello, debe activar todas las herramientas a su alcance para que quienes cometan vandalismo sean identificados y sancionados como corresponde, además de tener que hacerse cargo de la reparación de los daños provocados.
En tiempos agitados y de confusión axiológica como los que se viven, la iniciativa santafesina -que bien puede ser extendida a otras ciudades con las particularidades de cada caso- procura rescatar el valor de lo público, de lo que es de todos. Si la ciudadanía exige que estos sitios se mantengan en buen estado, lo menos que puede hacerse ante un acto de vandalismo es identificar a sus autores y aplicarles las herramientas que la ley establece para con quienes se apartan de los criterios sobre los que debe basarse la convivencia.