Romper con el machismo: tango y malambo en los pies de Anahí Carballo
Anahí Carballo desafía los estereotipos y el machismo en la danza. Recientemente convertida en Campeona de Malambo Femenino de la Provincia Buenos Aires, la sanfracisqueña creó su propia escuela de tango para mujeres con el objetivo de que ellas puedan bailar sin tener que depender de los hombres. Con el talento heredado de los docentes Cristina Escudero y José Alberto Carballo, Anahí se calza las botas y repiquetea por y para el feminismo.
Los zapateos de Anahí Carballo se separan unos de otros con un "repique" que indica el término de un zapateo y el comienzo de otro. Cada movimiento se realiza con la mirada intensa de la mujer de 30 años y una postura que marca su presencia sobre el escenario.
Su talento tiene algo de herencia - hija de los reconocidos docentes José Alberto Carballo y Cristina Escudero- y mucho de estudio, que la consagraron como Campeona de Malambo Femenino de la Provincia de Buenos Aires y participará el octubre en el Nacional en Villa Carlos Paz.
Le gritaron "marimacho", "machona" en clases, pero eso no impidió que se vaya a Buenos Aires y se convierta en una de las mejores bailarinas de malambo del país haciendo valer el lugar que merece la mujer en la danza.
Pero Anahí fue por más. En el año 2015 creó la compañía "Tango para Mujeres", donde ellas y solo ellas bailan tango sin presencia de hombres.
Con el intercambio de roles y la danza inclusiva como estandarte, esta docente de la Universidad Nacional de las Artes y la Escuela Mundial de tango, marca el paso para terminar con el machismo cultural.
- ¿Por qué bailar malambo?
Me decidí por el malambo femenino cuando no existía. Desde chiquita zapateé siempre y aprendí de la mano de mi papá (José Alberto Carballo). Lo hacía al lado de mis compañeros varones pero eso quedaba ahí encerrado, en aprender, porque después no podía bailarlo o exhibirlo porque las mujeres no zapateaban.
- ¿Era raro para tus compañeros?
Fue muy difícil porque durante toda mi niñez y en la adolescencia. Cuando zapateaba me catalogaron de machona y marimacho en la Escuela Municipal de Danzas Folclóricas y eso que tenía un lugar privilegiado por ser la hija de los directores. A las mujeres no les podía gustar el malambo porque ellas no debían hacerlo e incluso estaba mal visto. Ahora hay muchas que lo hacen y de hecho, hay certámenes donde está el rubro solista de malambo femenino.
- ¿Qué le da el malambo a la mujer?
El lugar que se merece. Es una danza que no puede ser exclusiva de un solo género. La mujer está muy invisibilizada en el folclore. Históricamente, ella siempre estuvo al lado del hombre. ¿Por qué no darle su lugar en la danza? No solo somos incubadoras humanas o sirvientas. Es importante hacer del folclore una disciplina viva y dinámica. Es mi lugar político donde visibilizo a través de la danza lo que se ocultó durante décadas.
- ¿No se desvirtúan los roles en el baile?
Muchas veces me dicen que el tango y el folclore son machistas pero eso lo hacen las personas. Yo no soy machista y mis clases son inclusivas. Siempre les pregunto a mis alumnos sean hombres o mujeres si quieren zapatear o zarandear. Cada uno tiene que hacer lo que le gusta, con qué o quién se siente representado.
Tango libertad
- ¿Qué es "Tango entre mujeres"?
Es una compañía de baile independiente que nació en 2015 donde el objetivo es mostrar que las mujeres queremos y podemos bailar entre nosotras. La idea es que no sea solo un espacio para ir a bailar sino también para que las que quieran vayan y aprendan tango sin tener que subirse a un escenario o formar parte de un grupo coreográfico. Con esa propuesta pude ir a otros espacios educativos y fue bien recibido.
- ¿Qué te movilizó para formarla?
La cantidad de parejas que hay en una pista de baile está siempre supeditada a la cantidad de hombres que haya en el lugar o que decidan bailar en ese momento. El varón paga una entrada en un salón y tiene asegurado el baile en cambio la mujer si no la saca un hombre, no puede bailar. ¿Por qué la mujer se tiene que quedar sentada? ¿Por qué el concepto de pareja tiene que ser el hetero normativo?
- En sus inicios, el hombre bailaba con el hombre...
La idea es que el tango no dependa del varón; es decir, que entregar el cuerpo y la respiración a un señor, hacer todo ese acto sagrado que es el baile no tenga que ser obligatorio solo con un hombre sino que se pueda elegir cuándo se quiere conectar con el sexo masculino. Que sea una decisión y no una imposición. Quiero que el tango sea libertad.
- ¿Cómo se toma esto socialmente?
Hace 20 años, esto era impensado. La mentalidad está cambiando lentamente en el tango y nosotros proponemos seis parejas de baile de mujeres que dan todo. Ellas hacen posible todo lo que somos y daremos un paso más importante con una obra de teatro que llamamos "Vinculadas" y estrenaremos el próximo 8 de septiembre en Espacio Sísmico en Villa Crespo.
- ¿Qué significan el malambo y el tango en tu vida?
Son mi identidad donde la responsabilidad, el trabajo constante y el respeto son el leiv motiv para seguir adelante con mi labor. Todo eso lo aprendí de mis padres que son quienes me dieron la formación necesaria para poder ingresar al mundo de Buenos Aires donde llegué con ideas nuevas y formas diferentes para hacer algo distinto.
Algo de mí
- Nombre completo: Anahí Carballo
- Edad: 30 años
- ¿Qué te hace feliz?:Mi compañía de baile, mis amigas y la milonga.
- ¿Qué te da miedo? Quien quede a cargo de la Escuela Municipal de Danzas Folclóricas de la Municipalidad de San Francisco cuando mis padres se retiren.
- ¿Un TOC?: Siempre que trabajo en casa, cierro las cortinas y no soporto el desorden en el estudio de baile. Los zapatos tienen que estar pegaditos, uno al lado del otro.