Patria, independencia y metonimia
Las luchas antinómicas generadoras de la metonimia argentina no permitieron -ni permiten- terminar con la conformación de objetivos generales compartidos por todos, que enaltezcan el verdadero sentimiento nacional.
En retórica, la metonimia, también conocida como trasnominación, es una figura literaria en la cual una cosa es designada con el nombre de otra con la cual tiene alguna relación semántica de presencia o de contigüidad. La palabra, como tal, proviene del latín "metonymĭa", que significa "recibir un nuevo nombre" y se relaciona con otra figura denominada sinécdoque, que nombra la parte por el todo o bien a la inversa.
A 201 años de la Declaración de la Independencia nacional una tentación asoma en el horizonte del discurso y la acción en esta realidad nacional signada por la denominada grieta. Es la que favorece la consolidación de una idea perversa: la que establece con convicción casi fanática que la Patria sólo está entre quienes adhieren a una idea, a una agrupación política, a una facción. Los demás son la antítesis, son la antipatria. Esto se verifica especialmente en la actividad política. Ejemplos sobran para establecer con precisión una característica que no ayuda a consolidar el sentimiento patriótico. La frase más escuchada en ese sentido es "la Patria somos nosotros". El "nosotros" asume significado cuando se nombra a una determinada agrupación o ideología. La metonimia y la sinécdoque se hacen presentes allí: el ideal patriótico se asocia con un nombre determinado, con una parte solamente. Lo que no está entre "nosotros" no forma parte del todo que es la Patria.
En medio de la vorágine de una sociedad acostumbrada a vivir dando barquinazos quizás no pueda reflexionarse en profundidad sobre lo que significa Patria en este tiempo. Las luchas antinómicas generadoras de la metonimia argentina no permitieron -ni permiten- terminar con la conformación de objetivos generales compartidos por todos, que enaltezcan el verdadero sentimiento nacional y coloquen en su justo sitio a todas las partes que lo conforman.
Nadie es la Patria, pero todos lo somos, escribió Borges. Y agregó en su conocido poema: "Todos debemos ser dignos del antiguo juramento que prestaron aquellos caballeros, de ser lo que ignoraban, argentinos, de ser lo que serían por el hecho de haber jurado en esa vieja casa". Y gracias a sus sacrificios y su valentía en manifestarse independientes hace 201 años, es posible que nosotros hoy gocemos de las libertades y oportunidades de este bendito suelo. En el Día de la Independencia, dejar los rencores de lado es el desafío para recrear la idea de Patria como un sentimiento común, por el que merece la pena vivir. Conocerla, sentirla nuestra, asumir que tenemos mucho más cosas en común de las que nos separan Así por fin seremos dignos hijos del legado independentista que aquellos próceres forjaron en Tucumán.