Para terminar con el robo de celulares
El avance tecnológico parece haber encontrado una solución para revertir esta tendencia que genera una amplia sensación de inseguridad. Luego del robo, si se hace la denuncia pertinente, se activa un sistema por el cual todos los equipos que sean denunciados como perdidos o robados se bloquearán para que no puedan funcionar con ninguna red móvil del país.
De acuerdo a estadísticas serias, en la Argentina en promedio
se producen cinco mil robos callejeros de teléfonos celulares por día, la
mitad de los cuales tienen lugar en la ciudad de Buenos Aires y
alrededores. Es un fenómeno que ha crecido de manera exponencial en los
últimos tiempos y que ha generado también episodios desgarradores porque la
violencia de los delincuentes es irracional en muchos casos, en especial frente
a quienes se resisten a ser víctimas de este delito.
El avance tecnológico parece haber encontrado algún camino de solución para revertir esta tendencia que genera una amplia sensación de inseguridad. Luego del robo, si se hace la denuncia pertinente, se activa un sistema por el cual todos los equipos que sean denunciados como perdidos o robados se bloquearán para que no puedan funcionar con ninguna red móvil del país.
Sin ingresar en disquisiciones técnicas, se trata de una medida más que auspiciosa que da respuesta al requerimiento de acciones concretas para frenar los robos y proteger los teléfonos celulares que por millones se comercializan en el país. La disposición del Ente Nacional de Comunicaciones es, en ese sentido, una medida que coadyuvará para atenuar los robos que por miles se producen en el país y que en 2018 parecen haber recrudecido. Tanto, que algunas estimaciones señalan que en poco tiempo se llegaría a los 7 mil celulares sustraídos por día.
De todos modos, la posibilidad de bloquear los teléfonos denunciados por robo no terminará con este delito. Se necesitan también conductas preventivas por parte de los usuarios del sistema. Las recomendaciones han sido muy extendidas durante los últimos años y, sin embargo, la exhibición del celular en plena vía pública y su utilización descuidada es el detalle que más favorece la acción de los delincuentes. Por ello, los usuarios de la telefonía móvil también deben aportar para que esta modalidad delictual pase a ser cosa del pasado.
Porque de ahora en más se puede denunciar el robo teniendo la seguridad de que no se podrá reactivar el teléfono, así como tampoco se podrá generar la comercialización clandestina, fenómeno que ha crecido notablemente y del que se conocen incluso en qué galerías de las grandes ciudades tiene su asiento, esperándose que los operativos policiales para desbaratar estas bandas sean mucho más frecuentes.
Autoridades del Estado -en este caso del Enacom-, fuerzas de seguridad, empresas prestadoras del servicio y los usuarios tienen que reconocer cada uno su aporte en esta problemática con el único objetivo de terminar con una práctica delictiva que trae solo zozobra a la población.